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lunes, 17 de mayo de 2010

Lista de imperfecciones por Bella Swan,capítulo 11:Miembro honorario.


Capítulo 11: Miembro honorario.

— Bella — el cuaderno era lo mas importante que tenia frente a mi — Oh vamos Bella — lamentablemente había olvidado el lápiz de tinta así que tengo que usar el grafito.

— Rayos — sisee, cuando me di cuenta de que el maldito lápiz no tenía punta.

— ¿Bella? — Suspire un par de veces antes de sacar el sacapuntas de mi mochila, me gire y le di una mirada de reojo a mi compañero de banco, el cual me estaba irritando; y mucho.

— Por ultima vez, cállate — eso fue todo lo que necesite para que la 'mosca Edward' me dejara en paz por el resto de la clase de biología.

En realidad, no tenía ni la más minima idea de que hablaba el señor Banner. Sip, lo admito, solo lo hacía como una excusa para no hablar con el; además, ¿Qué se supone que le dijera? ¡Lo se! Debía actuar con maldita normalidad, pero me superó. Todo lo que estaba pasando superaba a mi pobre cabeza y me hacia colapsar, literalmente. Yo no estaba hecha para tanto drama, pero nadie entendía eso.

Tome los libros rápidamente cuando el timbre sonó, mire de soslayo a mi querido compañero; que por cierto no se había movido un milímetro, me pregunto que demonios quiere Edward de mi ¡¿No puede dejarme tranquila aunque sea un maldito día para despejar mi atestada mente? No, creo que no podía. Juro que trate de pasar por su lado sin molestarlo, es más, incluso pensé darme la vuelta por el banco de atrás, pero se vería muy sospechoso. De todas formas, nada paro a Edward para que agarrara mi brazo y no me dejara cumplir mi cometido de 'llegar sana y salva a la puerta del salón'

— ¿Me vas a hacer 'la ley del hielo'? — me pregunto con tono burlón, rodando sus ojos cuando dijo la ultima parte. Jale mi brazo para alejarlo de su maldito tacto que hacia estragos en mi mente. Lo miré y sonreí irónicamente antes de pasar por su lado, directo a mi salvación, en otras palabras, fuera del salón — Esto no se quedara así Bella, sabes que puedo ser muy insistente — el gesto obsceno que le hice con mi dedo medio fue suficiente para tener su silencio...aunque fuera por ahora.

Como era de esperarse los pasillos estaban colapsados por los estudiantes que corrían de un lugar a otro para llegar a sus clases. Nunca entendí porque tanto alboroto para entrar a una clase, perfectamente se puede caminar, sin tener la necesidad de ir golpeando todo a tu paso y regalando mochilazos al mundo, como lo venía haciendo Lauren. Me apegue lo más que pude a la pared, tratando de esquivar los golpes asesinos que hacia con su bolso Louis Vuitton ¡Ja! Después de pasar casi una vida junto a Alice, algo de moda tengo que saber ¿no?

— ¡Ah! ¡Quítense! — chillo con esa voz que hacia resonar mis pobres oídos — Malditos estúpidos — siseo entre dientes. Era mi imaginación o ella tampoco estaba en su mejor día. Y para mi mala fortuna poso sus ojos en mi — Bella cariño, catorce días — me guiño un ojo y sonrió espeluznantemente.

Suspire, arrastrando mi espalda perezosamente por la muralla hasta dar contra el frío suelo del pasillo. Ya casi no quedaba gente, y por alguna extraña razón mi cabeza daba vueltas y vueltas. Puse mi mochila contra mi pecho y respire un par de veces antes de poner de pie y caminar a mis otras clases: Matemática, todo con normalidad, no aprendí nada y lo único que pude deducir fue que la 'x' se reemplazaba por algo; Lengua, pan comido. Y finalmente me infierno, alias, Gimnasia.

— ¡Swan! — Demonios, me puse de pie y camine donde el entrenador O'Connell — ¿Y su pareja? — me pregunto cuando llegue a su lado, con ese volumen tan bajo de voz. Jo, algo característico de el. Rodé mis ojos ¿Es que acaso no sabía que todos huían de mí en esta clase?

— Aquí esta entrenador — Quise golpear su maldita quijada para borrar esa sonrisa de 'te lo dije' que tenia pintada. Suspire y me cruce de brazos, el entrenador apretó mi hombro ligeramente y sonrió.

— Bien Cullen — le guiño un ojo y siguió, no entendí porque demonios hizo eso — ¡Ahora, empezaremos con Tenis! — grito, acaparando la atención de todos. Gemí ¿Tenis? Oh Dios.

— ¿Pa-para que quieres ser mi compañero? — le pregunte a Edward, que se había quedado a mi lado.

— ¿Me estas hablando? — me pregunto, con fingido asombro. Bufe y le di la espalda — Um, porque no tenias compañero — dijo despreocupadamente — Además, te dije que no se quedaría así — agregó. Rodé mis ojos y comencé a caminar a donde se encontraban las raquetas.

Quería con todas mis fuerzas que una de esas bolas se estrellara justo en su preciosa cara. Ouch, le iba a doler, y mucho.

Tome la raqueta entre mis manos, con una fuerza que nunca pensé que tenía. Uno, dos, tres, arroje la pelota de tenis al aire y trate de darle con la raqueta; falle penosamente, escuche una pequeña risita a mi lado pero no les preste atención. Volví a hacer lo mismo que había hecho anteriormente y cerré mis ojos por si golpeaba a alguien ¡A quien mierda iba a golpear si no le daba a la pelota! Bufe y me prepare nuevamente, me quede de piedra cuando sentí a alguien tras de mi rodear mis brazos con los suyos.

— Estas agarrando mal la raqueta, Bella — susurro a mi oído. Yo solo escuchaba un maldito zumbido, las manos de Edward sobre las mías me tenían los pelos de punta. ¿Dije que me había sonrojado? Bueno, lo digo ahora.

— Um, mhm — ¡Oh wow! Pero que vocabulario más amplio. Tan cerca de mi oído se encontraban los delic-lo labios de Edward que pude sentir la estúpida sonrisa que se asomo en ellos.

— Pon tu mano aquí — Guió mi mano derecha a la parte inferior del mango de la raqueta y la otra la sostuvo entre sus manos, dejándome mas embobado que antes — Ahora, ten la pelota — me entrego la pelota con la otra mano libre — Tírala — arroje la pelota al aire, y en un movimiento preciso; gracias a la ayuda del brazo de Edward, golpee la pelota con fuerza ¡Y paso la bendita red!

— ¡Yay! — chille arrojándome a los brazos de Edward. Me tense cuando me di cuenta de lo estúpida que había sido, me aleje rápidamente ante su mirada confusa y carraspee — Um, gracias — mi vista fija en mis zapatos.

— De nada — dijo, y se alejo de mí.

Estuvimos jugando hasta que el entrenador dijo 'basta', o sea, al final de la clase. Edward me dejaba ganar la mayoría del tiempo, y yo alegaba por eso a lo que el respondía con una simple sonrisa. Hubo una vez donde se cumplió mi deseo, la pelota dio directo en su cabeza; Jum, en vez de reírme, como quería hacerlo, corrí a ver si se encontraba bien. El chichón en la frente de Edward me hizo sentir culpable por el resto de la mañana.

— ¡Pero que demonios te paso ahí! — chillo Emmett con exageración apuntando la frente de Edward.

— Me golpearon con una pelota de tenis — contesto el aludido simplemente — En fin, me lo merecía — me dio una rápida mirada y siguió con su comida. Suspire jugando con la manzana que tenía entre mis manos.

El almuerzo paso sin mayores preocupaciones. Por alguna extraña razón Rosalie pasaba su mirada de mi a Edward repetidas veces, una vez la pille mirándome con cara de 'aquí hay algo que yo no se' y alce una ceja, tratando de llamar su atención y ver que demonios le pasaba. Claro, la rubia sonrió y se encogió de hombros, enfrascándose en una conversación de autos con Emmett y Edward.


Bien, mi cabeza rememoraba el beso con Edward como una película muda, todo pasaba en cámara lenta y debo admitir que a pesar de que no quería aceptarlo, este idiota besa sensacional. Hum, aunque si me pongo a comparar aquel beso de La Push, con el que me dio en la cocina de mi querido hogar; Sip, definitivamente el primero fue mucho más dulce el segundo fue más, como decirlo, una necesidad.

¿Quién no se tentaría teniendo esos malditos labios tan cerca de los suyos?

— ¡Señorita Swan! — Respingue ante el grito del profesor — Déme la respuesta — Mierda, ¿Respuesta de que? Me enderece en la silla y carraspee incomoda.

— Um, eh, ¿Dos? — solté sin pensarlo, la clase entera se largo a reír y mis mejillas iban a explotar de tan rojas que estaban.

— No, esa no era la respuesta — El señor Garner m miro con enfado y continuo con la clase, después de darme una advertencia — Próxima vez y la saco del salón — Asentí patéticamente.

Comencé a tamborilear mis dedos sobre la mesa, la mirada insistente de Mike me estaba sacando de quicio ¿Por qué tenía que ser el mi compañero de banco en la clase de Historia? Hubiera preferido mil veces a Lauren...Ok, no, no lo hubiera preferido. Un incesante 'temblor' en mi pierna me llamo la atención, luego de un segundo capte que se trataba de mi telefónico celular, lo saque mirando al frente para que el señor Garner no me regañara nuevamente.

Hey Bells, ¿Así que te gusta Edward? Hablaremos de eso luego, y no, Alice no sabe pero se enterara. Es Alice.

R.

— ¡Mierda! — chille, tapando mi cara con mis manos ¿Cómo se había enterado Rose? Las pequeñas risitas que se escuchaban me alarmaron de que...lo había hecho de nuevo, había pensado en voz alta y para desgracia mía el profesor caminaba con una mirada nada grata — No se preocupes, ya salgo — le dije poniéndome de pie, caminando avergonzada a la puerta del salón.

Rose, Rose, Rose, mi querida Rose.

Suspire mientras caminaba por los desolados pasillos ¿Cómo se había enterado Rose? ¡Yo actuaba con normalidad! Bueno, tampoco fue una afirmación, así que simplemente puedo decirle que esta loca e imagina cosas, es más puedo decirle que fue una estupidez que creo su cerebro, una alucinación. Bien pensado Bella.

En el lugar donde se encontraban los casilleros, había una pequeña puerta que tenía los artículos de limpieza. La verdad es que ahora mismo estoy pensando que no solo hay artículos de limpieza. Los raros sonidos que se escuchaban desde el otro lado de la puerta despertaron mi curiosidad, pare frente a la puerta y conté ¡Uno, dos tres! La puerta estaba abierta.

Hmpf, soy la persona con peor suerte que ha pisado la tierra.

— ¡Lo siento! — chille, volviendo a cerrar la puerta de un golpe y prácticamente saliendo espantada del lugar.

La cara de Edward era todo un poema cuando lo pille in fraganti.

No puedo decir lo mismo de Jessica. Oh, la muy bastarda tenia una sonrisa de mil colores; no se de donde saque eso. En fin, Edward y Jessica se comían sus bocas en el armario de la limpieza y por una extraña razón, no tan extraña, me hervía la sangre al ver que otra chica...

Jo, como si fuera la primera vez que lo viera con una chica.

Madura, Bella, madura.

Seguí mi trayecto y me quede en la cafetería, las señoras que te daban las asquerosa comida se encontraban en la cocina y una agradable música salía desde allí, me acerque a la mesa más cercana y corrí la silla para quedarme ahí hasta que acabara la hora.

— ¡Bella! — ¿Qué no podía simplemente ir a clases? Bufe cuando lo vi parado en la puerta de la cafetería, decidido a hablar conmigo. Cosa que yo no quería del todo ¡Esta bien! No quería hablar nada con el — Um, ¿Estas bien? — me pregunto, corriendo cuidadosamente la silla que estaba a mi lado para tomar asiento.

— Si Edward, estoy bien — respondí con cansancio. Apoye mi frente contra la mesa, si el no estuviera aquí estaría dándome cabezazos con la superficie.

— Bella, yo...— escuche un suspiro y después le siguió el silencio. Rodé mis ojos.

— ¿Me has explicado alguna vez porque te besabas con una chica? — ladee mi cabeza, mi mejilla estaba ahora contra la mesa, para verlo mejor. Edward negó — Bien, ¿Por qué quieres hacerlo ahora? No es como si me importara que te besaras con todo el mundo — agregué, restándole importancia; muy mal por cierto — Incluyéndome...— callé cuando me di cuenta de lo que había dicho, y volví a azotar mi frente con la mesa.

Tonta Bella, tonta.

— No — comento, algo enfadado — Bella, tú no eres...

— Oh vamos, ¿Me vas a venir con toda esa mierda de 'No eres como las demás' solo porque soy tu amiga? — pregunte sarcásticamente. Edward me estuvo observando por un largo momento, y como si yo escuchara el 'clic' que hicieron los cables en su cabeza, una lucecita se prendió en sus ojos. Aquel maldito brillo.

— ¿Estas celosa? — me pregunto, picando mi costado con uno de sus dedos. Bufe y escondí mi rostro entre mis brazos, lo cuales estaban cruzados sobre la mesa, para que no notara mi sonrojo.

¿Celosa, yo? ¡En tus sueños!

Eh, si, claro, sueños.

— ¿Celosa? ¡Ja! ¿Por qué tendría que estar celosa? — comenté, viéndolo a través de una pequeña abertura, Edward sonrió torcidamente y se acerco a mi oído.

— Um, si quieres que te bese solo tienes que pedirlo — susurro — No me quejare — finalizo acrecentando su boba sonrisa.

— No gracias — me puse recta en la silla — No quiero que un chico — dije, viéndolo con una ceja alzada — Que besa a todas las chicas del instituto me bese a mi también — sonreí irónicamente — Gracias por tu oferta — Edward se cruzo de brazos y alzo una ceja.

— Si mal no recuerdo — comenzó, frunciendo sus labios — No protestaste cuando lo hice en la playa — me miro fijamente con sus ojos esmeralda — Ni en la cocina de tu casa. Es más — se inclino hacia delante — Sé que lo disfrutaste — su sonrisa torcida cambio para dar paso a una de satisfacción ante mi maldito mutismo.

Que no duro mucho, porque una brillante idea se cruzo por mi cabeza.

— Lo admito — suspire teatralmente — Algo me poseyó la primera vez estoy segura — Edward rodó sus ojos — Pero...— sonreí por inercia — Debo decir que la segunda vez, um, bueno. No era a ti a quien besaba precisamente — Edward frunció el ceño sin entender. Ouch, justo en su orgullo — ¿No te comente del chico pizza? — Wow, sus ojos llamearon — Lamento matar tu ego y herir tu orgullo Edward, pero sí hay alguien mas guapo que tu y créeme que daría cualquier cosa por un...

No pude seguir hablando ya que los labios de Edward atacaban los míos ferozmente. Esto se estaba saliendo completamente de mis manos. ¿Qué hacer cuando el chico por el que estas, literalmente, trastornada te besa? Opción uno: corresponderle de la misma forma; Opción dos: alejarte, porque minutos antes estuvo con otra chica y quien sabe que otras cosas aparte de besos estaban haciendo.

— ¡Oh santa mierda! — Esa voz, Oh no. Me separe de Edward como si fuera la persona más infecciosa del mundo y yo no quisiera contagiarme, mire su estúpida sonrisa antes de girarme y ver a Lauren parada en la puerta de la cafetería — ¡Tú! — chillo, apuntando a... ¿Edward? — Primero te vas con Charlotte a las gradas, luego te quedas con Jessica en el armario de la limpieza ¡Y ahora te besas con Swan! ¡Swan! — Sus ojos azules estaban clavados en mí — ¿Cómo ves? También has caído ante los encantos de Edward Cullen — Sonrió irónicamente y aplaudió — Felicidades cariño, eres una mas de nosotras — Y desapareció por la puerta.

Rememoremos.

En un solo día estaba: Charlotte, Jessica y... ¡Oh! Bella.

Ahora, en una vida escolar podíamos encontrar a: Kate, Charlotte, Lauren, Jessica, Ángela, la chica del club de ajedrez, la chica de la limpieza y quien sabe quien más...pero esperen, creoq ue me olvide de una ¡Oh si! la idiota de Bella.

Fantástico, realmente fantástico. Y pensar que mi primer beso fue robado por Jacob, luego lo siguió el idiota que tengo frente a mí y que me mira con preocupación y cautela. ¿Cuántas chicas no habían probado ya sus malditos labios? ¿Por qué rayos me hace esto a mí? Lo sé, todo es mi culpa. Así que ahora en mi boca estaba la saliva de Charlotte y Jessica, puaj. Las demás chicas no porque, ¿Se lava los dientes, no?

— ¿Bella? — mi nombre llego desde la lejanía, no me di cuenta que golpeaba mi frente frenéticamente contra la mesa. Ouch, me quedaría rojo luego.

— ¿Si? — respondí con todo mi autocontrol para no romperle la cara ¡No era su culpa! El no sabía lo que me hacían sus estúpidos besos.

— Um, sí lo disfrutaste — murmuro arrogantemente ¡El maldito estaba orgulloso de si mismo! — Como dijo Lauren, nadie se resiste a mis encantos — me guiño un ojo y se puso de pie — ¿Aún piensas lo mismo del 'chico pizza', cariño? No lo creo — y siguió el mismo camino que Lauren, dejándome ahí en la cafetería como una idiota.

Gemí de frustración.

Después de años de estar criticando a las 'Fan Girls' de Edward.

Jo, ahora yo era un miembro honorario del club.

Mhm, les pediré una camiseta si es que tienen.


8. Arrogancia: Tranquilas, busque el significado y no, no es lo mismo que egocentrismo, solo tienen un leve parecido ¿Y que más se le puede hacer? El chico valora su orgullo más que nada, es más, cree que el mundo gira a su alrededor y como si fuera poco, sonrie arrogantemente cuando se da cuenta de que su comentario esta por encima de la basura que tu dijiste.

Esta era una, um, pequeña nota mental de lo que debía anotar en casa.

Sinceramente la lista era algo personal, todo lo que salia alli eran tipos de experiencias propias junto a Edward.

Hmpf, de todas formas, aún estaba pensando en tener una camiseta '¡Go Edward!'', era mi sueño.

Dios, como amo el sarcasmo.

Me levante de la silla y salí camino al pasillo, el timbre ya había sonado y yo ni enterada. Si la señora de la cocina no me avisa, en una de esas y me quedaba encerrada en el colegio. Caminaba tranquilamente hasta mi casillero, cuando, por esas malditas casualidades de la vida... Me tope con Rose. La gran sonrisa que adornaba su rostro fue lo que me trajo a la dura y cruel realidad.

Vi mi vida pasar delante de mis ojos en un misero segundo cuando recordé el mensaje.

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Hola mis amores ..aqui ya le decimo primer capitulo de Lista de imperfecciones por Bella Swan !!Me encanta como fluye por ahora la historia ..si lo se tanto Bella como Edward en este fic estas muy safados de la cabeza jajajajjj xD y lo peor es que son unos par de ciegos !!

Okis niñas quiero sus comentarios porfass !!Besso y se cuidan

LAP

2 comentarios:

Beth dijo...

Por fin Lap: la una de la mañana y yo esperando que subieras. No es que sean un par de ciegos, es que son un par de orgullosos cabezotas que no quieren dar su brazo a torcer, porque Bella sabe que está enamorada de Edward (¿quién no?) y él no insistiría tanto si fuera lo contrario, por lo que dos collejas a cada uno a ver si espabilaban.
Como siempre, un capi fantástico. Merece la pena el dormir menos, os lo digo siempre y es cierto.
Besosssssssssssssssssss

Nachi dijo...

Vaya, vaya, vaya...eso fue una bomba...Mira, se que no soy nadie para pedirte o solicitarte esto, perooo quisiera que en el siguiente capitulo o, o el que le sigue, lo hicieras desde el punto de vista de mi Ed...o sea POV Edward, quisiera saber que anda fraguando por la mente de este bombon, estoy apunto de caer en la desesperanza de poder escuchar sus pensamientos en este fic.
Porfiiis, aunque sea en un solo capitulito,, te lo agradecere con gran fervor sin arrepentimientos...Si no puedes, pues...ni modo, que mas se puede hacer?
Besos Sangrientos