BIENVENIDAS/OS A MI MUNDO, AQUI ME DEJO LLEVAR POR LA IMAGINACIÓN, POR FAVOR RESPETA MIS HISTORIAS.. GRACIAS POR DEDICARME TU TIEMPITO !! LAP

lunes, 24 de mayo de 2010

Perdida .. capitulo 6:Problema


Capítulo VI: Problema

(Bella's Point of View)

Me sostuve con fuerza a la balaustrada mientras bajaba las escaleras. La última cosa que necesitaba era tropezar y caer luego de lo que le había dicho a Edward. Sólo quería salir de aquí, sentía las lágrimas tan peligrosamente cerca…

De repente Simmons estaba a mi lado. Encajé los dientes.

- Programa una reunión con la Corporación C para las siete de la mañana del lunes - siseé, sin mirarle nunca y sin detenerme. Un par de lágrimas cayeron por mi rostro.

Simmons estaba evidentemente atónito. Se volteó y volvió a subir las escaleras sin decir una palabra.

Entonces llegó Vaughn.

- Bella, te llevaré a casa.

Llegados a ese punto ya había bajado las escaleras. Mantuve la mirada baja hasta que estuviéramos a salvo, fuera del salón, y una vez que estábamos en el vestíbulo finalmente hablé.

- Estoy bien, Vaughn. Estaré simplemente bien - dije con voz áspera.

Suspiró con gravedad mientras limpiaba una lágrima de mi mejilla.

- Nada de lo que me digas me convencerá para que te deje sola en este momento, así que ¿quieres que te lleve a casa o sólo quedarnos aquí un rato?.

No sabía a dónde quería ir, no tenía idea de qué dirección tomar. Quería correr, pero ¿hacia dónde?. Estaba perdida, de pie en una ciudad de millones de personas, y aún así me sentía tan sola…

Miré a la nada.

- Sólo quiero ir a casa.

Salimos del hotel en silencio y una vez afuera pude oler el aroma de la tormenta. Inhalé con profundidad mientras cerraba los ojos, escuchando el familiar alboroto de los autos y la gente marchando apresurada por la acera. Volví a conseguir algo de cordura y finalmente sentí que podía exhalar.

Abrí los ojos y vi a Vaughn de pie enfrente mío, mirándome alarmado.

- Estás temblando, Bella. ¿Qué sucedió mientras hablabas con ese tal Cullen?.

De ninguna manera iba a contestar a esa pregunta. Le ignoré y comencé a caminar, manteniendo los brazos cruzados. Hubo un profundo silencio.

- Me parece que tienes una historia con él - dijo con mucha cautela.

Sí, iba a estar con él para siempre. Era mi destino, mi alma gemela, y luego me dijo que no me quería.

- Fue hace mucho tiempo - musité mientras nos acercábamos a mi edificio. Estaba ansiosa y distraída -. Nunca te agradecí por el brazalete. Es precioso, gracias.

- De nada - sonrió y sostuvo mi barbilla mientras entrábamos al vestíbulo -. Te llamaré la semana que viene, ¿de acuerdo? - dijo con suavidad -. Mañana partiré hacia Filadelfia para nuestro juego.

Asentí con aire ausente y me dirigí al elevador. La última persona había bajado en el cuadragésimo séptimo piso y, aparentemente, esa fue la cantidad exacta de tiempo que pude contenerlo. Me escabullí hasta una esquina y comencé a sollozar, me abrí paso hasta mi puerta y tropecé de camino a mi apartamento. Lloré, grité, golpeé una pared y me lastimé la mano. Terminé enfrente de mi larga ventana, sentada en el suelo, gimoteando y mirando hacia el exterior de noche.

En ocasiones había fantaseado sobre cómo actuaría si alguna vez lo veía de nuevo, había planeado ser fría, reírme y poner los ojos en blanco de modo casual mientras hablábamos de los buenos tiempos en Forks. Había planeado darle la impresión de que apenas había pensado en él durante estos años.

Y había fallado miserablemente.

Me había mostrado enojada, a la defensiva e irritada. Hice una mueca ante el dramático comentario que había hecho antes de precipitarme hacia afuera del salón y deseé poder retirarlo. A él no le importaba lo más mínimo qué clase de humana había resultado ser.

Si tan sólo hubiera sido advertida, habría estado preparada. Muy preparada.

Quizás.

Vi su rostro nuevamente y comprendí por qué no había sido capaz de superarlo. Su belleza estaba plasmada en cada parte de mi vida, en mis sueños, en cómo manejaba el trabajo y en cómo trataba a todos a mi alrededor. Había creído que lo evocaba a la perfección, pero no había recordado qué tan imposiblemente largas eran sus pestañas, había olvidado cómo la luz iluminaba con tal precisión su cabello, mi memoria no había estado ni cerca de reconstruir el ángulo de su barbilla y la redondez de sus labios; cómo sus hombros, incluso bajo un traje, eran tan fuertes.

Todavía estaba desesperadamente enamorada de él.

En los últimos siete años no había habido un momento en que no me acostara y pensara en él, no había pasado una sola vez en que viera la puesta de sol, sintiendo el crepúsculo rodeándome, sin recordarle. Cada vez que llovía pensaba en él, cada vez que escuchaba una canción de amor en el elevador, cada vez que tropezaba, que veía un Volvo, que escuchaba un piano. Cada vez que veía una pareja, que sentía mi corazón latiendo, cada vez que pensaba en Forks, que sangraba, que veía flores en un prado, cada vez que tocaba piedra fría.

No podía creer que luego de todas las veces en que habría dado lo que fuera por verle de nuevo, lo había dejado allí y me había ido. Quizás parte de mí quería que yo fuera la que se marchara esta vez. Mi corazón latía frenéticamente y me enfadaba cuánto había significado para mí que me viera en el vestido azul y me dijera que estaba hermosa.

Tendría que verlo en dos días, ¿cómo lo haría?. No verle y saber que no me quería era aparentemente casi tan duro como ser consciente de que le vería y que no me amaba. No tenía idea de cuántos kilómetros iba a tener que correr para sacarme de la cabeza lo que estuviese pasando en Irlanda. Ya no me importaba adquirir su compañía; estaba segura de que Carlisle, con la ayuda de sus hijos, habían puesto mucho esfuerzo en la corporación y que significaba mucho para ellos. Nunca le haría algo así a los Cullen, los quería demasiado.

Además, si seguíamos con esto, Edward tendría que permanecer en la ciudad al menos un mes o dos para las reuniones. No podría soportar verle todas esas veces y que luego tuviera que irse, no me tenía la suficiente fe en mí ni en la persona en que me convertía cuando estaba cerca suyo. Tenía una reputación que quería dejar intacta hasta que esto terminara, quería que se fuera ahora mismo.

Sí, quería que se marchara en este momento y olvidar que alguna vez había estado aquí. Negocios como siempre.

Así que ahora tenía un plan. Le diría al señor Hathaway el lunes por la mañana que ya no estaba interesada en poseer la Corporación C, que mis deseos habían cambiado, y encontraría una compañía más grande y exitosa que cazar para complacerle. No habría reunión el lunes con Edward, sino sólo con sus abogados. Era consciente de que no tenía idea de cómo manejar a Edward y su equipo. Se lo encargaría a Simmons.

Estaba de rodillas con la frente apoyada en la alfombra y los brazos envueltos ajustadamente alrededor de mi torso, aún usando el vestido azul. Estaba segura de que Valentino jamás hubiera querido que tratara a su prenda de esta manera. No tenía las fuerzas suficientes para ir a la cama, todo lo que podía hacer era abrazarme a mí misma e intentar mantenerme en una pieza. Tenía miedo de dormir ya que sabía quién estaría en mis sueños aquella noche.

Puedes hacer esto, Bella. Puedes hacerlo.

Si me lo repetía lo suficiente estaba segura de que me lo grabaría. Me sentía mucha mejor para cuando mis párpados se cerraron.

Esta noche, en la fiesta, sería la primera y última vez que viera a Edward. Me aseguraría de ello.

Estaba en el bosque, en aquel lugar tan familiar. Mi mente estaba acostumbrada a traerme aquí. Podía sentir el crujir de la hierba bajo mis pies.

No, por favor. No.

Estaba suplicando. Me volteé, miré a mis espaldas y entonces la vi. La enredadera de arce. Sus hojas temblaban tenuemente aunque no había viento. ¿Por qué se movían? Entonces la comprensión fluyó, ardiente y amarga. Edward ya no estaba allí, él había provocado la brisa. Se había ido.

Me incorporé rápidamente, arrebatada de mi sueño. Genial, el de las hojas otra vez. Eso era justo lo que necesitaba.

La luz del sol se colaba por la ventana y no tenía idea de qué hora era, sólo sabía que incluso aunque era sábado debería haber estado en la oficina hacía varias horas.

Iba en contra de todo lo que me había impuesto, pero volví a acostarme. Mis ojos estaban pegajosos e hinchados, se sentía mejor cerrarlos. Intenté calmarme.

No hay daño hecho, Bella. ¿Y qué si lo viste otra vez? No es la gran cosa. Has llegado hasta aquí, puedes hacerlo. Esto no es tan malo como la última vez, no tan malo…

Por alguna razón, mis pensamientos vagaron hacia aquella estúpida carta que le había dejado en la casa de Charlie antes de irme a la universidad. La carta que él nunca vería. Había estado tan enojada cuando la había escrito… Había sido mi última mañana en Forks, no había vuelto desde entonces. Sólo había sacando las últimas cosas de mi habitación y las había dejado en la puerta para que Charlie las cargara en el trasto.

Había permanecido al pie de las escaleras, preguntándome si podría controlar el volver allí una vez más, si podría controlar despedirme de todos los recuerdos de mi habitación. Luego de varios minutos deliberando, subí hecha una furia y me detuve en el umbral. Me acerqué hasta la ventana, que jamás había cerrado con llave, y me aseguré de esta vez hacerlo apropiadamente. Recorrí la mecedora con la mano, me acosté en la cama una última vez y me sentí comenzar a temblar. Marqué la mandíbula.

- ¡Esta es la última vez que lloro por ti en mi habitación! - le había gritado a la nada.

Me puse de pie y me sequé el rostro, hice la cama y extendí la manta de mi abuela en el extremo. Encontré un trozo de papel en el cajón de la mesita de luz y garabateé con enfado el mensaje. Sellé el sobre, junto con mi corazón, y me alejé de mi habitación sin mirar atrás.

El problema era que había mirado atrás en mis recuerdos demasiadas veces. Ya no sabía cómo no hacerlo.

El teléfono sonó y me devolvió a la realidad. Me esforcé en pararme con el ajustado vestido y caminé con dificultad hacia la mesa.

- Hola - respondí con voz grave.

- Isabella, he intentado llamarte primero a la oficina, donde estás usualmente a esta hora de la mañana en los domingos. Me alegra haberte encontrado antes de que fueras hacia allí, quiero saber cómo fueron las cosas anoche con 'C'.

Parpadeé e intenté mantenerme coherente.

- Sí, señor Hathaway, me encontré con él anoche y programamos una reunión para las siete de la mañana del lunes.

- Excelente, estoy ansioso por saber cómo procederás para la toma. Ve a mi oficina luego de que hayas terminado.

- Esto… Señor Hathaway, me he adelantado al pensar que ya son lo suficientemente grandes para destrozarlos. Iré a la reunión del lunes para comunicarles que abandonaré los planes en su compañía - hice una mueca, preparándome para su respuesta.

- Isabella - gruñó -. He estado sobre estos documentos todo el tiempo y la Corporación C es un ejemplo de manual para lo que tú haces. Las condiciones no podrían ser más perfectas para la toma - hizo una leve pausa -. No te estás ablandando, ¿verdad?.

Me enderecé, vacilando por un momento.

- No, señor, no. Sólo pienso…

- No te pago para que pienses, Swan, te pago para que atrapes y mates. No tengo que decirte qué pasará con tu futuro con nosotros si decides no obedecer - dijo con voz más suave, más amenazante -. Aquellos que se ablandan nunca obtienen sus nombres en las compañías. Se extenderá el rumor de que has perdido tu talento y nadie más te contratará.

Se me secó la boca y tragué saliva con dificultad.

- Hay otra compañía que he estado observando y que creo que es mucho más conveniente que la Corporación C. Podríamos ganar el doble de dinero en el proceso.

- ¡Tú fuiste la que me avisó de la Corporación C en primer lugar! - bramó -. Ya hemos estado con esto durante un año, ¿tienes una idea de cuánto dinero hemos gastado en mano de obra para averiguar cosas sobre este 'C'?

- No quiero continuar con la toma de la Corporación C - intenté sonar más decidida, más fuerte.

- Swan - su voz era más amable - sé que debes estar algo asustada…

- ¿Asustada? - grité al teléfono -. Le aseguro que no estoy asustada de derrotar a la compañía.

- ¿Entonces por qué no quieres hacerlo? - preguntó con incredulidad.

Porque la empresa pertenece a una familia de vampiros y estoy enamorada de su hijo mayor.

No conseguí una respuesta con suficiente rapidez.

- Isabella - su voz era baja e intensa -. Te he adaptado y convertido en esta perfecta máquina de matar, he sido tu tutor durante los últimos tres años y siempre he estado de tu lado. Nunca te he pedido nada, pero ahora quiero que me hagas enorgullecerme de ti. Te ordeno terminar lo que has empezado. Toma esta compañía o no verás tu nombre al lado del mío en el edificio.

- No le decepcionaré, señor Hathaway - dije con firmeza mientras mi estómago se revolvía.

- Ése es el espíritu - sonaba mucho más jovial -. Te hablaré el lunes.

- Adiós, señor Hathaway.

Esto era un problema.

Luego de mi 'discusión' con el señor Hathaway, tomé una ducha rápida y llegué a la oficina cerca de las 9:30. Simmons ya estaba allí. Él siempre iba al gimnasio temprano los sábados a la mañana y luego venía, con ropa deportiva y en camiseta.

Tenía todo en la sala de conferencias y la enorme mesa hacía todo el trabajo más fácil. Intentó actuar como si todo fuera normal, como si no me hubiera visto llorar la noche anterior. Sabía que me había comportado menos que profesional.

- Oye - dijo - espero que no te moleste pero me tomé la libertad de ordenar el desayuno.

En la mesa había una bebida caliente con el logo de Starbucks.

- Esto es justo lo que necesitaba, gracias - dije, quizás bastante alegre. Saqué mis papeles -. ¿En qué parte te encuentras? Ponme al tanto para seguirte el ritmo en lo que estés haciendo.

Y así el día continuó hasta la una de la tarde cuando Simmons dijo que necesitaba comer algo. Yo había olvidado cualquier cosa relacionada con la comida.

- ¿Te busco algo? - preguntó.

- No, estoy bien - sacudí la cabeza.

- Volveré en veinte minutos - se puso de pie y abandonó la habitación.

Sabía que debía seguir trabajando, pero estaba exhausta gracias a todo lo que había sucedido anoche. Recosté la cabeza contra la mesa y me dije que cerraría los ojos por sólo un minuto.

Desperté para ver a Simmons revolviendo los archivos de la compra de una compañía en Francia por parte de la Corporación C en 1953. Me enderecé y miré mi reloj; eran las tres y media de la tarde.

- Demonios, lo siento. ¿Por qué no me despertaste?.

Parpadeé mientras comenzaba a revisar los papeles.

- Parecía que te iría bien un descanso - dijo secamente.

Me froté el rostro y volví al bosquejo del reporte que planeaba darle a los abogados de la Corporación C el lunes.

- Te he traído algo de comida - dijo.

- Dije que estaba bien - repliqué.

- Los humanos comen - repuso sin levantar la mirada.

Me entregó un bote lleno de carne y arroz. Pinché con el tenedor la comida -ahora fría- sin entusiasmo.

- Bella, ¿te importaría si te pregunto algo? - inquirió, titubeante.

- Sí, en realidad sí me importaría - dije con dureza, sin dejar de mirar mis papeles.

- Hablaste en sueños - no era una pregunta. Le observé con lentitud -. Dijiste 'Edward' tres veces - indicó con suavidad, mirándome con preocupación en sus ojos castaños.

- Debo tener esta compañía en la cabeza - sonreí.

- No creo que sea eso - ahora hablaba con más confianza.

Mantuve la cabeza gacha y continué escribiendo. Le escuché lanzar un suspiro exasperado pero le ignoré.

- Bella, no puedo ir a esta reunión el lunes sin saber qué tienes en la mente. Cambiaste tan pronto como viste a Edward Cullen anoche. Si no quieres hablar conmigo está bien, pero necesitas conversar con alguien y, hasta donde sé, soy tu único amigo.

- Oh, ¿tú eres mi amigo? - le fulminé con la mirada -. ¡No sabía que los amigos se venden los unos a los otros por entradas en la línea de cincuenta yardas!

- Sólo le dije que podía sentarse junto a ti - retrocedió, haciendo una mueca -. No le ofrecí a tu primogénito.

- No eres mi único amigo - puse los ojos en blanco -. Tengo muchos.

Se enderezó, mirándome con una de las comisuras de sus labios elevándose. Parecía querer reírse pero lo dejó correr.

- Obviamente conoces a este tal Cullen de algún lado y definitivamente tienen alguna historia- dijo con seriedad, removiéndose incómodo en su asiento

- Obviamente te has equivocado de profesión, deberías ser detective – bufé.

- He visto algo anoche que no he visto ni una sola vez en los dos años en que hemos trabajado juntos - entrecerró los ojos, inclinándose hacia mí -. Tus defensas desaparecieron; no todas, pero algunas. Pensaba que era una fortaleza, impenetrable. Tú estabas, o todavía estás, enamorada de ese tipo.

Me tensé en mi silla.

- Estás equivocado, completa y totalmente fuera de punto - espeté.

No retrocedió.

- Antes de Thomas Vaughn, ¿cuándo fue tu última cita?.

Crispé el rostro.

- ¿Qué tiene eso que ver?

- Sólo compláceme. ¿Cuándo fue tu última cita? - yo vacilé, insegura -. ¿Saliste en la universidad?

- No, estaba demasiada ocupada estudiando para ser más inteligente que tú - repliqué.

- ¿Saliste en la escuela secundaria?

- Claro - intenté sonar casual.

- Entonces tu última cita fue cuando tenías… diecisiete o dieciocho, ¿verdad?.

- Algo así - murmuré.

- Fuiste a la secundaria en el norte de Washington y el Hospital de Forks está allí, así que… mi suposición es que tu última cita fue con él - se acomodó en su asiento con arrogancia como si fuera Sherlock Holmes resolviendo un caso. Lo único que le faltaba era la pipa y el sombrero gracioso.

Lancé una carcajada.

- No tienes idea de qué estás diciendo.

- Oh, sí que lo hago - dijo, serio otra vez.

- Conozco a muchos hombres - repuse, desafiante.

- Nombra dos.

- Philip y Oscar - dije, triunfal.

- ¿Quiénes son esos? - preguntó, gesticulando con la mano.

Murmuré algo ininteligible y él colocó una mano en su oído.

- ¿Qué fue eso? No lo escuché.

- Son los vigilantes de mi edificio, ¿de acuerdo? - crucé los brazos, mirando los papeles.

Simmons no se movió, sólo alzó una ceja y suspiró.

- Bella, antes de que vayamos a esta reunión el lunes quiero saber una sola cosa. ¿Estás enamorada de Edward Cullen?.

- De ninguna manera - respondí.

Se puso de pie, exasperado, y caminó de un lado a otro por la habitación. Se detuvo y se recostó contra una pared lejana a la mesa, pasándose las manos por el cabello con aire pensativo.

- Podría haber sido peor, ¿sabes?. Parece un tipo agradable para ser tan joven, es exitoso y rico. Ninguna mujer podía sacarle los ojos de encima. Afortunadamente él y su hermano se marcharon antes de que Giselle los viera. Thomas Vaughn estaba parado junto a él y nadie ni siquiera lo miraba…

- Cállate, ¿de acuerdo?

Tenía que interrumpirlo. Que me recordaran las cualidades de Edward era lo último que necesitaba en ese momento.

- Tu reunión aquella noche no duró mucho y Jasper fue extremadamente evasivo cuando intenté conseguir información - dijo con la voz más baja, acercándose hasta la mesa e inclinándose para mirarme directo al rostro -. Cuando te fuiste estabas llorando… algo emocionalmente, lo que me dice que hace mucho tiempo él hizo algo que te hirió y que te ha hecho pasar los últimos siete años tratando de seguir tu propio camino, de olvidar. Creo que ése es el propósito de tus defensas, lo que hace que ya no seas humana.

Le miré atónita. La ironía en lo que estaba diciendo no pasaba desapercibida para mí.

- Aún tenemos mucho trabajo que hacer - dije con voz áspera. Sólo quería que no hablara más y lo dejara correr.

- ¿Estás enamorada de Edward Cullen? - sus ojos taladraban los míos.

- Ya respondí esa pregunta - dije, enfadada.

- Maldita sea, Bella - golpeó la mesa -. ¿Amas a Edward Cullen?.

- No importa - dije dolorosamente.

Dejó escapar el aire en un frustrado resoplido.

- Si no importa, entonces dímelo - me miró con compasión -. Si supiera lo que está pasando, podría ayudar y hacerlo más fácil. También yo estoy involucrado en esto, ¿sabes?. Somos un equipo, Bella. ¿Sigues enamorada de él?.

Me mordí el labio y sentí las lágrimas en las comisuras de mis ojos. Las contuve.

No podía decir las palabras así que sólo asentí.

- Gracias - se puso de pie, luciendo aliviado, y colocó las manos en sus caderas mientras me observaba con cautela -. Ahora necesito saber cómo planeas arrebatarle la compañía al hombre que amas.

- Había decidido que dejaría todo - tomé un profundo respiro - pero el señor Hathaway me llamó esta mañana y, yendo al grano, me acusó de estar ablandándome y me dijo que mi futuro en la compañía estaba en juego en este asunto.

- ¿Qué? - sacudió las manos en el aire y luego las colocó tras su cabeza -. En realidad, creo que no me sorprende - dijo con tristeza -. ¿Qué harás?

- No tengo futuro con Edward - suspiré -. Estoy segura de que él y su familia tienen numerosos recursos en otros lugares y de todas formas sacarán millones de esto. Seguiré, seré tan dura como siempre lo he sido y lo terminaré rápido. Él se irá y, para mí, todo volverá a los negocios.

- ¿Eso es lo que realmente quieres? - preguntó, dudoso.

- Absolutamente - respondí sin vacilar. Le apunté con un dedo -. Y otra cosa más. Te despediré enseguida si tratas de hacer otra vez eso de unir parejas. Si descubro que Edward Cullen tiene mi número en la oficina, el de mi casa o el de mi móvil privado, te haré responsable y te habrás ido. No le dirás dónde vivo, no le dejarás entrar en mi oficina y no intentarás encontrar una manera de hallar una situación donde nos quedemos solos. Dile a todo el equipo que nadie puede hablar con ellos.

No iba a arriesgarme. Edward y Jasper podían deslumbrar a una persona que está famélica y encuentra un trozo de pan.

- Bien - fruncía los labios en una fina línea.

- Y otra cosa más - sabía que iba a sonar extraño, pero era necesario decirlo -. Cuando estemos alrededor del señor Cullen no debes, bajo ninguna circunstancia, pensar sobre lo que te he dicho de mis sentimientos por él.

- ¿Quieres que controle mis pensamientos a su alrededor? - su expresión era precavida.

Intenté encontrar la manera correcta de decirlo.

- Él es… muy… perceptivo… sobre lo que otros piensan. Llámalo un don - tenía que hacer que le tuviera miedo a Edward, al menos un poco -. Me temo que si descubre lo que siento, lo intentará usar en mi contra como ventaja, así que no debes pensar en nada de esto, ¿de acuerdo?. También sería una buena idea si intentaras no pensar sobre nuestra estrategia.

- De acuerdo - aceptó con sumisión. Podía ver que su impresión de Edward estaba cambiando y eso era bueno. Necesitaba un poco de miedo saludable.

Me estaba comenzando a sentir mejor; dos o tres meses más y luego de vuelta al trabajo.

Sin una sola palabra más, bajamos la mirada y volvimos a los papeles. Estaba a punto de embarcarme en la batalla de mi vida.

Nunca había perdido y no iba a comenzar ahora.

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Definitivamente el comienzo fue muy pero muy triste,a mi parecer !!Mas cuando Hathaway la obliga a seguir !!Pero me mato la advertencia de Bella a Simmons "Bajo ninguna circunstancia"xD y ustedes que opinan ?? (RECUERDEN QUE LA HISTORIA NO ES MIA!)

Bessos mis amores !!Las quieroo

LAP

Lista de imperfecciones por Bella Swan,capítulo 14:¡Pero que inoportuno!


Capítulo 14: ¡Pero que inoportuno!

La letra de The scientist tenia toda mi atención. Emmett me había prestado su Jeep para ir a dar una vuelta al centro comercial. Jo, yo dando una vuelta en el centro comercial; No se que habrá visto en mi que me entrego las llaves sin siquiera discutir por ello. Mi querido trasto no funcionaba desde el día en que Rose me dijo que nadie se robaría esa basura, y yo realmente necesitaba alejarme de todo.

No estoy mal, no tendría porque estarlo.

Simplemente, no era uno de mis mejores días ¡Todos tenemos días en el que nos sentimos como la basura más grande del universo! Precisamente me estaba pasando eso en estos momentos. Aunque muchas veces me llamaba idiota a mi misma, o sea, él era el infeliz que se comportaba como...no sé. Bueno, nadie me mando a sentir cosas que no debía por él.

Ahora te aguantas.

Después de darme cuenta que me había convertido en una blanda, y que prácticamente gastaba mi día pensando en Edward, me entro un cuadro depresivo. Ajá, estaba teniendo un mal día porque me había convertido en una completa boba. Y lo peor de todo es que los chicos saben que soy una boba ¡Y mamá también!, aunque por palabras de Alice y Rose 'Edward es el idiota en esta historia' y yo no entendía porque.

¡A mi me gustaba y el no tenía idea de eso!

Jum, tengo una leve sospecha de que eso sonó a que lo estoy defendiendo.

Bella, te perdemos ¡Reacciona!

La música cambio, para dar paso a la tan conocida melodía de Yellow, más me vale que Emmett no se entere que estaba escuchando Coldplay en su Jeep, le entraría la depresión a él también por haber contaminado a su querido bebé con aquellos nenes corta venas. Sip, mi hermano es un idiota que no sabe apreciar la buena música.

Estacione en el aparcamiento subterráneo que tenía el centro comercial, más tiempo para caminar y pensar en cosas. Lo siento abuela Marie, pero nunca podré seguir tu consejo de 'pensar hace mal' es lo que más hago en mi patética vida. La escalera mecánica me estaba agotando; realmente estaba enferma. Pase de largo la sección de tiendas, definitivamente eso no era para mí, podía imaginarme a Alice haciendo un berrinche en estos momentos.

Hice lo que hace cualquier persona depresiva en las películas, solo que yo no me encontraba en casa; fui directo a la sección de comida y el gran letrero de 'heladería' me saco la primera sonrisa del día ¡Me ahogaría en helado y que! Frutilla, chocolate, vainilla, estaba en mi paraíso personal. Me acerque rápidamente al mostrador y pedí un cono doble de Frutilla y vainilla, el chico lo hizo y me lo entrego de inmediato, sonreí y tome asiento en una de las mesitas circulares que estaba cerca.

— Whoa, te ves terrible ¿Quieres otro helado? Este va por la casa — Me gire para encarar a aquella persona que había dicho que me veía terrible, no era estrictamente necesario que me lo restregaran en la cara. Cuando lo vi, ahí se quedo cualquier estupidez que iba a decir.

— Hey chico pizza — mire su traje y rodé los ojos — Chico helado también, gracias por el halago — agregué sarcásticamente — Pero me vendría bien otro helado — Alec rió suavemente y se alejo, minutos después llego con el mismo helado que yo había pedido anteriormente.

— Y dime Bella, no tuve momento de preguntar el otro día, ¿Convenciste a tu novio de que yo no era un striper? — me pregunto, arqueando una de sus rubias cejas. Reí cuando recordé la estúpida pregunta de Jacob.

— Primero, no es mi novio — Aclare — Y segundo, el lo sabia, solo quería molestarte — agregue encogiéndome de hombros. Alec sonrió y asintió con su cabeza. Corrió la silla que se encontraba frente a la mía y tomo asiento — De pizza a helados, huh ¿Es tu hora libre? — le pregunte, Alec asintió y sin que me diera cuenta se acerco para robar un poco de mi helado — ¡Ey! — chille con fingido enojo.

— Prefiero el chocolate — me dijo mientras lamia sus labios para quitar el resto de helado que había quedado en ellos. Y claro, yo no mire ese gesto como una boba pervertida — Entonces, si no estas así por tu novio — frunció sus labios y me miro — ¿Qué tiene a una chica tan guapa así de triste? — me pregunto, frunciendo su entrecejo.

— Porque todo el mundo piensa que estoy triste — Rodé mis ojos — No estoy triste, simplemente tengo un mal día — Puntualice, moviendo mi dedo índice de arriba abajo. Ahora fue su turno de rodar los ojos.

— ¿Te gustaría, um, no sé, ir por ahí? — me preguntó, levemente nervioso. Sonreí — Salgo en cuestión de minutos, tal vez podríamos — resoplo y se puso de pie — No tengo idea que podríamos hacer, pero compañía no te vendría mal ¿no? — Me guiño un ojo a lo que yo reí y asentí — Bien, espérame aquí — agregó, dando media vuelta.

Me quede sentada ahí terminando mi helado gratis ¿Quién diría que volvería a ver al chico pizza? Jum, después de todo me había sacado una sonrisa. El teléfono celular comenzó a vibrar en el bolsillo de mi pantalón, antes de que comenzara a sonar la música contesté.

— ¡Isabella! ¡¿Dónde demonios estas? — Alice chillo a través de la línea, me sonroje al darme cuenta de que algunas personas que andaban por ahí habían escuchado el gritito de mi amiga.

— ¡Tranquila! Estoy tomando un helado en el centro comercial — respondí simplemente. Alice bufo y alguien que estaba con ella boto algo — ¿Con quien estas? — le pregunte curiosa, dándole una lamida al helado de frutilla.

— Eh, con nadie — respondió rápidamente, con un deje de nerviosismo en su voz — ¿Con quien estas tu? — me pregunto perspicazmente. Sonreí al recordar al chico pizza.

— Ahora, con nadie. Luego iré a dar un paseo con, um, alguien — conteste alegre ¡Que! Era un buen chico y era guapo, muy guapo. De nuevo el extraño sonido se escucho desde el otro lado de la línea.

— ¿Alguien? ¿Quién es ese alguien, tu novio? — me pregunto Alice, con un deje de burla al final. Me golpee mentalmente al darme cuenta de que ella no tenia idea del chico pizza.

— Si Alice, mi novio — dije sarcásticamente — Alec, el otro día pedí una pizza y el repartidor era, um, bueno 'el chico pizza' — Rodé mis ojos — O 'mi novio' como tu dices, y me lo acabo de encontrar — me encogí de hombros por inercia, Alice no vería aquel gesto a través del celular, duh.

— Oh — fue todo lo que dijo Alice. Un golpe sordo, una maldición por lo bajo y un gran portazo me dieron a conocer que Alice no estaba sola.

— Alice — la llame — ¿Me dirás con quien estabas? — volví a preguntar ¡Ella estaba con alguien y yo lo sabía! No era idiota.

— Eh, con Rose — contesto nerviosamente — Con Rose, si. Eh, se golpeo el dedo pequeño del pie con la cama y bueno por eso tanto escándalo — Rodé mis ojos al imaginarme a Rose en esa escena. Alec estaba dejando su delantal en el mostrador, así que aproveche para despedirme de Alice.

— Bien Al, tengo que irme — suspire — Dile a Rose que tenga cuidado, adiós — Alice me respondió con un suave 'adiós' y la línea se corto.

— Bien querida, ¿Estas lista? — Me preguntó, ofreciéndome su brazo caballerosamente. Rodé mis ojos y asentí, enganchando mi brazo con el suyo.


— ¡Oh mierda, yo tengo que cantar esa! — me pare rápidamente de la mesa en la que estábamos y corrí a tomar el micrófono, Alec soltó una gran carcajada y aplaudía, acompañado de la otra gente que se encontraba en el pequeño y psicodélico lugar.

Brandon Flowers (1) era uno de mis tantos amores platónicos, cuando la melodía de Somebody told me comenzó a sonar, supe que tenía que ser yo la que cantara aquel karaoke. Alec hizo sus pulgares hacia arriba y comenzó a gritar alentándome.

Well somebody told me
You had a boyfriend
Who looked like a girlfriend
That I had in February of last year
It's not confidential
I've got potential...

Luego de unos acordes más y de que yo desenfrenadamente comenzara a brincar en el pequeño escenario seguida del coro de las personas presentes, luego de que también mi cabeza se moviera incesantemente de arriba abajo dejando mi cabello todo enmarañado, llegó el final de la canción.

A rushin', a rushin' around...

Hice un gesto teatral con el micrófono y prácticamente me tire a rodar en el suelo.

— ¡Whoa! — Alec estaba junto a mi y aplaudía — Eso fue genial, te dije que el karaoke te ayudaría — tomo mi mano para ayudarme a bajar del escenario, la gente que se encontraba con nosotros era demasiado Light. Casi y creo que estábamos rodeados de hippies.

— Jo, ponme cualquier canción de The Killers y juro que haré el ridículo como aquí — agregué riendo, tratando de controlar mi respiración — Pero ahora muchacho, es tu turno de subir y dejar a todas las chicas babeando — le entregué el micrófono y le guiñe un ojo — No creas que no me he dado cuenta de que como te ponen el ojo encima esas hippies de por ahí — apunte a una mesa donde se encontraban cuatro chicas de cabello rubio, con toda la onda de paz y amor. En realidad, no me hacia mucha gracia, pero no había porque decirlo ¿no?

— Bien, es mi turno — tomo el micrófono y suspiro — ¿Un beso de buena suerte? — Me pregunto, guiñándome un ojo. Sonreí y bese su mejilla sonoramente. Alec rió y subió a la tarima.

La conocida música de Aerosmithre sonó en los parlantes, casi me transporto a la película Armageddon (2), podía ver a Bruce Willis muriendo en el escenario. Pero eso no fue lo más sensacional de la melodía que cada vez que la escuchaba me dejaba aturdida, nop; la voz de Alec cantando I don't want to miss a thing era la cosa más bella que había escuchado, un maldito coro de ángeles.

I could stay awake
just to hear you breathing
watch you smile while you´re sleeping
while you´re fare away and dreaming
I could spend my life in this sweet surrender
I could stay lost in this moment forever
well every moment I spend with you
Is a moment I treasure...

La que estaba mirando embobada al chico que cantaba apasionadamente en el escenario era yo; bueno, yo acompañada del resto de la sala ¡Alec cantaba hermoso! Y esa canción era perfecta, juro que en cualquier momento me pondría a llorar ¿Qué era Edward y su novia? ¿Qué era el bajón que me había venido? Dios, si Alec me cantara todos los días mi estado de ánimo sería fantástico.

Don't want close my eyes
don't want fall asleep yeah
I don't want miss a thing...

La sala rompió en aplausos, y yo lo único que hacia era mirarlo con la boca abierta.

— ¿Y bien? — una hermosa sonrisa estaba pintada en sus labios.

— Tu...— traté de hablar pero me era imposible — Demonios, tu — moví mi cabeza e hice lo que tenía ganas de hacer, me tire sobre el y le di un gran abrazo — ¡Válgame Dios, cantas hermoso! — Chille, moviendo sus hombros. Alec rodó sus ojos y se acerco a mi oído.

— Lo sé — susurró, antes de soltar una pequeña risita que me puso los pelos de punta.

Estuvimos en el local por un largo rato, luego de que Alec dejara impresionado a todo el local con su voz interpretando aquella canción una chica de baja estatura, delgada y un cabello ultra liso de color rubio subió a la tarima con su guitarra. Las luces del karaoke se apagaron y una sola luz alumbro a la chica que comenzó soltar pequeños acordes de una canción. Coree Thinking of you de Katy Perry a todo pulmon, Alec me veía divetido. Y yo me sentía de lo más culpable, en fin, el coro fue lo que hizo que algo se removiera en mi interior...

Cause when I'm with him
I am thinking of you
Thinking of you
What you would do if
You were the one
Who was spending the night
Oh I wish that I
Was looking into your eyes...

Luego le siguieron más personas cuando se dieron cuenta de que en verdad era genial cantar con el karaoke. Coreamos, aplaudimos, gritamos e incluso tomamos algunas bebidas, ya cuando salimos era algo tarde y yo no llevaba ninguna chaqueta, Alec amablemente me ofreció la suya.

Fue inútil protestar, me la dio de todas maneras.

Y lamentablemente ese gesto me recordó a cierta persona.

— ¿Estas bien? — me preguntó preocupado cuando di un suspiro lastimero. Lo mire e hice un amago de sonrisa, asentí y tome su mano.

— No creas que eso ha sido todo — Alec rió cuando tire de su mano para que siguiéramos con 'nuestra salida' — ¿Qué haremos ahora? — le pregunte, parando en seco. Alec puso su dedo índice en su barbilla a modo pensante.

— ¿Tienes hambre? — me pregunto, sonreí y lo miré divertida.

— ¿Me invitaras a comer algo? — Alec asintió sin borrar la sonrisa de su rostro — Entonces si — respondí, soltando una pequeña risita — No quiero que creas que me aprovecho de ti — agregué mirándolo seria — Es solo que...um, traía dinero solo para el helado que me compre — Me encogí de hombros y baje la mirada con mis mejillas sonrojadas.

Y era verdad, yo solo venía a comer un helado y listo, luego volvería a mi miseria en casa.

— Um, no importa — levanto mi barbilla con uno de sus dedos, causando un sonrojo más fuerte en mi — Aunque, solo te pediré algo — Un hermoso brillo apareció en sus azulinos ojos cuando dijo eso, trague saliva audiblemente.

— ¿O-otro favor? — pregunte tratando de bromear, Alec rió y acaricio mi mejilla, luego asintió lentamente.

— Solo...— suspiro y miro el piso unos momentos — ¿Me dejarías besarte? — Ahí me quede en blanco.

Pensemos, me gusta Edward, si.

¿Desperdiciaría la oportunidad de besar a este maravilloso chico, sabiendo que Edward andaba en no se donde con su novia haciendo tal vez que cosa?

Edward puede joderse por ahora.

Asentí lentamente, Alec sonrió con dulzura y se fue acercando a mí. Sus labios eran finos y de un color rosa realmente apetitoso, lo que tomo más allá de mi autocontrol fue cuando lamió sus labios con suma lentitud, cuando ya los separaba solo unos centímetros de los míos. Dios, casi me derrito por eso. Rozó su boca con mi labio inferior tenuemente, di un suspiro y cerré mis ojos cuando nuestros labios colisionaron, fue un pequeño choque que me dejo aturdida. Nuestros labios comenzaron a moverse en compás, sus manos se apoderaron de mi cintura ¡Y yo finalmente pude tocar su cabello! Aunque ahora no estaba muy al pendiente de su cabello...

Pero como dicen, no todo es color de rosa.

— ¿Bella? — me sobresalte al escuchar esa voz precisamente. Me separe de Alec y abrí mis ojos lentamente, girando mi cabeza a la persona que había dicho mi nombre. Alec suspiro frustrado a mi lado y apoyo su frente contra mi mejilla.

Edward estaba de pie junto a Jane, unos pasos más allá de nosotros.

Lo maldecí más de mil veces en mi interior.

¡Aquel día en su casa yo no lo había interrumpido cuando se estaba devorando a Jane!

— ¿Alec? — pasmada quede cuando la chica pronuncio el nombre de Alec con su dulce voz. El aludido dio un respingo y levanto su cabeza lentamente. Sus ojos se abrieron cuando vio a la rubia que iba de la mano de Edward.

— Hey Jane — Alec hizo un gesto con su cabeza e hizo una mueca, tratando de sonreír. La chica le sonrió de vuelta con la misma efusividad. Alec tomo mi mano y le dio un suave apretón — ¿Vamos? — murmuro. Asentí aún perdida en la sombra de melancolía que se había plantado en sus ojos.

— ¿Este es tu novio? — pregunto Edward, sonriendo con burla apuntando a Alec con su dedo índice. Palidecí. Dios ¿Qué iba a hacer ahora?

— ¿Tienes algún problema con eso? — Alec le pregunto devuelta, frunciendo su entrecejo. Me quede completamente en blanco ¡Aw! ¿Por qué no me gustaba Alec de la misma forma que me gustaba Edward?

Edward cuadro su mandíbula y miro a Alec enfurecido, Jane me dio una mirada y me sonrió a modo de disculpa. Alec jalo de mi mano y comenzamos a caminar, mire por sobre mi hombro a Edward, no se había movido ni siquiera un milímetro y Dios, me miraba como si fuera la cosa mas repugnante del mundo. Cerré mis ojos y volví mi vista al frente, tratando de ignorar los pequeños crush que se escuchaban desde el interior de mi pecho..

— Así que ¿Tu novio, huh? — Cerré mis ojos muerta de vergüenza, Alec soltó una pequeña risita.

— Lo siento — le dije apenada — En realidad, no se de donde saco eso, yo...—Si sabia de donde lo había sacado, esa fotografía. A veces pienso que mis planes no son tan buenos como los imagino, hmpf. Alec le dio un ligero apretón a mi mano, levante mi vista y lo mire, el me sonreía dulcemente.

— Tranquila, no me molesta — freno y se puso frente a mí, depositando un pequeño beso en mi frente — Aunque si me molesta que haya aparecido justo cuando estaba besándote — Alec hizo una mueca de frustración con sus labios y yo reí con mis mejillas sonrojadas — ¿El si era tu novio? — Me pregunto, alzando una de sus rubias cejas.

— ¿Edward? ¡No! no, claro que no — negué con mi cabeza frenéticamente.

— Bien — tomo mi barbilla con su mano libre y me dio un casto beso en los labios.

Después de eso fuimos a recoger el Jeep de Emmett y llegamos a un lindo restaurante. Aunque nuestra magnifica tarde-noche se había ido al trasto. Yo no quería hablar mucho y el parecía perdido en sus recuerdos. Trate de sonsacarle algo, de saber si conocía a Jane de algún lado, a lo que el solo me respondía con una sonrisa divertida y un pequeño golpe en mi nariz con su dedo después de llamarme 'Pequeña curiosa'

— No soy curiosa — infle mi mejilla izquierda, causando la risa de Alec — Um, bueno, solo un poco — Mis mejillas se cubrieron de su característico color carmín.

— Ok, pequeña — Sonrió — Lo que tu digas — Rodé mis ojos y cruce mis brazos en una infantil reacción — Esta bien, no eres curiosa — Alec rodó sus ojos al darme la razón, sonreí y me acerque a besar su mejilla.

— Gracias — dije contenta, volviendo mi atención al plato de lasaña.

— ¿Sabes? Me encanta cuando te pones así como una niña pequeña — comento Alec, guiñándome un ojo — Te ves adorable ¡Oh! Y cuando te sonrojas, igual — acaricio mi mejilla dulcemente y no pude evitar que el maldito sonrojo subiera a mis pómulos una vez más.

Terminamos de comer y nos fuimos. Con Alec soltamos una pequeña risa cuando fui yo la que lo fue a dejar a su casa, era un pequeño departamento en el centro de Forks, creo que vivía solo; no quise meterme en esos temas que hacen las conversaciones más incomodas, así que para otra vez lo haría. Sip, porque con Alec quedamos de vernos otra vez.

Jo, y ahora me aseguraría que nadie interrumpiera nuestro beso.


9. Inoportuno: Esto es una imperfección porque yo lo digo, existen ciertas personas que tienen el poder de saber cuando y donde esta ocurriendo algo importante para llegar y arruinarlo con su mera presencia, créanme, Edward es el rey de ellos. Una persona inoportuna es molesta, muy molesta, ¡extremadamente molesta!

Solté el lápiz y suspire.

La mirada de repulsión que Edward me dio aún no salía de mi mente. Eso me molestaba y a la vez me descolocaba completamente, ¿Por qué mierda me miro así? ¿El era el único que podía divertirse? ¡No era como si me estuviera revolcando con Alec en medio de la calle! Además, lo que yo hacía o no, a quien besara y a quien no ¡Era mi maldito problema!

Suspire y me acomode boca abajo en mi cama. Quería odiar a Jane como detestaba a Lauren, Tanya, Kate y todas esas chicas. Pero no podía ¿Por qué tenia que buscar una buena chica? Con tan solo recordar su angelical rostro de 'soy buena y nunca he roto un plato' me entraba el remordimiento por querer albergar un mal sentimiento hacia ella.

Apartando eso de mi mente, yo iba a descubrir que había entre el 'chico pizza' y la novia de mi ex mejor amigo.

Por como me llamo Isabella Marie Swan que lo iba a averiguar.


(1) Vocalista de The Killers 3 tenía que ponerlo, es uno de mis amores platónicos XD

(2) La canción que puse sale en esta película en la escena en donde el papá del personaje representado por Liv Tyler, que es Bruce Willis, muere, en fin, eso era lo que quería aclarar XD

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Wii este fue unos de mis capitulos favoritos !!y ustedes que me dicen ??"primero perdon por subir tan tarde !!"Bessos las adoro !!

LAP