BIENVENIDAS/OS A MI MUNDO, AQUI ME DEJO LLEVAR POR LA IMAGINACIÓN, POR FAVOR RESPETA MIS HISTORIAS.. GRACIAS POR DEDICARME TU TIEMPITO !! LAP

domingo, 30 de enero de 2011

Sí by LAP

Más de una vez dije que no te pensare más. Pero el problema es que cuando menos lo espero, te pienso. Me di cuenta que cuando te digo que no, es porque no solo estoy insegura de volverme adicta a tus besos sino que espero que luches por un sí. by LAP

Hola!Esta es una frase muy significativa para mi y queria compartirla con ustedes chichas!
Si quieres leer mas de mis frases solo echale un vistazo a Mis FrAses By LAP y dejame tu comentario,gracias por pasar !
Cuidensen mucho,Las quiero ..

LAP

jueves, 27 de enero de 2011

Abandonare el Blog por todo febrero !! :(

Si niñas dejare de pasarme por sus blogs que tanto amo y dejare de escribir! Porque si sigo asi no pasare de año y eso no quiero! Asi que me dedicare a estudiar y cuando termine con mis examenes volvere y sera como antes !! Gracias por todos los comentario y por apoyarme a seguir ..LAS AMO A TODAS !!

Cuidensen mucho,Bendiciones !!

LAP

miércoles, 26 de enero de 2011

Lista de imperfecciones por Bella Swan,Epílogo: Perfectamente imperfecto.

Epílogo: Perfectamente imperfecto.

EPOV

La cafetería se encontraba en silencio.

Mis pasos eran lo único que se escuchaba en el lugar, creo que los idiotas ni siquiera respiraban ¿Qué? ¿Nunca habían visto a una persona caminar tranquilamente por los pasillos de la cafetería? Una sonrisa se posó en mi rostro ¡Me recordaba tanto a esas películas del viejo oeste! Solo faltaba que pasara esa cosa rodando frente a mi y listo. Unos pasos mas y tuve mi objetivo justo en medio de mi campo visual, la sonrisa que estaba plasmada en mi rostro se acrecentó, metí mis manos en los bolsillos de mi pantalón y comenzó la función.

Ajá, el Edward de antes estaba de vuelta, cariños.

Corrí la silla cuidadosamente y sin prestarle mucha atención a las miradas libidinosas, de Lauren mas que nadie, específicamente, me senté. Apoyé mis codos sobre la superficie de la mesa y descansé mi cabeza sobre mis manos. Estaba en lo correcto cuando dije que no respiraban.

Mire por sobre mi hombro y solté una pequeña risita.

¡Mierda, esto iba a ser tan divertido!

— Hey — Dije, haciendo esa sonrisa que dejaba a Bella en la estratósfera. Un coro de suspiros me acompañó luego de eso, y fue como si el tiempo volviera a la realidad, ya que la cafetería se sumió en aquel característico ruido que hacían las diversas conversaciones en el lugar.

— ¿A qué debemos tu visita, dulzura? — Jessica pestañeo exageradamente y me dio un free pass para ver sus pechos. Sonreí, incluso con todo el bullicio que había podía escuchar a Bella despotricando unas mesas mas allá.

— Um, bueno ¿No puedo simplemente, querer sentarme con ustedes? — Me apoyé en la mesa con mis brazos y me incliné un poco hacia adelante, alzando una de mis cejas. Kate, que estaba al lado de Jessica, soltó una coqueta risa.

— Las veces que quieras, cariño — Le guiñe un ojo, haciendo que la pobre se ganara una fría y maléfica mirada por parte de Jessica. Una mano se posó en mi antebrazo, me giré para encontrarme con la lasciva mirada azulina de Lauren.

Dios, como amaba a esta chica.

¡Le debía tanto!

Bueno, pronto le haría saber cuán agradecido estaba.

— Ahora si, ¿Porqué estas aquí? — Me susurró seductoramente al oído — Te conozco Cullen, algo quieres — Su mano libre subio deliberadamente por mi muslo.

¡Santa mierda, ella era una... cualquiera de primera!

Cualquiera, por alguna extraña, retorcida y sumamente graciosa situación, Bella no me dejaba insultar a las señoritas.

Bah, pensándolo bien, Lauren tiene de señorita lo que Paris Hilton de inteligente.

— Whoa, Lauren, tranquila — Retiré su mano rápidamente. Las chicas miraban nuestra pequeña conversación atentamente, y lo supe. Cuando vi todas esas miradas sobre mí, supe que era el momento. Introduje mi mano derecha en el bolsillo delantero de mi pantalón, de ahí saque lentamente la lista — Bueno, en realidad, tengo algo que preguntar — Dejé las lista sobre la mesa, dándole una leve mirada a las pasmadas chicas frente a mi.

— ¿De dónde sacaste eso? — Me preguntó Lauren, tomando la lista rápidamente en sus manos y desdoblandola cuadrito por cuadrito — Es imposible, Swan dijo que... ¿Porqué la tienes? — Sonreí, le arrebaté la lista de las manos cuidadosamente y suspire.

— Se la robé a Bella, bueno, no se la robé técnicamente pero podríamos decir que... algo así — Rodé mis ojos — Ahora, yo solo quiero que alguien me explique que demonios es esto — Como si de un complot se tratara todas las chicas apuntaron con sus puntiagudos dedos a Lauren, quien abrió sus ojos con asombro.

— ¡Ella nos obligó! — Chillaron como un coro, todas a la vez — ¡Ella es la culpable! — Volvieron a chillar. Siguiendo con el show, me gire lentamente y mire a Lauren con mis cejas arqueadas, en espera de una respuesta.

— Eso no es verdad, todo esto es culpa de Swan — El apellido de Bella lo nombró con todo el veneno posible — ¿Qué no te das cuenta, Edward? ¡Que clase de amiga haría esto, por Dios! — Gritó, arrebatándome el papel y agitándolo frente a mis ojos — ¿Ya lo leíste? ¿Viste todo lo que tu 'amiga' piensa de ti? Enserio, te describe como el ser mas despreciable del mundo — Sus cejas rubias casi formaban una sola de tan juntas que estaban. Ignoré su comentario, no iba a mentir diciendo que ya había superado completamente la estúpida lista porque no era verdad.

¿Cómo hacerlo?

Esa lista era, en palabras simples, una biografía resumida de mi persona.

— Sé lo que dice, sé que Bella lo escribió — Hice una mueca con mis labios y fijé mis ojos en los de Lauren directamente — Mi pregunta es ¿Porqué? — Kate jugaba despreocupadamente con una manzana entre sus manos, Jessica entabló una conversación con Ángela sobre ropa interior masculina, Charlotte miraba a Lauren y a mi intercaladamente.

Todas ellas trataban de hacerme pensar que les importaba una mierda lo que hablara con Lauren.

Era simplemente fantástico, Bella parecería una experta mentirosa junto a ellas.

— Bueno, porque... — Lauren carraspeó y luego volvió su atención a mi — Bella, ella... Mierda, ella siempre hablaba mal de ti y yo... — Antes de que Lauren comenzara a hablar incoherencias como lo estaba haciendo, Charlotte se puso de pie y la interrumpió.

— Lauren quería separarlos, a ti y a Bella, ya sabes... — Comentó incómodamente. Mis ojos se abrieron de sorpresa ¿Qué? ¡Dios! Bella iba a morir cuando le dijera toda esta nueva información. Lauren empuño sus manos, la mirada furibunda que le dio a Charlotte la mando a sentar nuevamente.

— Ahora, ¿Me puedes explicar eso también? — Use un tono de voz diferente, con un tinte de asombro, como 'Oh Lauren, nunca pensé eso de ti cariño'. Lauren estaba roja de ira; me podía imaginar el humo saliendo de sus oídos.

— ¡Ya, está bien! — Se puso de pie y comenzó a chillar — Yo lo hice, hice todo esto ¿Porqué? ¡Es putamente fácil! — Alzó sus manos al aire enfurecida. La cafetería se quedo en silencio una vez más, todas las vistas pegadas al encolerizado rostro de Lauren — Nunca entendí por qué ella era tu amiga, ¡Dios! ¡Si supieras como hablaba de ti! No lo entendía, simplemente no cabía en mi cabeza — Me mordí la lengua cuando quise preguntarle si es que algo cabía en su cabeza — ¡Esa puta infeliz te tenia a su lado sin hacer nada! — De reojo vi a Bella querer levantarse de su asiento cuando la 'mala palabra' usada como adjetivo para ella salio de los labios de Lauren.

— Entonces, ¿Estabas celosa, querida Lauren? — Le pregunté, con tono burlón, apoyando mi cabeza en una de mis manos. Mágica e inesperadamente las mejillas de Lauren se cubrieron de un tenue rubor. Oh no, entonces, me temí lo peor.

¿Acaso ella...

— ¡Estoy enamorada de ti, grandísimo idiota! — Nunca, nunca en mi vida me espere eso. Mis ojos se abrieron de par en par y tragué lentamente.

Esto se iba a poner feo.

.

.

.

BPOV

¡Estoy enamorada de ti, grandísimo idiota!

Yo no era una novia celosa, para nada. Pero... Ella estaba hablando de mi chico.

Ajá, era de mi chico de quien, acaba de confesar a todo el colegio, esta enamorada.

Un cansado suspiro salió de mis labios. Por ese simple hecho, y como la perfecta dama que soy; me levante lentamente de mi asiento sin hace ningún tipo de escándalo sobre la escena que se desataba frente a mis ojos. Mi hermano me miraba sin saber que hacer, Alice y Jasper tenían unas divertidas sonrisas en el rostro y Rosalie; ella me alentó agitando su puño en el aire.

Creo que Emmett pensaba que iba a cometer algún tipo de masacre en la cafetería.

Cuando comencé mi carrera hacia el lugar donde se encontraban Edwrad y Lauren, junto a las demás chicas, tuve cientos de ojos sobre mis; si, incluyendo la verdosa mirada de Edward y la azulina de Lauren. Edward me miraba asustado, creo que el también pensaba que iba a cometer un asesinato.

Ganas no me faltaban, créanme.

Pero papá siempre me dijo que la prisión era horrible y la comida un asco.

No gracias, no estaba lista para eso... aun.

— ¿Qué demonios quieres tú ahora? — Me gritó, casi dejándome sorda a causa de su aguda voz. Uhu, Lauren no estaba de buen humor. Me giré para quedar frente a frente con ella, me crucé de brazos y tomé una postura de 'Jódete, idiota'.

— Mira, Lauren... — Miré de reojo a Edward, quien me hizo un gesto con su cabeza para que me calmara. Rodé mis ojos y volví mi vista a Lauren — Puta serás tú, tu madre e incluso puede que tu abuela — Sonreí irónicamente y luego comencé a hablar otra vez — Sí, acepte la lista; sí, hablaba mierda de Edward y también... — Miré por sobre mi hombro cuando sentí una mano apoyarse en él, Edward le dio un suave apretón y yo respiré hondo.

Quizás me pasé insultando a la pobre Beatrice Mallory, la abuela de Lauren; una vieja cotilla que...

Basta Bella, basta.

— Lauren, yo... — Ey, no me gustaba esto ¿Porqué estaba nervioso? ¡Porqué se pasaba la mano por el cabello! — Um, verás, yo estoy enamorado de otra persona y... — Y la cafetería se largo a reír. Las mejillas de Edward se colorearon y frunció el ceño, mientras paseaba su mirada por todo el lugar.

Confieso que yo estaba a punto de reír también.

¡Oh vamos! Edward Cullen, el Edward Cullen que todos conocían enamorado.

Era un chiste para todos estos ilusos, menos para mi.

— ¿Tú, enamorado? — Preguntó Lauren, dejando el enojo de lado y tratando de contener la risa — Esta bien, sé que aun no te has fijado en mi. No necesitas mentir Edward — Agrego con tono jocoso. Edward tomó el puente de su nariz con sus dedos índice y gordo. La cafetería seguía soltando pequeñas risitas, incluso Emmett se reía estrepitosamente unas mesas mas allá.

— No es gracioso ¿Porqué mierda no me creen? — Susurro para si mismo, me giré y lo miré por sobre mi hombro, con una pequeña sonrisa cursando mis labios.

— Por que eres Edward cariño ¿Qué mas quieres? — Murmuré, ganándome una sonrisa de su parte. Me giré para seguir con Lauren y... me topé con unos enormes ojos desbordando incredulidad, luego pasaron a la comprensión y por último la ira se apodero de ellos.

— ¡Debí suponerlo! — Las risitas cesaron súbitamente ante el grito de Lauren — ¿Tú y Swan, enserio? ¡Dios! — Y ahora los ojos de todos estaban sobre mi y Edward, mostrando incredulidad también — ¡Esto es increíble, increíble! ¿Cómo demonios se dieron cuenta de que 'eran el uno para el otro'? — Pregunto irónicamente, cruzándose de brazos, haciendo que sus pechos se juntaran de una extraña forma. Moví mi cabeza, los pechos de Lauren eran alarmantes.

— Um, bueno, de eso precisamente quería hablarte — Edward comentó, poniéndose junto a mi.

— ¿Me haces el honor de ganarme la expresión de Lauren cuando le diga esto? — Le pregunté a Edward, haciendo un leve puchero. El asintió y me guiño un ojo, haciéndome un gesto con la mano que indicaba un 'adelante' — Bien Lauren, yo le había dicho a Edward que teníamos que agradecerte de alguna forma — Lauren me miro sin comprender — Edwrad y yo somos novios — Una exclamación se escucho en el lugar, corrí lentamente una silla y me puse sobre ella — Sí idiotas, Edward esta enamorado de mi, así que... si alguien quiere reírse o hacer algún comentario sobre eso se las verá con Fredd... — Alcé mi puño al aire — No estoy de humor para soportar risas, tal vez mañana — Sonreí y me baje de la silla, poniendome frente a Lauren una vez más.

— ¿Qué es lo que quieres agradecerme Swan? — Me preguntó Lauren, con su voz cargada de odio hacia mi persona. Y pensar que cuando acepté, bueno, Alice y Rose aceptaron, hacer la lista incluso pensaba en ella como una compañera de clases, ahora es cualquier cosa para mi.

— El que me hicieras la propuesta — Sonreí y me acerqué a ella lentamente — La lista, todo eso — Lauren estaba roja, tan roja como un tomate. Era satisfactorio comparar a otra persona con un tomate — Gracias a la lista, um, bueno, Edward y yo estamos juntos — Me encogí de hombros.

— Tu hiciste sus imperfecciones para convencernos de que era igual que el resto, que no merecía la pena tanto alboroto por él, para que dejáramos de divagar con su persona ¡Demonios, se suponía que ustedes se pelearían con esto, no que terminarían mas unidos! ¡Se suponía que tú debías odiarlo, es más, tu odiabas sus imperfecciones! — Chilló, jalando tenuemente sus cabellos.

— Bueno, digamos que ahora amo a este idiota imperfecto — Me encogí de hombros nuevamente y tomé la mano de Edward — Sip, es perfectamente imperfecto para mi — Edward besó mi mejilla dulcemente y jaló de mi mano — Adiós Lauren y gracias — Le guiñe un ojo y antes de que comenzáramos a caminar, le entregué la lista — Tal vez te sirva.

Caminábamos entre los pasillos bajo la atenta mirada de todos, tal vez llevamos muy lejos todo esto, pero Lauren se lo merecía después de todo. ¡Y mira! quería hacer la lista para separarnos, eso si que no lo sabia. Debí suponerlo ¿no? Pero bueno, su plan casi funciona, si no hubiera sido porque Edward se declaró de una forma poco usual en un ataque de furia ni siquiera sabría que el me quiere y tal vez seguiría odiándome a mi misma por quererlo.

— Así que perfectamente imperfecto ¿Huh? — La voz de Edward me sacó de mi ensoñación, rodé mis ojos y le di un suave golpe en el costado con mi codo.

— ¿Quieres conocer a Fredd también? — Le pregunté, mostrando la mano que se encontraba entrelazada con la suya.

— Cariño, sabes que Fredd... — Cuando estábamos a punto de cruzar la puerta de la cafetería un chillido nos detuvo en seco. Nos giramos al mismo tiempo para ver como Lauren seguía despotricando a la nada y le daba una patada a la silla que estaba frente a ella.

— ¡Te odio Swan! — Chillo enfurecida, mirando en nuestra dirección.

— ¡Yo te amo Lauren, no sabes cuanto! — Chillé, mandándole un beso con mi mano. Edward rodó sus ojos y me guió fuera de la cafetería. Cuando estuvimos fuera, el bullicio de siempre se volvió a escuchar, como si nada hubiera pasado. Edward me apoyó contra la pared y me acorraló con sus brazos.

— Eres malvada — Me dijo, dándome un dulce beso en la punta de mi nariz.

— Nop, solo cuido lo mio — Contesté, sonriendo — Y tu señor, eres mio ahora — Edward sonrió y besó mi mejilla por un prolongado tiempo.

— Bien, eso me gusta, Lauren me estaba asustando allí dentro, enserio — Reí — ¿Porqué le entregaste la lista? no creo que le sirva de mucho, cariño — Alcé una de mis manos y la posé suavemente en su mejilla, pase mi dedo gordo sobre su pómulo con lentitud en una delicada caricia.

— Um, no importa, a nosotros tampoco nos sirve ¿no? — Edward asintió y recargo su frente sobre la mía — Después de todo, estas bien así, con imperfecciones o no — Murmuré, los labios de Edward estaban cada vez mas cerca y como siempre yo perdía el hilo de la conversación.

— ¿Perfectamente imperfecto? — Susurró, con esa sonrisa torcida que me tenía desequilibrada, mientras su boca rosaba levemente la mía.

— Solo cállate y bésame — Agarré las solapas de su camisa y lo jale hacia mi, fundiendonos en un largo, amoroso y pasional beso.

Como se habrán dado cuenta:

La impaciencia era una de mis imperfecciones.


~ FIN ~



Bueno quiero recordarles que esta fantastica historia es de Lamb'stown !! Que me permitio publicarla en mi blog !

Niñas a partir de ahora estoy mas organizada y quiero empezar el año con el pie derecho asi que tengo una pregunta para ustedes :

¿Quieren seguir leyendo las historias de Lamb'stown?

Solo comenten y diganmen SI o NO, asi le pido permiso a Lamb y publico otra de sus grandiosas historias !!

Besos
LAP

Lista de imperfecciones por Bella Swan,capítulo 26:¡Gracias, Lauren!.


Capítulo 26:¡Gracias, Lauren!

BPOV

Una oportunidad.

¿Qué era una simple oportunidad?

Había que estar conciente de las dos posibilidades:

Si le decía no; me arriesgaba a seguir con este bizarro juego de 'tira y afloja', seguiría excusándome tras los puntos de la lista y peor aún, trataría de convencerme de que hice lo correcto. Y ahí estaba la otra posibilidad, el si; esta pequeña palabra, la cual contiene un gran significado en estos momentos, me llevaría a la felicidad, por decirlo de alguna manera, después de todo, aprendí que debo dejar de engañar al resto y a mi misma especialmente. Una oportunidad no era la gran cosa ¿no?

Me arriesgaba a que Edward se aburriera de mi y me partiera el corazón.

Nah, no era la gran cosa.

Así que haciéndole caso a Edward, dejando atrás el fatídico pasado, Bella tendría una mente sin nada de recuerdos.

— Solo una — susurre, mirando mis manos — Solo una oportunidad Edward — Levante la vista y sonreí a los hermosos ojos que me miraban destilando emoción.

— N-no, no estas bromeando ¿Cierto? — Pregunto, entrecerrando sus ojos con duda. Resople y golpee su hombro suavemente con mi puño mientras negaba con mi cabeza y mis mejillas se sonrojaban a mas no poder — ¡Ey! de ti se puede esperar este tipo de cosas — Murmuro, con una dulce sonrisa en sus labios.

— No, idiota, no estoy bromeando. Quiero... quiero que nos demos una oportunidad. Lo dije, ¿Contento? — Le dije, volviendo a sentir mis mejillas arreboladas. Edward estiro su mano y acaricio mi mejilla cariñosamente, por simple inercia incline mi rostro hacia la palma de su mano y suspire, cerrando mis ojos.

Se sentía tan bien estar así.

— Entonces... esto es una oportunidad ¿huh? — Murmure, acurrucándome a su lado, Edward me rodeo con su brazo y me atrajo hacia si, apoyo su cabeza sobre la mía y soltó un suspiro.

— Mhm — murmuro, perdido en quien sabe donde.

— Me gustan las oportunidades — susurre, cerrando mis ojos y dejándome llevar por el momento.

— Um, ¿Bella? — Rodé mis ojos, abriéndolos lentamente ¡Había arruinado el momento!

— ¿Qué? — le pregunte, girándome para quedar cara a cara con él. Edward sonrió y besó mis nariz dulcemente.

— ¿Esto quiere decir que eres mi novia? — Me pregunto, frunciendo el ceño.

— Eh, supongo — Le conteste encogiéndome de hombros — Edward ¿Quieres ser mi novio? — Le pregunte de un sopetón, regalandole una hermosa sonrisa. Edward alzo sus cejas y comenzó a reir — ¿Qué? — Volví a preguntar, frunciendo el ceño.

— Se supone que yo debo preguntar eso, cielo — Rodé mis ojos.

— Da igual, lo que importa es la respuesta ¿No? — Edward resoplo — Así que... solo responde — Una sonrisa torcida se posos en sus labios. Acertaron, esa sonrisa.

Edward tomo mi barbilla con una de sus manos y se acerco lentamente a mi. Solté un suspiro cuando nuestros labios se juntaron. Me encantaban sus besos, la forma en que sus labios se acoplaban perfectamente con los míos era... sensacional; Acostumbrarme a ellos seria un completo desafío, enserio ¿Como decirle a mi corazón que deje de revolotear dentro de mi cada vez que Edward se acerca? ¿Como alejar los zumbidos de las abejas que se alojaban en mi estomago con un simple toque?. Un gritito de jubilo se escondía en mi interior ¡Ahora tendría esto todos los días!

— ¿Enserio debo responder eso? Por si lo olvidaste, yo fui el que pidió una oportunidad — Susurro, con nuestros labios separados por escasos milímetros. Fruncí el ceño y tome su labio inferior entre mis dientes, dándole una leve mordida — Ok, ok. Si cariño, quiero ser tu novio — Me dio un corto beso y luego se separo — Y no creas que lo dije porque me mordiste. No te imaginas cuanto ame eso— Sin darme tiempo a hablar, se apodero de mis labios nuevamente.

¿Y quien soy yo para rechistar?

Bien hecho Bella, tomaste una buena y sensata decisión.

...

— Cuando... Esa vez cuando Jane se presento como mi novia, tu, bueno — Edward paseo su mano derecha por sobre su cabello nerviosamente — ¿Yo te gustaba en ese momento? — Me pregunto, con un leve rubor en sus mejillas.

— Ajá — Respondí, dándole una mordida al panecillo que tenia entre mis manos.

— Espera, ¿Yo te gustaba? — Asentí, Edward frunció el ceño — ¿Y tenias novio? — Rodé mis ojos y me gire para quedar frente a él, golpee su pecho dos veces con mi dedo índice.

— Oye, yo no te pregunto porque estuviste con todas esas chicas si supuestamente yo era 'la que te quitaba la respiración' — Comente, haciendo comillas en el aire con mis dedos, mientras Edward hacia una mueca de desagrado con sus labios — Además... te mentí, no tenia novio — Sonreí dulcemente y Edward frunció el ceño.

— ¿Como que no tenias novio? ¿Y el idio... — Le di un golpe en su cabeza, acompañado de 'la mirada' — Lo siento, el simpático de Alec — corroboro, rodando sus ojos.

— Alec era el chico de las pizzas y... te engañe — Volví a sonreír — ¿Y qué? Igual yo podría tener un novio — me cruce de brazos — No seré tan guapa como Jane, pero tengo lo mío — le guiñe un ojo. Edward tomo mi cintura y me jalo, haciendo que cayera junto a el recostada en la hierba.

— Boba, eres hermosa — me dijo, besando mi mejilla derecha — Un poco gruñona, pero preciosa — ahora beso mi frente dulcemente — Y me alegra saber que no tuviste nada con ese Alec — Se acerco para besar mi mejilla izquierda y yo me aleje con cuidado, mordiendo mi labio inferior levemente.

— Um, bueno — rasque mi cabeza en un gesto de nerviosismo — No es tan así — Edward me miro confundido — ¡Dios! No eras el único que andaba repartiendo besos ¿Entiendes ahora? — Rodé mis ojos y me estire en la hierba nuevamente.

No había tenido una relación relación con Alec, pero no me quejo de aquellos besos que existieron entre nosotros. Después de todo Alec es Alec ¿Quien en su sano juicio se quejaría por los besos de un chico tan amoroso como el? Además no tenia nada de malo que yo 'experimentara' cuando Edward andaba saltando de chica en chica y luego se estanco con Jane. Edward me miraba minuciosamente, con sus cejas juntas y sus labios en una extraña mueca, mire directamente sus ojos y alce una de mis cejas, mientras cruzaba mis brazos tras mi cabeza.

— ¿Qué? — espeté, moviéndome incómodamente sobre la hierba por lo penetrante de su mirada en mi persona.

— Nada — dijo, girando su cabeza y posando su vista en el cielo — Lo siento... — agregó luego de unos segundos — Siento todo lo que te hice — Y aquí vamos de nuevo.

Ese era uno de los tantos problemas que Edward tenía.

El chico no entendía cuando tenía que cerrar la boca.

— Si empezamos a disculparnos no terminaremos nunca, créeme — Murmure, imitando su posición — Además, ¿Para que estamos con cosas? Los dos la jodimos, dejemoslo así — Gire mi cabeza y me encontré con una hermosa sonrisa por parte de Edward, la cual correspondí.

— Te quiero — Me dijo, soltando un suspiro — No sabes cuanto, Bella — Estiro su brazo izquierdo y acaricio mi mejilla, la cual se encontraba de su ya característico color carmín.

— Lo sé — comente, con una socarrona sonrisa en mis labios, para alejar la vergüenza en mi — También te quiero — Edward sonrió — Pero... ahora yo tengo una pregunta — agregue, mientras fruncía mi entrecejo frente a la atenta mirada de Edward.

— Dispara — Me dijo, cruzando sus brazos por sobre su pecho.

— Kate — Murmure, acariciando mi barbilla con mis dedo índice — ¿Realmente tu y Kate... — Un escalofrío recorrió mi cuerpo — Ya sabes, tu y Kate, en la parte trasera del Volvo — Alce ambas cejas y lo mire expectante.

Tal vez una vena masoquista se escondia dentro de mi.

Solo tal vez.

— No — Me respondió con una sonrisa — Yo y Kate nada en la parte trasera del Volvo — Fruncí el ceño y resople.

— Ya, y ¿Yo tengo que creer eso? — Edward movió su cabeza a modo de afirmación.

— Puede que luego de esa pequeña discusión que tuvimos, yo, inconcientemente, haya estado hablando sobre las cosas que me dijiste — Fruncí mis labios y lo mire sin comprender que mierda estaba hablando — Ok, ok. Me refiero a que quizás mencione tu 'sugerencia' — agregó, haciendo comillas con sus dedos en el aire — Además, ¿Enserio me crees capaz de hacerle eso a mi querido auto? Pensé que me conocías mejor, Bella — Golpee su hombro juguetonamente con mi puño — Oh, lo olvidaba, mira lo que tengo aquí — Edward metio su mano derecho en el bolsillo de su pantalón, de ahí extrajo una hoja de cuaderno hecha bolita.

Edward comenzó a estirar el papel y ¡Válgame Dios! era la estúpida lista ¿Como demonios tenia la lista si yo misma había visto que esta se había 'evaporado' a causa de la lluvia de 'aquel' día? Se la arrebate rápidamente de las manos, y exactamente, ahí estaba la lista; solo que esta vez la pulcra letra de Edward resaltaba en el blanco papel, lo mire alzando una de mis cejas a lo que el se encogió de hombros restandole importancia.

Bah, y yo era la de la vena masoquista.

— Me puedes explicar, um, ¿Porque reescribiste la lista? — Le pregunte, pasando mi vista por cada uno de los puntos ahí presentes.

— Bueno, tal vez para recordar no debo hacer algunas de esas cosas — Comento, encogiéndose de hombros nuevamente, sentándose sobre la hierba y acercándose más a mi — Egocéntrico ¿Huh? ¿Realmente me miro tanto en los espejos? digo, ¿Acaso no es normal? — Me pregunto, desordenando su cabello — Y estas equivocada, no babeo por mi reflejo — agregó, cruzándose de brazos, enfurruñado.

Aw, se veía tan adorable así.

— Bueno, tal vez exagere un poco las cosas — Sonreí — y si babeas por ti, no lo niegues — Edward rodó sus ojos.

— No lo hago.

— Si, Edward, babeas por tus músculos, tu sexy cabellos y todo eso — Comenté, articulando con mis manos.

— No, solo babeo por ti — Una sonrisa torcida se poso en sus labios, y el rubor llego a mis mejillas nuevamente.

— Oh cállate — Le dije, lazandole el papel en la cara.

Promiscuo... — Alce una de mis cejas antes de que comenzara a excusarse — Esta bien, saltémonos ese — Rodé mis ojos, con una divertida sonrisa en mi rostro — Esta si que puedo responderla — Me acerque a el y puse mi cabeza junto a la suya, para leer lo que decía el papel — Cobarde, por no tener el valor de decirte lo que sentía realmente — Murmuro, mirando el papel. Me acerque a su mejilla y le di un dulce beso.

— Ya lo hiciste, así que no importa — Recargue mi cabeza contra su hombro y suspire — Y, aparte, creo que te hubiera mandado al infierno si me hubieras dicho lo que sentías en esos momentos — Edward soltó una pequeña risita, que sacudió su cuerpo y mi cabeza de paso.

— Lo hiciste, por si no lo recuerdas — Infle mis sonrojadas mejillas y resople.

¡Yo no había hecho eso! literalmente.

— Solo... sigue leyendo.

— ¿Sabias tu que la bipolaridad es una enfermedad muy grave? — Asentí — ¿Enserio piensas que tengo bipolaridad? — Rodé mis ojos, Dios, Edward a veces podía ser tan, tan ingenuo.

— Edward, no quería decir que padecías esa enfermedad, eso solo un... — Edward me miraba con una expresión de no entender nada — Olvídalo cariño, solo olvídalo — Sonrió; con una hermosa y gigantesca sonrisa, se acerco a mi y me dio un rápido beso en los labios — Y eso ¿Porque?.

— No lo se, tal vez porque me dijiste cariño — Comentó restandole importancia — Celos... No creo que sea necesario que explique eso, ¿O si? — Negué con mi cabeza — Y tu oveja, yo no tengo celos de tu oveja... bueno, tal vez porque pasa mas tiempo contigo que yo y... — Solté una gran carcajada que no lo dejo seguir.

— ¡Edward! ¡Es un peluche! — Chille divertida. Las mejillas de Edward se sonrojaron tenuemente.

Seguimos revisando la lista. El alegaba en algunas ocasiones, como en la numero seis; cuando puse que era un maldito impulsivo, diciendo que aquello no era una imperfección justificable y sacándome en cara que yo había correspondido aquel beso, así que, en otras palabras, ese punto no contaba.

Y luego, en la numero siete, se volvió a disculpar, dejándome claro que era lo que 'quería probar'; y es que realmente este chico necesitaba aprender un poco de tacto para decir las cosas, si en ese momento hubiera sabido que el quería saber si yo estaba interesada en el, no me hubiera causado tanta ira, creo.

Cruel — susurro, y una nueve de culpa y arrepentimiento cubrió sus ojos — Tengo algo que decir en esto...

— No es necesario, de todas forma, no mentiste cuando me dijiste todas esas cosas — Rodé mis ojos restandole importancia — Duele que te digan tus verdades de frente — Edwrad iba a replicar y lo mande a callar — El sarcasmo forma parte de mi vida, teniendo a Emmett como hermano es lo mejor — sonreí — No soy ruda, bueno si, o no, ¡Ah mierda no lo se! — Edward soltó una pequeña risita y yo golpee su hombro con mi puño, me miro alzando una de sus perfectas cejas mientras pasaba su mano por el 'lugar afectado' — Esta bien, soy ruda — Resoplé — Testaruda y orgullosa... eso no necesito aclararlo.

— Eres hermosa, ya te lo había dicho y lo vuelvo a decir — Edward acaricio mi mejilla y luego le dio un tierno beso — Cariñosa, con las personas que quieres serlo — Rodé mis ojos y mis mejillas se colorearon tenuemente — Pero lo más importante es que eres única cariño, y te amo así — Beso la punta de mi nariz y yo sonreí.

Con imperfecciones o no, yo también lo quería así.

Edward comenzó a doblar la hoja de papel en pequeños trocitos, luego la metió en el bolsillo de su pantalón nuevamente, miro el reloj de pulsera que llevaba, frunciendo el ceño levemente y poso sus esmeraldas en mi.

— Cariño, es hora de irnos — resople y me volví a estirar boca arriba sobre la hierba.

— ¿No podemos quedarnos solo un ratito mas? — Imite el puchero de Alice, haciendo sobresalir mi labio inferior un poco. Edward rió y paso su pulgar sobre mi labio dulcemente.

— No podemos, cielo — Hice una mueca de desagrado con mis labios — Um, no quiero que tu padre piense que he corrompido a su pequeña — Me dijo, guiñándome un ojo mientras se ponía de pie, me ofreció una de sus manos para que me levantara, la tome y Edward me ayudo a ponerme de pie, jalandome demasiado cerca de su persona.

— Te quiero, bobo — besé sus labios castamente.

Y sí, nunca me cansaría de repetirlo.


Llegue sumamente agotada a casa, Emmett me esperaba sentado en el sofá, con sus grandes brazos cruzados sobre su pecho y una de sus cejas alzadas. Rodé mis ojos y camine lentamente a donde se encontraba, tome asiento junto a el, quedando en un raro silencio. Comencé a tamborilear mis dedos sobre mis piernas, y mordía mi labio incesantemente, Emmett movía su pie rápidamente, en un claro movimiento de que 'esperaba algo' Resoplé y me gire para quedar cara a cara con el, apoye mis dos manos en mis piernas y tome una gran bocanada de aire.

— Edward y yo somos novios, ¿Feliz? — Su ceño se frunció por una fracción de segundos, abrió su boca y luego la cerro rápidamente, lo único que recibí de el fue un asentimiento de cabeza — ¿Eso es todo lo que me vas a decir? — Emmett volvió a asentir — Bueno entonces... yo me voy — Me levante lentamente del sofá, pero una mano tan conocida me jalo de vuelta a mi lugar.

— ¿Así que, son novios? — Asentí, sintiendo el calor subir a mis mejillas — ¿Quién se lo pidió a quien? — Fruncí el ceño y le conteste de todas maneras, sin entender a que quería llegar con esa pregunta.

— Um, bueno, Edward me pidió una oportunidad para que estuviéramos juntos, pero... — Emmett soltó una maldición bajo su aliento, que me desconcertó aun mas — Eh, pero yo fui la que le pregunto si quería ser mi novio — Una enorme sonrisa se planto en el rostro de Emmett, remarcando sus hoyuelos.

— ¡Si! ¡Jasper me debe cincuenta dólares! — Rodé mis ojos y deje caer mi cabeza contra la cabecera ¡Era demasiado obvio que todo esto tenia que ver con una estúpida apuesta!

Emmett tomo su celular y marco rapidamente un numero. Comenzó a gesticular con sus brazos unos gestos de victoria, mientras comenzaba a cantar una extraña canción, luego de su minuto de fama, se acerco a mi y me entrego el teléfono celular, con el altavoz encendido y una expresión sombría en el rostro.

— ¿Qué? — Le pregunte, mirándolo a el y al teléfono celular repetidas veces.

— ¡Edward dice que el tomo la iniciativa! Jasper no quiere pagar mis cincuenta dólares — Me encogí de hombros y alargue mi mano con el celular, entregándoselo — ¡Bella! ¡Dile a tu estúpido novio que no arruine mi victoria! — Un puchero se formo en mis labios, y como era costumbre, es gesto pudo mas que mi control.

¡Tu eres el estúpido Emmett! — La voz de Edward se escucho al otro lado de la linea.

— ¡Ey! no insultes al pobre de Emmett... eso solo lo puedo hacer yo — Una boba sonrisa apareció en mis labios — Y déjate de tonterías, yo te pedí que fueras mi novio — Edward soltó un resoplido, de fondo se escuchaban las risas de Rose, Alice y Jasper.

¿Vamos a empezar otra vez? Yo fui el que te pidió una oportunidad cariño — Era una idiotez, pero cada vez que escuchaba la palabra 'cariño, cielo' salir de sus labios mi estúpido corazón se ablandaba un poquitín más.

El amor cariño, el amor.

— Edward Anthony Cullen ¿Enserio quieres discutir conmigo? — Unas fuertes carcajadas se escucharon al otro lado de la linea, Emmett me miraba y alzaba sus pulgares en señal de apreciación, y la boba sonrisa que había aparecido en mi rostro se acrecentó.

No, Bella — Me respondió, por el tono de voz que empleo pude intuir que se encontraba avergonzado.

— Así me gusta cariño — Solté una pequeña risita — ¡Así que dile a Jasper que le pague al idiota de mi hermano, y que dejen de hacer apuestas a costas de otros! — Chille. Emmett alzó su puño al aire y comenzó nuevamente con su danza.

Creo que no es necesario que se lo diga — Edward dejo escapar una musical risa de sus labios — Bien, ve a dormir que ya es tarde. Te amo, ¿Lo sabes, no? — Un coro de 'Aws' resonó, y el color volvió a mis mejillas.

— Lo sé, yo también te amo — Y con la mima sonrisa boba corte el teléfono, mientras mi mente viajaba al país de las maravillas.

— ¡Ey, Bella! — Levante mi rostro y me encontré con un sonriente Emmett — ¿Porque no me ayudas a hacer una lista de imperfecciones sobre Pam Anderson? Estoy seguro de que ella me ama, pero tenemos ritmos de vidas tan diferentes... Se que se acuesta con esos tipos solo para hacerme sufrir — soltó un dramático suspiro y la almohada que le lance le llego de lleno en el rostro.

¿Quién iba a decir que un simple papel iba a ser mi perdición y a la vez mi salvación?

El amor duele...

¡Demonios que duele, y mucho!

Pero el verdadero amor siempre triunfa, por sobre todas las cosas.

Oh mierda, acabo de comprobarlo: Gracias a Edward me convertí en una blandita.

Y por supuesto, que yo me enamorara de Edward, que Edward y yo hubiéramos pasado por tantas cosas y que finalmente Edward y yo fuéramos novio, aparte de la lista, se lo debía enormemente a una sola y querida persona. Así que aquí viene un enorme agradecimiento a aquel personaje que me llevo a todo esto:

¡Gracias Lauren, muchas, muchísimas gracias, cariño!


~ FIN ~

Lista de imperfecciones por Bella Swan,capítulo 25:Una mente sin recuerdos.

Capítulo 25:Una mente sin recuerdos.

EPOV

— Ok, ahora dinos para que estamos aquí — Alice tenia una enormes sonrisa en su rostro cuando dijo eso, Rosalie me miraba con una de sus perfectas cejas rubias enarcadas. Suspire y agache la mirada. No podía creer en lo que estaba apunto de hacer.

— Alice, hermanita — Sonreí y luego dirigí mi vista a Rose — Rosalie querida — junte mis manos sobre la mesa y continué — Um, bueno, necesito su ayuda — solté, mirándolas expectante.

La rubia chica sonrió socarronamente, Alice no dejaba de dar brinquitos en su lugar, soltando repetidas veces 'lo sabia, lo sabia'

Así fue como, entre miles de cafés y unos cuantos panecillos por parte de Alice, les conté lo que tenia ideado para la cita con Bella. Recibí unos cursis 'aww' cuando termine lo que quería decirles, mis mejillas se sonrojaron levemente ante su estúpida reacción. Vamos no era tan, tan balndito como ellas me hacían ver.

— Esta bien, tendremos todo listo con Rose a las... siete y treinta — Asentí — Le pediremos ayuda a Emmett, el sabrá donde conseguir una de esas cosas — Rosalie asintió dándole la razón — Y lo demás déjalo en nuestras manos hermanito, ya verás que saldrá todo bien — Alice me guiño un ojo y se puso de pie, mientras hablaba por teléfono con alguien.

Ajá, me dejo a la deriva con el demonio de cabellos dorados.

Rosalie me examinaba con sus calculadores ojos azules, tan iguales y diferentes a los de Jasper ¿Podía siquiera eso ser posible? ya lo creo. Me removí incomodo, gracias a la mirada que Rosalie me estaba enviando en estos momentos, alzo una de sus cejas y con demasiada lentitud dejo la taza de café sobre la mesa. Resoplo y cruzo sus brazos por sobre su pecho. Hice una mueca con mis labios y me enderece en el asiento, tomando una posición casi igual a la de ella, claro, con menos seguridad de la que Rosalie destilaba.

— Y bien... — Rosalie sonrió con sorna y volvió a tomar su café — ¿Qué es lo que realmente pretendes con Bella? — Ahora fue mi turno de alzar una ceja.

— Y ¿Qué demonios se supone que significa eso? — Me hice un poco mas adelante con la silla, viendo fijamente los ojos de Rosalie.

— Edward, estas conciente de que si vuelves a comportarte como un maldito troglodita no te salvaras esta vez ¿cierto? — Con que era eso, ella estaba defendiendo a su amiga. Como ven, la chica tiene sentimientos. Asentí, sin poder retener la sonrisa divertida que se asomo por mis labios — Claro, los dos se comportaron como unos verdaderos idiotas pero... bueno, entiendes ¿no? — Asentí una vez más.

— Tranquila Rosie, idiota una vez, nunca dos veces — Le guiñe un ojo y tome un panecillo para echármelo a la boca.

— Bien — Me dijo, con una tenue sonrisa adornando sus labios.

— Bien — agregue, sonriéndole de vuelta.

— ¡Todo esta listo! — chillo Alice, guardando su teléfono celular en aquel pequeño bolso que llevaba — Anda Rose, levántate, hay mucho que hacer — Rose se tomo la ultima gota de café que le quedaba y se levanto. Las chicas se despidieron de mi haciendo un simple ademan con su mano y desaparecieron por la puerta del café.

Me quede recargado contra la silla por un buen tiempo luego de que ellas se fueron, cuando estaba preparado para pagar; si, porque yo había tenido que pagar su descomunal desayuno, una mano en mi hombro me impidió la tarea de ponerme de pie. Me gire y vaya la sorpresa que me encontré al ver a Alec tras de mi. Alce una ceja con asombro cuando este tomo asiento justo a mi lado.

Whoa, las vueltas de la vida ¿Huh?

— Um, ok, estos es incómodo — No encontré nada mejor que darle la razón — Bien, yo, quería darte las.. las gracias — Una sonrisa de burla se planto en mis labios. Esto si que era un momento épico, el rubito agradeciéndome ¡Pero que ironía!

— Vaya, um, de nada, supongo — respondí, encogiéndome de hombros para restarle importancia a la situación. Alec suspiro y se estiro en la silla.

— Si no hubiera sido por Bella, nunca hubieras escuchado un gracias de mi parte — agrego, mirando fijamente por la ventana — Que te quede claro.

— Ajá — le conteste — Y, um, ¿Cómo esta Jane? — le pregunte, rascando mi cabeza con incomodidad. Alec sonrió como un completo idiota ante la mención de la chica. Me pregunto si yo pondré la misma cara cuando el nombre de Bella sale a colación.

— También te agradece el que hayas hecho eso — asentí.

Después de todo Bella tenia razón.

Hacer una buena acción dejaba una tranquilizadora sensación en tu interior.

Más si el chico que estaba tras tu chica se encontraba fuera de juego ahora.


Eran ya las cuatro de la tarde.

Tenía que llamar a Bella para dejar clara la hora de nuestra cita.

Nuestra cita, sonaba tan bien aquello.

Tome el teléfono que descansaba en mi buró por enésima vez. Busque el número de Bella en la agenda, sonreí por inercia recordando cuando ella buscaba el número de Jane. Cuando finalmente lo encontré, suspire, no era como si fuera la primera vez que salia con Bella, pero si que había una gran diferencia. Antes lo hacíamos al modo de 'amigos' ahora ni siquiera sabia que eramos exactamente.

El tono se escucho al otro lado de la linea, y las manos me sudaban a mas no poder.

¡Estaba actuando como un jodido imbécil!

Era Bella por todo lo santo.

— ¿Si? — La voz de Bella resonó por la linea, y el aire se me quedo atascado en los pulmones. ¡Me encontraba en blanco! — Um, ¿Diga? — volvió a repetir, un poco mas impaciente — ¡Oh vamos! si es una de esas maldita bromas telefónicas te juro que... — Una risita escapo de mis labios — ¿Edward? — pregunto avergonzada — Mierda, siempre olvido ver quien es el que llama ¿Porque no contestabas? — Piensa Edward, piensa.

— Yo, um... ¿Cómo estas? — Y ese fue un patético intento de cambiar el rumbo de la conversación. No podía dejarme al descubierto diciéndole que mis nervios estaban mas activados que nunca porque tendríamos una cita.

— Eh, bien — Contesto — Mhm, ¿Y tú? —Sonreí, parece que no era el único nervioso aquí.

— Excelente — le respondí — Bella yo, quería, bueno... ¿Te parece bien a las ocho? — Pregunte estúpidamente, enredándome con las palabras. La respiración de Bella era lo único que se escuchaba.

¿A las ocho? — Susurro — ¡Oh, a las ocho! — Una nerviosa risita escapo de sus labios — Um, si, a las ocho esta bien — Fruncí el ceño.

¿Había olvidado nuestra cita?

— Lo olvidaste — Sentencie. Una punzada se clavo en mi pecho ¡Y yo que estaba como un completo idiota perdiendo la cabeza en esta cita! Hmpf, ella va y lo olvida.

— N-no, no lo olvide, es solo que... — Un suspiro escapo de sus labios — Bueno si, en realidad lo había olvidado ¡Pero tu nunca me dijiste cuando seria! — Cierto, un punto a su favor. Una risa volvió a escapar de mis labios, mientras desordenaba mi cabello por ¿Cuarta vez?

— Lo siento — agregué — Bueno, entonces nos vemos a las ocho — murmure, sin querer cortar la llamada.

— Mhm, nos vemos a las ocho Edward — dijo, antes de dejar la linea muerta.

Nunca en mi vida deseé con tanto fervor que la horas pasaran rápidamente.


Me encontraba en la estancia de la casa Swan.

Ajá, frente a la calculadora mirada de Charlie y Emmett...

Si, Emmett.

Por una extraña razón Emmett me tenia entre ceja y ceja; esta demás decir que me encontraba mucho mas incómodo con su mirada de lo que debería estar ¡Pero es Emmett, un maldito mastodonte que puede sentarse sobre mi y acabar con mi vida! Oh mierda, ahora estoy todo un 'Drama Queen' simplemente ge-ni-al. Mire el reloj que llevaba en mi muñeca por octava vez, y gracias a aquel pequeño gesto casi me pierdo la llegada de Bella. Su padre y su hermano se pudieron de pie, mientras ella bajaba la escalera y soltaba un sonoro bufido, con una de sus manos les hizo un gesto y les indico que se fueran de la sala, a regañadientes 'los machos alfa' de la familia Swan se despidieron, no sin antes recibir un 'te estoy observando' por parte de Emmett. Sonreí cuando Bella llego a mi lado, estaba tan simple y hermosa a la vez, algo que solo ella podía alcanzar. Le tendí mi brazo y le di una sonrisa torcida, su respuesta fue nada mas ni nada menos que uno de sus adorables sonrojos, mientras ligaba su brazo con el mio.

— ¿Lista? — Le pregunte, abriendo la puerta de entrada.

— Lista — declaro, sonriendo dulcemente.

...

El telón se mostraba a lo largo del árbol, gracias a la ayuda de Emmett las chicas pudieron conseguir un proyector, el resto fue fácil; Alice me ayudo con la película y voilà todo marchaba sobre ruedas. Mire de soslayo la expresión de Bella, una hermosa sonrisa adornaba su sonrojado rostro mientras su vista paseaba por todo el lugar, examinando. Se giro y su sonrisa se acrecentó, si es que era posible, tomo mi mano y camino a la manta que se encontraba sobre el césped, entre el proyector y el telón. A un costado de la manta había una pequeña cesta, cortesía de Rosalie, que contenía miles de pequeños panecillos de todos los tipos. Bella tomo asiento y jalo de mi mano para que me sentara junto a ella, lo hice.

— Whoa, Edward, esto es...hermoso — susurro, dándole un leve vistazo al cielo, las estrellas se podían ver con claridad gracias a que nos encontrábamos en un lugar privado de las excentricidades de la ciudad.

— Bueno, seria mejor si las estrellas no fueran tan brillantes como ahora, así veríamos la película mejor — Bella rodó sus ojos y sonrió. Me acerque a la canasta y saque dos panecillos, le ofrecí uno a Bella y el otro me lo deje para mi. Me levante y camine al proyector, cuando la película estuvo en su lugar, una imagen apareció en el telón. El gemido de sorpresa que dio Bella fue música para mis oídos. Camine lentamente y me volvi a sentar junto a ella, sus ojos estaban pegados a la pantalla.

— ¿Co-como lo hiciste? — Me pregunto, sin retirar la mirada de la película — ¿Como conseguiste esta película para un proyector así? — Se giro y clavo sus enormes ojos marrones en los míos, la emoción era tangible en aquellos pozos sin fondo que me observaban expectantes.

— Cariño, tengo mis contacto — Le respondí, guiñándole un ojo. Bella sonrió y volvió su atención a la película.

Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, siempre me había preguntado que era lo que Bella encontraba fascinante de esta película, en mi opinión, todo acababa cuando Kate Winslet aparecía con el cabello de color azul en la pantalla y claro, Jim Carrey en esta faceta tan 'anormal' para su persona. Pero no, para ella siempre haba sido alucinante, como el amor los hacia tomar la drástica decisión de borrar sus mentes; enserio, no le encuentro nada alucinante a eso. Pero bueno, supongo que son cosas de chicas que nunca llegaré a entender. Cuando la película iba en aquella parte en la que el ya no quiere que borren los recuerdos de su chica, los ojos de Bella se encontraban en estado de transición: Rojos, brillosos, inundados en lagrimas. Me levante, sin que Bella me tomara atención alguna, y me posicione tras ella, dio un respingo cuando pase mis piernas a los costados de su cuerpo y la atraje a mi pecho, se relajo luego de unos segundos y se acomodo sobre mi pecho.

— Cuando tenga una hija su nombre será Clementine — Dijo Bella, cuando la película llego a su fin — Um, sip, se llamará Clementine Orange — Una enorme carcajada broto desde lo mas profundo de mi pecho, Bella me golpeo juguetonamente, con una sonrisa cursando sus labios.

— Simplemente no puedes hacerle eso a tu hija — le dije, tratando de contener la risa que amenazaba con salir nuevamente. Bella dirigió su vista al cielo una vez más y frunció sus labios, ensimismada en sus pensamientos.

— ¿Por qué no? le vendría el nombre si sale con tu cabello y...— Los ojos de Bella se abrieron de par en par al igual que los míos, mientras que sus mejillas adquirían una hermosa tonalidad rosácea. El silencio predomino un instante entre nosotros, un silencio un tanto incómodo.

Dios, ¿Escuche bien, ella realmente dijo eso?

— Um, ¿Qué acabas de decir? — le pregunte, desordenando mi cabello nerviosamente.

— Nada — Contesto cortante, echando un panecillo entero a su boca, sin poder articular palabra.

— Bueno, seria un buen nombre si saliera con mi cabello — Comente como si nada, para aligerar el ambiente. Bella se removió entre mis brazos — Aunque, solo pido que tenga tus ojos, con eso me basta — finalice con una sonrisa, mire a Bella de reojo, sus mejillas estaban arreboladas y jugaba impacientemente con un panecillo entre sus manos.

— Edward... — Un enorme suspiro abandono sus labios, y su vista volvió al cielo — Me encantan... — susurro, con una suave sonrisa en su rostro — Las estrellas, son tan... tan maravillosas — Dirigí mi vista al cielo, la luna junto a las estrellas alumbraban en todo su resplandor.

Nos quedamos en silencio observando las estrellas.

Una cantidad de cosas pasaban por mi cabeza; una de ellas era que me gustaba estar así. Bella entre mis brazos, sin ninguna preocupación, dejando de lado la bendita lista ¿Acaso así era el cielo? Bella se acomodo nuevamente entre mis brazos, se recargo contra mi y apoyo sus brazos sobre los míos, que se encontraban sobre su estómago.

Ahí fue cuando me di cuenta de que ya no podía esperar mas.

Había esperado tanto tiempo, había hecho tantas idioteces solo para llamar su atención, me había comportado como un autentico crío frente a ella. Y no podía mas, no podía seguir esperando. Quería poder estar así con ella cuantas veces quisiera, sin tener que trazar planes ni nada por el listo, solo porque ella y yo lo quisiéramos así; acariciar su rostro interminables veces, besar sus malditos labios que me tenían desquiciado ¿Era mucho pedir? ¿Seria realmente malo preguntarle si estaba lista?

Una mente sin recuerdos... — Susurre sin darme cuenta. Bella me miro por sobre su hombro y frunció el ceño.

— ¿Por qué dijiste eso? — Me pregunto en un murmullo, mire sus ojos directamente y sonreí levemente.

— Bella... — Se deshizo de mi agarre y se sentó frente a mi, a lo indio — Una oportunidad — Bella alzó una de sus cejas, un tanto confundida — Es todo lo que te pido, una oportunidad para demostrar que... que puedo ser diferente por ti — agache la mirada y continué — Olvidémonos del pasado y centrémonos en el ahora, en el nosotros que podría existir — Finalice, jugando con el césped entre mis dedos. Ella me miro atónita, luego abrió su boca y soltó aire súbitamente.

— Edward, yo... — Pose mi dedo índice suavemente sobre sus labios y le sonreí.

— Solo una oportunidad cariño, es todo lo que pido.

Lista de imperfecciones por Bella Swan,capítulo 24:El plan maestro, todo un fracaso.

Capítulo 24:El plan maestro, todo un fracaso.

BPOV

— ¿Me dirás porque te fuiste así de la nada? — La curiosidad mato al gato, pero este no era el caso. Un brillo de diversión cruzó por los verdes ojos de Edward, apoyó su brazo despreocupadamente en mis hombros y despeino mi cabello cariñosamente.

— Eres...eres tan ciega, Bella — agregó, regalándome una hermosa sonrisa. Fruncí el ceño al no entender lo que quiso decir, me encogí de hombros y lleve mi mano a su frente, gracias a la pequeña llovizna que caía unos mechones de su cabello se habían pegado en aquella parte de su rostro, los retire delicadamente y le sonreí.

— Um, entremos, se esta poniendo horrible aquí fuera — Edward soltó una pequeña risita, y me guió dentro de la cafetería.

Cuando cruzamos el umbral, vi el sonriente rostro de Alec, quien conversaba animosamente con Emmett y Jasper. Me detuve súbitamente al recordar la pequeña conversación que habíamos tenido minutos atrás, conversación que me hizo olvidar todo el asunto de 'Papá metiche' que apareció ahora en mi tan monótona vida...

Flash Back

Papá me había traído unas cuantas cajas de chocolate, sabe que amo el chocolate y que es mi maldita debilidad, y mas si se trata de unos deliciosos Hershey's; pero que no crea que me dejare comprar tan fácilmente, no señor, por culpa de su intromisión Edward estaba al tanto de todo, si, acepto que yo ayude un poco al final...solo un poco; ese beso no fue nada fuera de lo común ¿no?

¿A quien quieres engañar Bella?

— ¿Diga? — No alcance a ve quien era el que hacia la llamada, mamá me tenia copada con los quehaceres del hogar.

— ¿Bella? — La inconfundible voz de Alec me respondió al otro lado de la linea, sonreí por inercia y deje la escoba a un lado, mientras me echaba en el sofá. Un poco de descanso no le hacia mal a nadie, mal que mal, yo era la única haciendo estas cosas mientras que cierto hermano jugaba 'Halo'.

— ¡Cariño, no sabe cuan feliz me hace oír tu voz! — Alec soltó una suave risita ante mi dramatismo — ¿Qué sucede? — Pregunte, cambiando el tema, sin borrar la sonrisa de mi rostro. La linea estuvo muerta por un tiempo, llegue a pensar que Alec había colgado o se había caído la linea, pero un suave suspiro me hizo volver a la realidad — ¿Estás bien? — Le volví a preguntar, con la preocupación tangible en mi voz.

— Bella, yo... — Y ahí vamos con un nuevo suspiro — ¿Podemos vernos en unos minutos más? — Mire a mi alrededor, la cocina ya estaba lista, el segundo piso lo había terminado por la mañana gracias al cielo, solo me quedaban algunas cosas de la sala de estar...que fácilmente podían esperar. Me puse de pie y sacudí mi blusa un par de veces, tome un abrigo del perchero y cogí las llaves que estaban sobre la mesita de centro.

— ¿Dónde estas? — Pregunte, preparada para ir al rescate de mi chico.

— En el parque — Contesto cansinamente.

— Ok cariño, espérame allí — Colgué el teléfono sin darle tiempo a responder — ¡Emmett, saldré por unos minutos! — Chille, asomándome por la escalera. Cuando finalmente escuche el 'Esta bien Bells' de Emmett, salí de la casa como alma que lleva el diablo...o algo peor.

Al llegar al parque, me encontré con una imagen un tanto extraña. Alec estaba sentado en una banca alejada del resto y miraba la pantalla de su teléfono celular sin siquiera pestañear, fruncí el ceño mientras me acercaba cautelosamente a el, cuando estuve lo bastante cerca le di tres toquecitos en su hombro y al girarse...Dios, al girarse me encontré con una persona totalmente distinta a aquel de azulinos y risueños ojos que ahora era uno de mis mejores amigos.

— Hey — Me dijo desganado, haciendo un amago de sonrisa. Le sonreí tenuemente, mientras rodeaba la banca y tomaba lugar a un costado suyo.

— Esta bien, suéltalo — Me gire sobre la banca y me senté al estilo indio, mirando atentamente su rostro, esperando alguna respuesta.

— El amor apesta ¿No crees? — Suspire y rodé mis ojos. En estos momentos era la persona menos indicada para hablar de amor. Hice una mueca con mis labios, mientras tomaba una de sus manos entre las mías.

— No apesta, solo es...complicado —Alec sonrió, sonrisa que le devolví — Ahora dime ¿Tiene esto que ver con cierta chica de cabellos rubios y ojos grises? — Alec rodó sus ojos y asintió — Así que...aún la amas — Sentencie, mientras veía de soslayo como Alec movía su cabeza afirmativamente — Y ¿Me puedes explicar cual es el problema? — Un bufido escapo de sus labios y agacho su cabeza, como si la hierba que se encontraba bajo sus pies fuera lo mas importante en este momento.

— Jane es el problema — Me contesto desganado. Quise sonreír en ese momento, después de todo, Edward y yo no eramos los únicos idiotas ciegos que existían en este pueblo. Jane, la chica recordaba cada una de las cosas referentes a él ¿Como podía estar inseguro?

— Y...¿Porque ella es la del problema? — Alec levanto su vista y clavo sus grandes ojos en los míos.

— Ella no es la del problema, digo, es solo que... ella es mi problema — Rodé mis ojos.

— ¡Alec! — Chille, seguido de un resoplido que salio de mis labios — La amas, ella te ama ¿Cual es el maldito problema? — Ajá, sutiliza definitivamente no era mi segundo nombre. Alec frunció el ceño y luego soltó una amarga risotada.

— Ella no me ama — Me dijo seriamente — No lo hace — Entrecerré mis ojos y le di un apretón a su mano.

— ¿Se lo has preguntado? — Negó con su cabeza — Debo suponer que no la ves desde aquel día en Remember ¿Cierto? — Asintió — Entonces ¿Como puedes estar tan seguro de eso si ni siquiera has vuelto a hablar con ella? — Alec rodó sus ojos una vez más, y yo le di un pequeño golpe en su cabeza — ¡Y no me hagas ese gesto de "D'oh, Bella, es lo mas obvio"! — Una verdadera sonrisa se asomo por sus labios ahora.

— Es obvio Bella — Contesto.

— No lo es, y yo, por como me llamo Isabella Marie Swan, que te demostraré lo contrario — Una gigantesca sonrisa apareció en mi rostro después de eso.

Lo único que me faltaba era encontrar a Jane.

Ajá cariño, pan comido.

Fin Flash Back

— ¿Bella? ¡Bella! — Parpadee un par de veces antes de volver a la realidad, Edward agitaba su mano desenfrenadamente frente a mi rostro, la aparte de un manotazo — ¡Ey! Yo solo te traía devuelta a la realidad — Rodé mis ojos. Mi vista volvió donde cierto chico de ojos azules, aún no nos veían. Tome la mano de Edward y lo guié fuera del local nuevamente — Espera, ¿Que demonios? — Me plante frente a el y le hice un gesto para que se acercara a mi.

— Edward, necesito tu ayuda — Solté de golpe. Cullen me miro expectante, esperando que continuara — ¿Tienes el numero de Jane? — La confusión paso por su rostro, comenzó a abrir y cerrar su boca, sin decir nada — Tranquilo, no haré una escena de celos ni nada de eso — bromeé. Esa sonrisa torcida que muchas veces había pasado inadvertida por mi, ahora causaba estragos en mi mente más que nunca. Enserio ¿Como mierda ponía sus labios para hacer ese hermoso gesto?

— Entonces si, lo tengo — Se que era una broma, pero no pude detener el bombardeo de preguntas que se me vinieron a la mente ¿Porque tiene su teléfono? ¿Tendrá todavía el teléfono de sus otras chicas? y un montón de cosas como esa, ajá, estaba toda una paranoica. Saco su teléfono celular lentamente del bolsillo de su pantalón, y antes de que comenzara a buscar el nombre de Jane en la lista, se lo arrebate de las manos — ¡Ey! — Chillo, mirándome con una de sus cejas encorvada.

— Yo lo busco — Le dije, desviando mi mirada rápidamente, la pantalla se encendió, dejando ver como fondo una hermosa fotografía donde Alice salia prácticamente colgada del cuello de Edward, sonreí. Apreté el menú, y en una de las esquinitas estaba la libreta con los números telefónicos, tal vez me quede pensando mucho tiempo en si buscarlo o no, porque no me di cuenta cuando Edward se posiciono tras de mi, hasta que sentí su aliento golpeando tenuemente contra mi cuello.

—Um, el listado no muerde Bella — murmuro, mirándome divertido. Fruncí mis labios y apreté el maldito icono, dejando de lado lo estúpida que estaba siendo — ¿Tienes miedo de que aparezca el numero de Kate o alguna de ellas? — me pregunto, con un tono burlón que hizo mis mejillas encender. Claro que no tenia miedo de eso, absurdo.

— Cállate — le dije, mientras buscaba el numero de Jane — ¡Yay! aquí esta — Chille, saque mi teléfono celular rápidamente y lo copie, mientras le entregaba el suyo a Edward — Bien, ahora, te diré en que necesito tu ayuda — Edward se apoyo contra la pared de la cafetería, bajo el pequeño techito que sobresalía y el cual nos estaba protegiendo de la suave llovizna que caía ahora — Tu, Edward Anthony Cullen, me ayudaras a que Jane y Alec vuelvan a ser novios — Sentencie, con una sonrisa en mi rostro.

— Ya — Dijo con tono aburrido — Y ¿Que gano yo con eso, mi queridísima Bella? — Rodé mis ojos y golpee su pecho con mi dedo indice.

— Pues... ¡Harás una buena acción, tonto! — Edward comenzó a negar con su cabeza, mientras se acercaba peligrosamente a mi.

— Nop, yo quiero algo — Mierda, debí suponerlo. Me enderece y levante la barbilla a modo desafiante — Yo quiero...una cita — agregó, haciendo esa extraña mueca torcida que se hacia llamar sonrisa. Fruncí el ceño y me cruce de brazos.

— ¿Co-con quien quieres una cita? — Le pregunte, enredándome al principio. Edward suspiro y se acerco mas a mi, golpeo la punta de mi nariz con su dedo índice, haciendo que en un acto reflejo mi nariz se arrugara.

— Contigo, boba — Mis mejillas se volvieron a colorear de un intenso color carmín.

¿Ayudar a Alec y tener una cita con Edward?

¡Dios, que castigo más grande!


Feels like I'm fallin' and I am lost in your eyes. You make me crazier, crazier, crazier... — Mamá me miraba divertida, Emmett bailaba con la lechuga que tenía entre sus manos, imitando pobremente la voz de Taylor Swift. Solté un molesto resoplido cuando Emmett comenzó a besar asquerosamente a la pobre lechuga que no era culpable de nada, antes de tirarle una uva en el rostro — ¡Ya basta Emmett! — Chille, volviendo a mi trabajo con los tomates.

— Aw, primero Eddie es el sensible, y ahora tengo que soportar la cursileria de mi querida Bella cantando Crazier — Una burlesca sonrisa se asomo por sus labios — ¡amore, amore! — Chillo, utilizando el acento italiano que había aprendido hace dos años atrás.

— Idiota, ¡Tu fuiste quien sintonizo esa radio! — Le dije, apuntándolo con el cuchillo — No es mi culpa que justamente me sepa esa parte de la canción — Si, mis mejillas me delataban en estos momentos. Emmett iba a hacer uno de sus queridos comentarios pero mamá le hizo un gesto con sus manos para que cerrara la boca.

Seguimos haciendo el almuerzo en familia, por mi parte, ya estaba por terminar con los tomates, mientras que Emmett seguía despedazando la pobre lechuga, mamá dejo la olla a medio revolver y fue a ayudar al idiota de mi hermano. En un momento apareció papá en la cocina con el teléfono en sus manos, seguí pelando el último tomate que me quedaba, aún estaba en el plan 'Ley del hielo' con papá.

— ¡Cariño! — Chillo mamá, mientras se limpia sus manos en el delantal y le daba un dulce beso a papá en los labios. Papá sonrió y rodeo su cintura con uno de sus brazos y ¡Pam! sus achocolatados ojos estaban clavado en mi.

— Um, Bells, cariño —levante la vista y lo mire esperando a que continuara — Edward esta al teléfono — Mis mejillas se volvieron a colorear cuando Emmett comenzó a hacer ruiditos absurdos de besos, corrí prácticamente donde papá y le arrebate el teléfono.

— ¡Voy arriba! — Chille, subiendo las escaleras a una velocidad extraña para mi persona — ¿Si? — pregunte, con la respiración agitada.

— Todo listo cielo — Pase de alto ese 'cielo' y me concentre en lo que decía — Ya he hablado con Jane, claro, ella no sabe nada de que Alec estará allí también. Pero aceptó ¿Estas contenta? — Sonreí y solté un chillido estilo Alice.

— ¡Aw! ¡Gracias, gracias, gracias! — comencé a decir, mientras saltaba por toda mi habitación y Edward soltaba una pequeña risita al otro lado de la linea — Bien, entonces...tenemos todo listo — Me estire a lo largo de la cama mientras dejaba escapara una risita.

— Vaya, si que estas feliz ¿Tan importante es Alec para ti? — Me pregunto, con una extraño tono de voz. Rodé mi ojos y me gire sobre la cama, hasta quedar acostada sobre mi panza.

— Ajá, como lo es Emmett, Jazz...— Conteste, jugando con la orilla del edredón.

— ¿Yo no te importo? — Me pregunto, con voz de niño pequeño. Rodé mis ojos una vez más y le respondí.

— Nop — Una fuerte risotada se escucho desde el otro lado del teléfono — ¿Porque te ríes? — Le pregunte, usando un tinte de seriedad en mi voz. La risa de Edward se detuvo abruptamente, la linea quedo en silencio por unos segundos y ahora era yo la que quería soltar una gran carcajada.

— Mientes — Sentencio, utilizando el mismo tono de seriedad que yo.

— No — Repliqué, enderezándome en la cama.

― Sé que estas mientindo, Bella ― Me dijo después de un rato, sonreí.

¿Era idiota o que? Sería ilógico si el no me importara.

― Ok, lo que digas Edward ― Pero demonios, era tan genial molestarlo ― ¿Dónde quedaste con Jane? ― le pregunte, cambiando el tema. Edward resopló, podía imaginarme como pasaba su mano por su cabello repetidas veces al sentirse frustrado.

― Eh, ¿En el centro comercial? ― Bufe, ¿No podía haber pensado en un lugar más...íntimo? ― ¡Ey! Tu me dijiste que hiciera las cosas rápido, no se me ocurrió nada más.

― ¡Esta bien! No he dicho nada ― Respondí, soltando una risita ― Bueno, nos vemos luego entonces ― Fruncí mis labios mientras decia esto. Edward solto un suspiro.

― Nos vemos Bella ― Contesto desganado. Dios, una extraña fuerza me detenia a colgár el teléfono ¿Tan estúpida te volvia el amor?

Y ahí vamos con esa palabra nuevamente.


Mis manos se retorcían dentro de los bolsillos de mi abrigo, estaba nerviosa. Alec caminaba a un costado mio, y si no se había dado cuenta de las miraditas que le mandaba era porque el chico iba muy distraído. Y por mi mente pasaban un millón de cosas, ¿Que pasaba si Jane en realidad no tenia ningún interés por Alec? Seria mi estúpida culpa y tendría que vivir con el cargo de conciencia de que gracias a mi, el chico tiene el corazón roto. Nunca antes el centro comercial se había visto tan espeluznante, ni siquiera cuando Alice me obligaba a venir con ella para ver los descuentos de sus tiendas favoritas, entiéndase a eso como a toda una mañana-tarde en el centro comercial cargada de bolsas y una pixie psicópata de acompañante.

― ¿Estas bien? Te noto un poco...nerviosa ― Trague pesadamente, discreción era la clave. Sonreí y tome su mano, cambiando a modo 'alegre sin nervios'.

― Estoy bien, solo recordaba cuando Alice me traía a rastras al centro comercial ― Me estremecí cuando recordé aquel cincuenta por ciento de descuento en la lencería de Victoria's Secret. Alec solto una pequeña risita, mientras nos adentrábamos en el centro comercial.

Y ahora ¿Qué le diría?

¡Hey Alec! Um, ¿Quieres ir a tomar un helado?, pero si nos encontramos con tu ex novia no te preocupes, es solo un pequeño plan que he armado con ayuda de Edward ¡Solo eso!

No, definitivamente no podría decirle eso.

― Y...¿Donde vamos Bella? ― me pregunto, mirándome de una forma que decía 'se que algo estas tramando dentro de tu cabeza'. Tome su mano y lo jale para que caminara más rápido, mientras pensaba en alguna respuesta.

― Bueno...vamos a tomar un helado, ya sabes, me encantan los helado ― Le respondí un tanto nerviosa, guiñándole un ojo en el proceso. Los chicos tenían razón cuando me decían que esto de mentir se me daba horrible.

Luego de eso, Alec dejo de hacer preguntas y solo camino a mi lado, mientras yo sentía mis manos sudar y le rogaba a Dios que Edward haya tenido mejor suerte que yo con esta mentira. Subimos la escalera mecánica hasta el patio de comidas, nuestras manos aun estaban unidas y no pensaba soltarla tampoco, ya me encontraba bastante nerviosa como para quitarme este apoyo. A lo lejos vislumbre la heladería donde hacía turno Alec, y en una de las mesas, un poco mas apartada del resto, se encontraba Edward, de espaldas a nosotros, y claro, frente a él estaba la chica que robaba los suspiros de mi compañero. Alec se detuvo, y quedo con la vista suspendida en la mesa donde se encontraban Jane y Edward, mi corazón comenzó a bombear con mas fuerza ¡Ya veía su regaño venir!

― Supongo...que tu no tienes nada que ver con esto ¿no? ― Se giro lentamente, mirándome con una de sus rubias cejas arqueadas. No encontré nada mejor que encogerme de hombros ― Ya... ¿Y tu esperas que te crea eso? ― Asentí, sin ser capaz de articular palabra. Jo, si habría la boca una sarta de estupideces saldrían de ella ― Bien, vamos por ese helado ― Alec suspiro y volvió a coger mi mano, jalo de mi, haciendo que volviera a la realidad.

A paso rápido pasamos por el lado de los chicos, no pase desapercibida la mirada atónita que Jane nos dio, mientras que Edward nos miraba con el ceño fruncido. Alec pidió dos helados de frutilla rápidamente, luego de que un compañero de trabajo le hiciera un descuento y nos entregara el pedido, me guió a una mesa que se encontraba en la otra punta del local, lejos de Edward y Jane. Suspire mientras tomaba asiento, no estaba saliendo como lo planeado, ¡Se suponía que ellos se verían y se preguntarían '¿Que estas haciendo aquí?' y luego, cuando quedaran ensimismados en su mundo, llegaría la hora de retirada mía y de Edward!

― ¿No comerás tu helado? ― Alec me pregunto, dándole una larga lamida a su helado de frutilla, asentí, dirigiendo una discreta mirada a la mesa donde se encontraba Edward, quien tenia sus ojos fijos en nuestro lugar ― ¿Qué ves? ― Me pregunto inocentemente, mirando por sobre su hombro.

― Nada ― Respondí rápidamente, dándole una probada a mi helado. Alec se volteó y me regalo una sonrisa un tanto extraña ― ¿Estas bien? ― Mierda, esa fue una mala pregunta de mi parte. Alec alzo una ceja y soltó una carcajada.

― Perfectamente ― Contesto ― Ok, dime la verdad Bella ― Su rostro cambio rápidamente a una mueca de seriedad ― Se que tienes algo que ver con...eso ― Dijo, apuntando con su cabeza en la dirección de donde se encontraban los chicos.

― Si te digo que no ¿Me creerás? ― Le pregunte tímidamente, tanteando el terreno, no quería que se enojara conmigo por esto. Alec negó lentamente con su cabeza, suspire ― Tal vez tenga algo que ver ― Le conteste insegura ― Yo solo...

― ¿Querías ayudar? ― Asentí agachando la cabeza, sintiéndome como la estúpida mas grande del planeta ― Tonta, Bella ― dijo cariñosamente, estirando su mano y acariciando mi mejilla dulcemente ― Gracias, um, creo ― dijo, sonriendo.

― ¿Gracias, porqué? ― le pregunte confundida y un tanto sorprendida por su reacción.

― Por preocuparte por mi cariño ― Sonreí, dándole una nueva la mida a mi helado.

Luego de eso comenzamos a hablar de temas sin sentido, me había resignado a que el plan había fallado en su totalidad; eso no quitaba que Edward y Jane siguieran sentados en la mesa que estaba a solo unos pasos de nosotros, pero si Alec podía ignorara a la chica, pues yo también lo haría, solo por el. Ya vendría después las disculpas con Edward al hacerlo pasar por todo esto. Hubo un momento en que Alec se acerco demasiado con su helado, manchando mi mejilla de paso, justo cuando estiro su mano con la servilleta en ella para ayudarme a limpiarla, otra mano tomo su muñeca y la volvió a alejar. Sip, al levantar mi vista el helado se me quedo atorado a la mitad de la garganta, Edward me daba una sonrisa que expresaba mucho, o algo así como 'Luego hablaremos de esto' y a su lado estaba Jane, que veía intercaladamente de Alec a mi, con sus ojos mas opacos que de costumbre.

― Ok, ya basta ― Dijo Edward, me tomo del brazo y me hizo ponerme de pie en un santiamén ― Creo que Jane es la que debe ocupar ese lugar ― comento, apuntando el lugar donde me encontraba yo anteriormente.

― Mira, Cullen... ― Alec hechaba chispas, se iba a poner de pie, pero la mano de Edward en su hombro se lo impidio.

― Escúchame ― Le dijo Edward, con la voz ronca ― No querrás cometer errores, créeme cuando te digo que luego te arrepentirás de ello, lo sé por experiencia ― Edward desordenó su cabello y le dio una última mirada a Alec ― Ahora, se mas valiente de lo que yo fui y no la dejes escapar ― Le guiño un ojo y tomo mi mano.

Jane y Alec nos miraban estáticos mientras nos alejábamos de ellos.

Lo último que vi fue una dulce sonrisa en el rostro de Alec y las mejillas arreboladas de Jane mientras tomaba asiento.

― Whoa, tu...― No tenia palabras para explicar lo que Edward había hecho exactamente.

― Lo sé, soy genial ― Comento, dándole un apretón a mi mano. Golpee sus costillas con mi codo juguetonamente ― Descubrió tu 'plan' ¿Cierto? ― me pregunto divertido, sonriendo torcidamente. Bufe, inflando mis mejillas y asentí ― Lo sabía.

― Fue lindo lo que hiciste ― Murmure luego de unos segundos ― Ya sabes, decirle todo eso, aunque fuera con esas tan 'sutiles' palabras ― Rodé mis ojos, y una sonrisa se poso en mis labios. Edward soltó una pequeña risita.

― Bueno, el estuvo contigo cuando yo me comportaba como un idiota, tenia que agradecerle de alguna forma ¿No crees? ― Me pregunto, posando sus verdes ojos en los mios, sonreí tenuemente y agache la mirada ― No soy tan cruel e insensible, Bella ― Agregó, seriamente.

― Lo sé, yo, solo...gracias ― Susurre, dándole un suave apretón a su mano que seguía unida a la mía.

― Todo por una cita contigo, cariño ― Mis mejillas se sonrojaron cuando dijo aquello ― Como ves, no soy tan despreciable después de todo.

¿Acaso el recordaba todas las palabras que había escrito en la lista al pie de la letra?

Cada vez que hacia alguna alusión a la bendita lista, mi corazón se estrujaba poco a poco.

Tal vez, y solo tal vez me había pasado de la raya en algunas cosas.

Y tal vez, el no sea el único que debe cambiar algunos aspectos de su persona.

Es mas ¿Porque cambiar, si a fin de cuentas, el me comenzó a gustar cuando era lo que era?

Bueno, tendría esa cita para despejar ciertas dudas que crecían en mi querida cabecita.

Cita, la sola palabra hacia que un escalofrió recorriera mi columna vertebral.

Lista de imperfecciones por Bella Swan,capítulo 23:Nos vemos en el infierno.

Capítulo 23:Nos vemos en el infierno.

EPOV

Esperaba un gesto, alguna frenética negación con su cabeza ¡Mierda, simplemente esperaba que dijera algo que negara aquello!

Pero lo único que hizo fue quedarse estática frente a mi, sin despegar sus ojos de los míos.

Mi corazón dio un brinco de alegría en mi pecho.

Asi que... ¿Te gusto? — no pude contenerme y se lo pregunte, ante la atonita mirada de Charlie. El rostro de Bella no podía estar mas sonrojado, comenzo a abrir su boca una y otra vez, sin soltar palabra alguna.

— ¿Qué no lo sabias? — me pregunto Charlie, confundido. Negué con mi cabeza, sin borrar la estúpida sonrisa de mi rostro — Oh...—Charlie se giro lentamente y le dio una mirada de disculpa a Bella, ella solo fruncio el ceño, y se alejo dando zancadas.

— Creo...creo que sera mejor que vayas a hablar con ella, Edward — Carlisle me dio una palmadita en el hombro y yo asentí.

Creo que ahora amo a Charlie.

No de una forma homosexual, si no que simplemente lo amo por ser tan entrometido.

— ¡Ey, Bella! — chille, mientras corría para alcanzarla. Ahora, en momentos como este, era cuando odiaba que a mamá le gustaran los jardines extremadamente grandes, no era como si hubiera perseguido a alguien antes tampoco. Bella apuro su marcha, así que no me quedo de otra que correr hasta llegar a su lado, cuando finalmente la alcance, jale de su brazo y me quede ahí, tratando de recuperar el aire — Whoa, si que caminas rápido — trate de bromear, pero la situación no lo ameritaba.

— ¿Que quieres Edward? — me pregunto con cansancio. Tome aire un par de veces y fije mis ojos en los suyos.

— ¿Te gusto? — pregunte, sin poder contenerme por segunda vez y obvio, sin borrar la sonrisa de mi rostro.

— Si, eh, no...digo — Bella meneo su cabeza de un lugar a otro, inflo sus mejillas y gruño algo bajo su aliento. Sonreí más abiertamente, solo por inercia al verla en esa faceta tan infantil suya, decir que se veía completamente adorable era quedarse corto.

— Así que...te gusto — sentencie, acrecentando la sonrisa que estaba en mi rostro, un poco más y seria una sonrisa permanente. Bella me dedico una gélida mirada y bufo — Te-gusto — repetí, separando las palabras, me gané un golpe en el brazo por parte de Bella, quien no podía más con el sonrojo de su rostro.

— ¡Podrías dejar de repetirlo! — me chillo en la cara, tan malditamente cerca.

— Um, vamos...si no es tan malo — sonreí de lado, acercándome un poco mas a ella — Te gusto — repetí lentamente. Bella me miraba fijamente — Anda, repítelo conmigo — murmuré, mirando fijamente sus labios.

Sus labios.

Dios, los labios de Bella eran...especiales. Tan rosados, tan pequeños, tan malditamente suaves.

No — susurró — No lo diré — suspire y agache mi mirada ¿Porque tenia que ser tan terca?

Bueno... rodé mis ojos, y me acerca mas a ella, haciendo que nuestras narices se rozaran — Si quieres yo lo digo susurre, sonriéndole y encogiéndome de hombros, lo había dicho una vez ¿Porque no dos veces. El rostro de Bella subió de color mientras dejaba salir un resoplido de sus apetitosos labios.

— No, no lo hagas — dijo avergonzada — Por favor no vuelvas a hacerlo — la suplica que había en esa palabra me descolocó, funcí el ceño levemente y apoye mi frente contra la suya.

— ¿Porqué? — le pregunte, en un bajo tono de voz. Bella sonrió tenuemente y suspiro.

— Po-porque no — contesto, volviendo a levantar su vista, y fijar sus achocolatados ojos en los míos.

— Esta bien — agregué, encogiéndome de hombros una vez más — Pero... ¿No puedes solo decirlo? — insistí, ¡Solo quería escuchar esas simples palabras de sus labios! ¿Tanto trabajo era? — Solo una vez ¿si? — hice el puchero made in Alice, y me gane una hermosa sonrisa.

— No, Edward — contesto.

— Anda, solo una vez — volví a insistir. Bella negó con su cabeza — Um, entonces ¿Me darías un beso? — Pregunte divertidamente.

— En tus sueños, Cullen — respondió Bella, mordaz.

— Bueno, en mis sueños hay mas que solo besos...— Bella me golpeo el brazo con gran fuerza, empuñe mi mano tratando de alejar el dolor ¡Si que pagaba fuerte!

— Eres un maldito pervertido — espeto, golpeando mi pecho con su dedo indice. Tome su dedo con una de mis manos y lo lleve a mis labios, le di un casto beso en la punta y le guiñe un ojo, el rubor de Bella volvió a aparecer.

— Entonces...¿Me lo dirás? — Si, estaba actuando como un pequeño niño ¡Y me importaba una mierda!

— ¿Para qué? Charlie ya lo dijo, me dejo expuesta ante ti — dijo, rodando sus ojos — No es necesario que lo repita ¿Quieres alimantar tu ego, o qué? — Fue mi momento de rodar los ojos, mientras un pequeño dolor se instalaba en mi pecho.

— ¿Tienes que sacar eso a colación? — pregunte, con un poco de brusquedad — No Bella, no quiero alimentar mi ego — resople, mientras me alejaba de ella — Yo, solo...esta bien, tranquila. No te molestaré mas — Di media vuelta...y recordé a Charlie — Oh, y creo que tu padre se siente culpable por 'dejarte expuesta ante mi' — me giré para verla.

Y lo que vino a continuación no me lo esperé.

De estar totalmente ofuscado, pase una felicidad extrema.

Estrellas, colores ¡E incluso angelitos volando! todo eso y más era lo que me causaba un simple beso de Bella, el solo contacto de sus labios con los míos me hacia volar por la estratosfera. Como dije anteriormente, estoy hecho un maldito cursi. el impacto de los labios de Bella me tomo por sorpresa, cosa que no duro mucho tiempo ya que lo deseaba...deseaba besar sus labios una vez mas ¿Podía existir algo mas adictivo que esto? no lo creo; no para mi. La forma sincronizada en la que se movían, lo bien que encajaban juntos ¿Necesitaba alguna prueba mas para estar seguro de la verdad? La verdad: ella estaba hecha para mi, mía y de nadie mas.

Tome su cintura delicadamente y la acerque mas a mi, profundice el beso, abriéndome paso en su boca con mi lengua. Alli comenzo una danza interminable entre los dos, Bella llevo sus manos a mi cabello y los jalo suavemente. Dios, mientras yo pensaba que habia muerto y que ahora mismo me encontraba en el cielo...

O en el infierno, ¿Quien sabe?

Bella se separó de mi lentamente, su respiración se encontraba errática al igual que la mía. Y es que claro, fue tan ¡Whoa! Y lo mejor de todo es que ella tomo la iniciativa, otro avance más. Me miro entre sus pestañas, su sonrojado rostro se veia mas hermoso aún, la verguenza era visible en sus ojos. Sonrió dulcemente y tomo mi rostor con sus dos manos, mientras me hacia apoyar mi frente contra la suya.

— ¿Esto es un sueño? — pregunte, aún perdido en el espacio. Bella sonrió y puso sus ojos en blanco ¡Ella lo había dicho! 'En tus sueños, Cullen'

— Me gustas — dijo, mirándome fijamente a los ojos — Si, me gustas...pero no creas que por ese hecho cambian las cosas — hizo una mueca con sus labios, mientras una boba sonrisa crecía en mi rostro — Y juro que si le dices a alguien que yo acabo de hacer y decirte esto...te pateo el trasero ¿Me oíste? — Bella tenia su entrecejo fruncido y me apuntaba con su dedo indice, asentí sin prestarle total atención a sus palabras.

Le gustaba, solo eso rondaba por mi cabeza.


— ¿Estas bien? — Jasper me miraba raro, sonreí sin pensarlo — Emmett, lo hemos perdido — solté una carcajada por su estúpido comentario.

— Estoy bien, Jazz — conteste, rodando mis ojos y volviendo mi atención al sándwich que tenia en frente.

— Jazz, no seas idiota — Emmett golpeo a Jasper en la nuca, y luego me dio una picara mirada — Love is in the air...(1) ¿A que no, hermano? — me dio un juguetón empujón en el hombro. Jasper frunció el ceño, mientras se sobaba la cabeza.

— ¿Espera? ¿Qué? ¿Porque mierda dices...Oh — Una picara sonrisa se formo en sus labios, mientras comenzaba a hacer soniditos idiotas como 'uhuu' Rodé mis ojos y seguí prestandole atención a mi comida — Ya, la confesión no hecha por Bella — Jo, si tan solo supieras querido amigo, si tan solo supieras — Pero... ¿Ya te perdono por ser un idiota? — Le di una mala mirada por recordarme mi situación. Jasper miro a Emmett, y ambos sonrieron de forma malévola.

— O sea que mi hermanita ¿Te perdono por ser un Don Juan? — Emmett movía sus cejas de arriba abajo insesantemente.

— ¿Un Egocéntrico? — Jasper alzo una de sus rubias cejas, mientras la furia se concentraba en mi poco a poco.

— ¿Bipolar? — Le siguió Emmett.

— ¿Un Cobarde... — Cuando Jasper estaba terminando de decir esa palabra, golpee la mesa con mis puños. Ya tenia suficiente con Bella recordándome que la bendita lista decía mis verdades, como para que estos idiotas vinieran a recordarmelo ahora.

¡Y si, son mis mejores amigos!

— ¡Ya basta! — chille, poniendome de pie y dandole una de esas miradas que callaba a medio mundo — No estoy para sus juegos, enserio.

— Aw, nuestro Eddie esta sensible — Emmett hizo como que se limpiaba una lagrima, imaginaria obviamente. Golpee su cabeza, y Dios como me gusto hacerlo.

Cuando Jasper estaba apunto de decirlo algo, cerró su boca abruptamente, se acercó a Emmett y susurro algo a su oído que hizo volver esa maldita sonrisa a su rostro. Suspire, tomando asiento nuevamente, mientras tenia a dos hiperactivos sonrientes que no dejaban de botar en su asiento, enserio, Alice era un mal para la humanidad. Seguí comiendo mi sándwich, mientras sentía unos pasos acercarse a nuestra mesa, la melodiosa risa de Bella resaltó entre las demás; y sí, como un idiota enamorado me di vuelta para ver a la razón de mis desdichas...Oh mierda, yo sabía que no tendría que haberme volteado.

Bella venia agarrada del brazo de Alec, quien murmuraba algo a su oído, haciéndola reír estrepitosamente...

¿Yo?

Jo, yo tenia unas ganas de levantarme y golpear el rostro del 'tipo' ese.

Me giré refunfuñando, mientras me echaba el ultimo pedazo de sándwich a la boca y me lo devoraba de un solo bocado, cuando la silla de mi costado fue corrida mis dientes rechinaron, le di una leve mirada a mis 'amigos', para ver que hablaban amenamente con el idiota, mientras que Jasper me daba miraditas de reojo y se ponía mas entusiasta con Alec cada vez que me veia observandolos. Rodé mis ojos y centre mi atención en la mesa, bueno, eso era lo que trataba de hacer.

— Oh, Cullen, no te había visto — comento esa molestosa voz, me gire a ver su radiante sonrisa, le sonreí irónicamente y levante mi dedo medio en su dirección. Un golpe me llego en el brazo de otra parte, me gire a ver al culpable. Bella modulo un 'basta' con sus labios, sin emitir sonido alguno, luego volvió su atención al idiota de Alec.

— Y dime Alec ¿Como esta Jane? — pregunte despreocupadamente, jugando con las migajas que se encontraban en mi servilleta.

— No lo sé, ¿No era tu novia? — Ouch, golpe bajo. me gire para ver su sonriente rostro, le devolvi la sonrisa y agregué.

— Bueno, lo era — me encogí de hombros — Pero si mal no recuerdo, tu te estabas besando con ella cuando era mi novia, entonces ¿Como podría seguir con una chica así? — Sentí a Bella tensarse a mi lado, y mierda, yo no quise decir que si no los hubiera visto besándose seguiría junto a ella. Dios Swan, porque tienes que pensar siempre lo incorrecto. Alec me dedico una mirada furibunda, mientras le mandaba una mirada rápida a Bella.

En ese momento decidí que lo mejor era cerrar la boca.

Ahí fue cuando algo hizo click en mi cabeza.

5. Celoso: Y Créanlo, incluso es celoso con objetos inanimados...

Hmpf, maldita oveja.

Para desviar mi atención de 'aquel tipo' y de la idiotez que yo acababa de decir, me puse a pensar en el punto numero cinco. Los tan conocidos celos, esos celos que por los cuales recién, justamente recién, había hecho un comentario que podía ser malinterpretado, entiéndase por Bella cuando digo eso, y como yo, Edward Anthony Cullen le había dicho a Bella que, en otras palabras, iba a cambiar mi forma de ser... ¿Que mejor momento que este para empezar? Así que me dije: Edward, actúa con indiferencia.

No importaba si él acariciaba su mejilla dulcemente, como ahora.

No, claro que no importaba.

O que ella riera despreocupadamente de cualquier tontería que decia él, como lo hacia en estos momentos.

Tampoco, para nada ¿Importarme? ¡Bah!

Claro, menos me importaba que él...que él la mirara con esos ojos de cordero degollado...

No eso no me importaba, si no el que ella lo mirara de esa manera tan dulce...

Y como Edward Cullen es un completo caballero, lo que iba a hacer era irse con diplomacia. Corrí la silla para atrás suavemente, evitando que rechinara para que la vista de todos siguiera pegada en el señor perfecto, me levante lentamente, di media vuelta y me marche. Yo era el que sobraba allí ¿Qué mas podía hacer? Sip, opte por la huida. Después de todo, estaba completamente seguro de que si estaba a su lado un segundo más, todo el esfuerzo por tratar de 'cambiar' se iría a la mierda.

Con hombres como el uno no puede tratar, simplemente no.

Comencé a caminar lentamente al Volvo, bajo la tenue llovizna que caía, solo se encontraba a unos pasos mas allá de la cafetería en la que nos encontrábamos. Domingo, odiaba los domingos, no había absolutamente nada que hacer y para alegrarme el día ¡Aparece Bella con ese! Declaro este domingo como el peor de todos. Emmett y Jasper se tendrán que ir a pie, por idiotas ¡Oh! pero puede que su nuevo amigo "Señor Alec el perfecto" les de un aventón a casa ¿no? que se pudran.

Me subí al Volvo, dando un portazo. Ouch, si, esta a mi me dolió eso. Me recargue contra el volante por unos segundos, escuchando como la maldita llovizna se hacia mas fuerte cada vez, suspire un par de veces y metí la llave en el contacto, el suave ronroneo paso desapercibido cuando sentí unos pequeños golpes en la ventana, me gire, tratando de ver entre el empañado vidrio, lo limpie con mi brazo y divise confusamente el rostro de Bella al otro lado de este, fruncí el ceño, mientras abría la puerta y salía del Volvo.

— Um ¿Qué estas haciendo aquí? — le pregunte, meneando mi cabeza para que las gotitas que caían desde la punta de mi cabello hasta mi rostro cesaran, aunque fuera por un momento. Bella me regalo una tímida sonrisa, mientras se abrazaba a si misma — Yo...no le hice nada a Alec — agregué, por si las moscas. Bella rió y entorno sus ojos.

— Idiota — dijo, volviendo a poner sus ojos en blanco — ¿Porque te fuiste? — me pregunto, me encogí de hombros. No le iba a decir que me había marchado porque ella estaba con Alec y moría cada vez que el le dedicaba un simple gesto, ya quede como un completo idiota, no lo volveré a hacer — Eh, ok. Emmett y Jasper me hicieron venir para ver que te pasaba, um, entonces...— se removió incomoda delante de mi. Toda ella temblaba casi imperceptiblemente, cerré la puerta del Volvo con mi pie y me acerque a ella, la envolví entre mis brazos y apoye mi barbilla en el tope de su cabeza.

— Sera mejor que entremos, no querrás enfermarte ¿no? — Bella sonrió y asintió entre mis brazos — Bien.

Si cambiando podría estar con ella así para siempre...

Alec y sus estúpidos comentarios podían irse al infierno...

Y también mis estúpidos celos.

¡Adiós celos, nos vemos en el infierno!

Lista de imperfecciones por Bella Swan,capítulo 22:La pequeña de papá

Capítulo 22:La pequeña de papá

BPOV

¡Pero yo te quería a ti maldita sea!

¡Me importan una mierda todas esas chicas!

Que me vieras como algo más que tu simple mejor amigo...

Ok.

Esas palabras si que me daban para pensar ¿Cómo no hacerlo? Lo se, estamos hablando de Edward, pero...¡Dios santo, soy una chica! ¿Qué chica no ama que le digan esas cosas? Si, esta bien, no fue lo mas perfecto del mundo, pero de todas maneras... A Bella Swan si le habían gustado, y por una razón, que a estas alturas de mi vida no me es extraña, aquellas abejas zumbantes en mi estomago volvieron a aparecer; recordando también las alitas de colibrí que tengo en vez de corazón.

Me estire a lo largo del sofá. Mamá estaba en la cocina preparando la comida, mientras tarareaba una de las tantas canciones que nunca lograba aprenderse, Emmett gruñía a toda voz en su cuarto jugando Wii y papá estaba en el sofá frente a mi, leyendo el periódico. Suspire y volví a acomodarme, por enésima vez, papá me miro por encima del papel y alzo una ceja en señal de interrogativa, le sonreí restandole importancia, y suspire una vez mas. Cerré mis ojos y comencé a recordar; esos tiempos, en los cuales Edward y yo habíamos sido solo los mejores amigos, esos tiempos en que nos reíamos de las idioteces de los demás, tiempos donde no me importaba cuanta chica pasara por su persona...tiempos en los que no sabia lo que sentía el realmente, jum, tiempos en los que nunca pense encontrarme en esta posición.

— Esta bien, hablemos — La voz de Charlie me sobresalto, me acomode en el sofá para quedar sentada y lo mire interrogante — Algo te pasa Bells, puedo parecer un viejo ignorante, pero no lo soy — agrego sonriendo, haciendo que las pequeñas arrugas que enmarcaban sus ojos se acentuaran. Le sonreí devuelta y comencé a negar con mi cabeza lentamente.

— Tranquilo papá, estoy bien — conteste, sin siquiera creérmelo yo misma — Es enserio, nada me pasa — rodé mis ojos.

— Isabella — la expresión en su rostro se suavizo — Cariño, eres mi pequeña, e insisto — sonrió — Puede que no este aquí siempre, pero te conozco linda — sonreí con ternura, papá demostraba su cariño muy pocas veces y cada vez que lo hacia mi pecho se inflaba con un calor indescriptible — Ahora dime ¿Quién es el? ¿Lo conozco? ¿Te hizo algo? — Sip, pero al final del día seguía siendo un papá celoso, como todos.

— Espera ¿Porqué crees que es por un chico? — pregunte confundida, aunque en mi interior trataba de aguantarme los nervios.

— ¿Porqué mas va a ser? — me pregunto devuelta —¿Porque tuviste una mala calificación? — su pregunta estaba cargada de diversión ¡No era mi maldita culpa que el profesor de matemáticas me odiara! infle mis mejillas infantilmente y me cruce de brazos.

— Es Edward, ¿Lo conoces? Sip, creo que muy bien papá, y no; no me ha hecho nada — contesté de sopetón, omitiendo algunos aspectos, los ojos de papá se abrieron enormemente. Pasaron alrededor de unos minutos y comencé a preocuparme ¡Oh Dios Mio! ¿Y si le daba algo por mi culpa? mis manos comenzaron a sudar, entrecerré mis ojos y pregunte con vos temblorosa — ¿Pa-papá? — Charlie ni siquiera pestañeaba — ¿Papá? — su ojo izquierdo hizo un raro movimiento — ¡Papá reacciona! — chille, poniéndome de pie.

Uno, dos, tres.

Charlie pestañeo lentamente.

Charlie me miro con su ceño fruncido.

Eh, el rostro de papá ardía, literalmente.

— ¡Renée! — vocifero. El piso de arriba quedo en una completa calma, los gritos de Emmett ya no se escuchaban. En la cocina, la llave había sido cerrada, así que el sonido del agua golpeando contra el lavabo no existía. En un dos por tres Emmett y mamá estaban junto a nosotros.

¡Genial, reunión familiar!

— ¿Que sucede, cariño? — le pregunto mamá a papá con voz dulce, mientras secaba sus manos en el dobladillo de su delantal. Emmett me miraba alzando una ceja, mientras se cruzaba de brazos y se echaba en el sofá, sin quitar la estúpida sonrisa de su rostro.

— Bella — dijo papá, clavando sus achocolatados ojos en mi — Ella... Oh Dios, dime que no es cierto — Mamá lo miro esperando una aclaración, mientras que el mastodonte mordía su labio tratando de contener la risa. Rodé mis ojos y bufe, desparramándome al lado de Emmett en el sofá.

— ¿De qué hablas amor? — Renée miro a papá con una inocente sonrisa pasmada en su rostro, escondí mi cabeza en mis manos para tratar de quitar el maldito sonrojo que se apoderaba de mi más y más. Charlie bufó, mientras su rostro se ponía igual de rojo que el mio...pero claro, por diferentes motivos.

— ¿Enserio tengo que decirlo, amor? — La voz acongojada de papá al decir eso le saco una pequeña risita a Emmett, quien callo inmediatamente al ver la asesina mirada de mamá. Rodé mis ojos ante el show que papá estaba haciendo. No era la gran cosa tampoco ¡Ey, su hija tiene un enamoramiento! como ven, nada de extraño.

— Vamos cariño, no creo que sea tan terrible ¿no? — Mamá me dio una leve mirada y me guiño un ojo.

— Bueno, um — papá me miro y frunció el ceño tenuemente — Tu, sabias, estabas — movió su cabeza y suspiro mientras volvía su vista a mamá — ¿Sabias que Bella tenia...que ella sentía'cosas' por... — papá gruño algo bajo su aliento, y antes de que terminara Emmett salio en acción.

— ¿Edward? Oh si papá, todos lo sabemos — la expresión de sorpresa en el rostro de papá me superaba completamente — Oh Charlie, pero eso — Emmett remarco el 'eso' y me dio una picara mirada — Eso, querido padre, no es todo — frunci el entrecejo al no entender a que se refería Emmett — Bueno papi, te contare desde el principio — se giró y me miró con la duda en su rostro — ¿La lista era lo primero, o las idioteces de Edward? — mis ojos se abrieron de par en par cuando caí en la cuenta.

Después de una hora de los 'como sucedió' y 'porque sucedió' ¡Oh! y de ver las mil y una caretas que papá ponía cada vez que Emmett le soltaba una información, fue suficiente para anunciar mi retirada ¿Quedarme para esperar el ataque del siglo? ni loca. Me escabullí lentamente de la sala, gracias al cielo tanto papá como mamá estaban demasiado al pendiente de las boberias que Emmett decía como para tomarme atención, subí lentamente la escalera y me escondí en mi recamara.

Ahora con papá enterado de toda la situación 'Edward' mi vida sera un completo fastidio.

Tome mi teléfono celular del buró y me senté a la orilla de la ventana, busque el numero de Alice entre los contactos y la llame. Cinco tonos y la enana aun no me respondía, corte y resoplé ¡Cuando la necesitaba no estaba! Volví a llamar, con la frustración saliendome de los poros, al segundo tono la voz agitada de Jasper me contesto.

— ¿Jazz? — pregunte algo incomoda. Dios, espero no haber interrumpido algo — Um ¿Esta Alice? digo, si están ocupados yo...— La risa de Jasper resonó al otro lado del auricular.

— Tranquila Bella, no estamos ocupados — Me sonroje al darme cuanta de que era una maldita pervertida — Es solo que a mi querida Alice se le había caído este estúpido aparato detrás de la lavadora, y Dios como cuesta sacarlo de ahí — rodé mis ojos, Alice — Ella esta aquí, enseguida te la paso — luego de unos murmullos y el característico tintinear de campanas que simulaba la risa de Alice, su eufórica voz me contesto.

— ¡Bella! — chillo, dejándome aturdida por unos segundos — ¡Pero que gradable escuchar tu voz! — sonreí.

— Alice, ni siquiera te he dicho 'hola' — Alice solto otra risita, y yo sonreí una vez más ante las locuras de mi amiga.

— Bueno, ahora lo hiciste — rodé mi ojos — Dime ¿A que debo esta llamada? — Ese era mi pase libre para poder desahogarme abiertamente con alguien.

Y así comencé a contarle de como Emmett acababa con mi vida lentamente.

Después de contarle mi triste problema a Alice, quien, esta mas que decir, no paraba de reírse con cada cosa que le decía, decidí salir de mi habitación; primero, verifique que Emmett hubiera terminado con su charla hijo a padre. Cuando escuche los enajenados gritos de su habitación y algo como '¡tírala bien imbécil!' supe que podía bajar tranquilamente, sin encontrarme con una escena poco favorable para mi persona.

— Si, si — Mamá asintió y soltó una risita — Si querida, ahí estaremos todos...¡¿Qué? — Chillo igual que Alice, mientras daba pequeños saltitos — Te lo dije Esme, una madre nunca se equivoca — Una gigantesca sonrisa se asomo por sus labios — ¡Alice y Rose tendran que ayuarnos con la boda! ¡Lo puedo ver! será tan hermoso...

Mierda.

¿Boda?

Renée y sus divagaciones no era nada bueno, y menos si Esme estaba en complot con ella.

¿Mamá? — trate de sonar tranquila, Renée me miro por sobre su hombro y cuchicheo algo con Esme antes de colgar el teléfono.

— ¿Si cariño? — me pregunto inocentemente, dando una de esas sonrisas que dicen 'yo no estaba haciendo nada malo'.

— Nada, olvídalo — di media vuelta dispuesta a subir a mi recamara nuevamente, pero el llamado de Renné me dejo congelada a mitad de camino.

— Verás cariño, Esme me llamaba para invitarnos a una pequeña reunión en su casa — la sangre se me heló en las venas — Tu sabes dulzura, Esme, Lillian y yo ¡Hace mucho que no nos vemos! Además tu padre quiere hablar sobre algo con Carlisle — Oh claro, ¿Tendría que ver yo en ese algo? — Alice y Rose...

— ¿Te ayudaran a preparar una boda? — pregunte irónicamente, mientras me cruzaba de brazos. Mamá solto una risa nerviosa.

— ¿No te enseñe que escuchar conversaciones ajenas es de mala educación, Isabella? — me pregunto juguetonamente. Rodé mis ojos y volví a subir la escalera. De tan solo pensar en la casa de los Cullen un escalofrío subía por mi espalda y finalizaba en la punta de mis dedos.

Charlie, Edward...en el mismo espacio.

Jum, eso no era un buen presagio.


El ambiente estaba tenso.

No se quien había tenido la maravillosa idea de sentarme justo en medio de papá y Edward ¿Había hecho yo algo malo para merecer esto? Charlie me miraba de reojo cada vez que podía, era como si esperara que le saltara encima a Edward, o sea ¡Que demonios papá! Edward se removió incomodo a mi lado, claro, la inescrutable mirada que recibía de Charlie de vez en cuando le dejaba los pelos de punta a cualquiera, incluso a un tipo tan fortachón como Emmett. Esme y Renée se mandaban mirada furtivas, creo que ellas pensaban que aquellas miradas pasaban desapercibidas para todos; claro, si eso fuera verdad, Lillian no estaría guiñándome un ojo ahora mismo.

— ¿Que demonios esta pasando? — susurro Edward junto a mi oído, alejándose inmediatamente cuando papá carraspeo molesto. Rodé mis ojos ante la situación.

— Papá ¿Podrías dejar de hacer eso? — murmure, cuando el ambiente estaba algo mas calmado, y todos hablaban de cosas triviales.

— ¿Hacer que? — me pregunto inocentemente — Solo tenia una molestia en la garganta ¿Eso es malo? — bufe y volvi mi vista al frente.

— Si claro, papá, lo que tu digas — Una sonrisa se asomo por sus labios, enmarcando los hoyuelos que Emmett había heredado de él.

La comida que habían preparado paso amenamente luego de ese comienzo, incluso Charlie y Edward entablaron una pequeña conversación. Decir que estaba nerviosa era de menos, digo ¿Porqué estarlo? Oh, ya lo recuerdo. Prácticamente todas y cada una de las personas presentes en esta mesa estaban al tanto de Edward y Bella, excepto el chico en cuestión, y créanme cuando digo que yo, Isabella Marie Swan, aún no pensaba decirle lo que sentía realmente.

Es más.

Ni siquiera estaba segura de lo que sentía realmente.

¿Como estarlo después de escuchar un 'te amo' de sus labios?

¡A mi solo me gustaba! O eso creía, hasta ese fatídico día.

— ¿Que es lo que ocurre con Charlie, Bells? — me pregunto Rose, dándole una pequeña mirada a papá que mantenia sus ojos pegados en Edward.

— Esta loco — conteste mientras resoplaba — Tu querido Emmy bear le conto...— mis mejillas se sonrojaron ¡No era tan fácil decirlo después de todo! — Bueno, tu sabes, le conto todo acerca de 'eso' — Rose asintio en forma de entendimiento.

— Claro, por eso ha intentado toda la tarde de matar a Edward con la mirada — soltó una pequeña risita de burla.

— No es gracioso, para nada — conteste de mal humor, mientras le daba una mirada de advertencia a papá.

Papá me regalo una hermosa sonrisa, mientras caminaba en mi dirección. Se posiciono junto a mi y paso su brazo por sobre mis hombros, me empujo lentamente hasta donde se encontraba Carlisle junto a Edward. Rodé mis ojos, era como si el novio fuera a presentarse formalmente...

Oh Mi Dios.

— Papá ¿Qué estas haciendo? — pregunte temerosa, mientras caminabamos lenatmente a nuestro destino.

— Sabes que te quiero ¿no? — asentí — Bueno pequeña, solo quiero que seas feliz — rodé mis ojos, no entendía nada de nada — Así que haremos las cosas bien ¿si? — asentí no muy segura de lo que significaba eso. Cuando llegamos frente a los susodichos, Carlisle y papá hicieron un extraño saludo con su cabeza, Edward me guiño un ojo, a lo que yo le respondí con un lindo gesto, en donde se involucraba mi dedo medio.

— Carlisle, creo que tenemos que hablar — El serio tono de voz que papá empleo para decir esa pequeña frase me erizo los vellos del brazo. Carlisle le dio una mirada divertida a papá y paso su brazo por sobre los hombros de su hijo, quien, por cierto, me miraba de un extraña manera que me estaba sacando de quicio.

Suficiente tenia con papá como para seguir con miradas molestas.

— ¿De que tenemos que hablar, Charlie? — Le pregunto Carlisle, pasivamente.

— Bueno, de nuestros hijos — Mierda, mis ojos casi volaron, mientras que Edward fruncía levemente el ceño.

— ¿De nuestros hijos? — Carlisle se hacia el desentendido ¡Vamos! como si Esme no lo hubiera puesto al tanto de lo que sucedía.

— Ya sabes, ahora que...bueno — papá se arreglo su camisa y prosiguió — Bella y Edward...— papá se quedo callado por unos segundos y su vista voló fieramente a Edward, quien respingo por la intensidad de esta — Mira chico, lo único que quiero es que la cuides ¿si? — Edward parpadeo un par de veces, mientras que la confusión se hacia presente en su rostro.

— Eh, ¿De que esta hablando? — Le cuestionó Edward, incomodo por la, ahora, diversión que Charlie emanaba se sus ojos.

Mientras yo, esperaba que un rayo cayera sobre mi.

— Vamos chico, Bella ya me lo confeso todo... — jale el brazo de mi papá, y le hice unas señas con las manos.

— Papá, porfavor no — suplique en un susurro, Charlie negó con su cabeza y se volteo nuevamente a donde Carlisle y Edward, me dio una mirada de soslayo y murmuro.

— Cariño, no tienes de que avergonzarte — Me quede pasmada, esperando mi final — Como decía Edward, solo pido que cuides a mi pequeña — Carlisle hacia de todo para aguantar la risa, mientras me daba una divertida mirada con sus ojos azules, Edward me miraba tratando de descifrar que demonios estaba diciendo Charlie.

— Lo siento, Charlie, pero...realmente no entiendo de que estas hablando — Edward paso una de sus manos por su cabello repetidas veces en señal de frustración.

— Bella ya me lo dijo, que tu le gustas y esas cosas — Charlie se encogió de hombros restandole importancia — Nunca se paso por mi mente que a mi pequeña le gustaría su mejor amigo — Charlie sonrió, dandole una pequeña palmada en el hombro a Edward.

Ajá.

Después de que Charlie soltara la bomba tan sutilmente...

Unos orbes esmeraldas se quedaron pegados completamente en mi rostro, tratando de encontrar algo que desmintiera aquello.

Y yo...ya no queria darle mas vueltas al asunto.

Así que me rendí.