BIENVENIDAS/OS A MI MUNDO, AQUI ME DEJO LLEVAR POR LA IMAGINACIÓN, POR FAVOR RESPETA MIS HISTORIAS.. GRACIAS POR DEDICARME TU TIEMPITO !! LAP

viernes, 14 de mayo de 2010

Lista de imperfecciones por Bella Swan,capítulo 10:La sucia apuesta.


Capítulo 10: La sucia apuesta.

El cielo lloraba; las nubes de un fuerte color gris cargadas de agua para repartir sobre los inútiles habitantes de esta pequeña localidad. El día era...triste, una gota tras otra caían deliberadamente sobre mi rostro. El camino al colegio se hacía cada vez más eterno ¡Bendito día en el que mi trasto decidió despedirse! Los malditos afortunados que pasaban abrigados y cómodos dentro de sus autos, y las almas solitaria que caminaban bajo el manto del triste cielo. Si, el cielo lloraba ¿Pero, porque lo hacia?

Porque Bella Swan asimilo que le gustaba Edward Cullen.

Fragmento sacado de: La vida de Bella, capitulo uno, la triste realidad.

¡Oh basta de melodramas!

Desde el otro día que tenía ganas de escribir en mi diario ¡Pero no tenía uno! Así que usando mis dones, mas bien pidiéndole a mamá que me diera dinero, logre comprarme un pequeño diario para las cosas importantes que necesitaba guardar de mi querida vida. Próximamente estrenare un libro A que estuvo bueno el primer fragmento, ¿no? Hmpf, también tenía que traspasar la lista, de esa forma nadie la podría ver. Aw, si esta cosa incluso y tenia un pequeño candado. Si, de ahora en adelante era la fan numero uno de los diarios.

Lista de imperfecciones, por Bella Swan.

1. Egocéntrico (Busca en el diccionario, Lauren): Amigo de los espejos y cualquier cosa que sea similar e inclusive lo que el resto le dice sobre 'su persona', en otras palabras chicas, ve su reflejo y babea por el.

2. Promiscuo: Womanizer chicas, todo un womanizer.

3. Cobarde: Sugerido por la victima de la lista, alias, E.C. (Yo...no tengo justificación para esto aún)

4. Bipolar: El sujeto presenta una serie de emociones fuera de si, es decir, nunca se sabe como va a reaccionar. De Enojado a dulce, y de dulce a ultra furioso. Y créanme chicas, no es algo lindo de ver y menos si lo provocas.

5. Celoso: Y Créanlo, incluso es celoso con objetos inanimados.

6. Malditamente impulsivo: No piensa, solo actúa. Y eso no es bueno, no es bueno para la salud mental y/o emocional de las personas; Eh...yo solo lo sé.

¡Rayos y centellas! ¡Recórcholis y todas las maldiciones!

Ahí estaba la bendita lista ¿Qué vendría ahora en la numero siete? 'Imperfectamente perfecto: creo que ustedes me entienden cuando digo esto' No, eso no podía ser ¡Me dejaría al descubierto! Discreción es la clave. Suspire tomando el diario en mis manos y poniéndome de espalda sobre la cama.

Habían pasado ya dos días de mi gran descubrimiento, los chicos no sospechaban nada; bueno, eso era lo que esperaba yo. Y ahora tan solo me quedan quince días para terminar con la lista de una vez. Venia pensando muy seriamente que esta lista fue la que me trajo a tener aquellos sentimientos, en fin.

Me puse de pie y me calce unas pantuflas, el día estaba horrible y la lluvia te obligaba a quedarte en cama; así que yo andaba feliz por la casa usando una polera de tiras y un pantalón holgado ¡Además! Mis padres y Emmett no estaban. Luego de que llegáramos del colegio, nos avisaron que irían a Seattle a ver una obra de patinaje en hielo, creo que era La Cenicienta, y bueno Emmett estuvo insistiendo para que lo llevaran, hizo de todo hasta que finalmente cedieron dejándome sola en mis aposentos.

¡Ahh, esto sí que era vida!

Me quede en el living haciendo zapping en la televisión. Minutos atrás había ordenado una pizza y aún no llegaba; viendo la tormenta que se desataba fuera me sentí mal ¡El chico pizza llegaría todo empapado! Um, pobre. Y todo porque no podía simplemente conformarme con un sándwich.

Ding, Dong.

Me levante perezosamente del sofá y fui directamente a abrir la puerta...

¡Oh por todo lo santo, la luz divina y los ángeles coreando!

Frente a mi estaba el chico más guapo que ha pisado la tierra; Y no, no diré 'pero no es Edward' Porque demonios que era guapo. Tenia una hermosa sonrisa que mostraba sus blanquecinos dientes, los cuales contrastaban con sus labios que eran de un suave color rosáceo; Sus ojos grises brillaban bajo la tenue luz que había fuera y su pelo me mató; Su pelo era incluso mas dorado que el de Rose y Jazz, es más, su cabello bajo la lluvia era igual al de los chicos que salen en los comerciales de Head & Shoulders (1) Se veía suave y brilloso. Sí, tenía unas ganas enormes de pasar mis manos para encontrarme con cero rastros de caspa. Estaba sufriendo una combustión espontánea ahora mismo.

— Pizza de queso y jamón a la orden — anuncio, entregándome la caja con la pizza y acrecentando su sonrisa. Dios, hasta la descripción de la pizza sonó sexy — Um ¿señorita? — Parpadee un par de veces, sintiendo como el rubor llegaba a mis mejillas.

— Ah, um, lo siento, ten — le entregue el dinero, el chico lo recibió y me regalo otra sonrisa. Definitivamente era su culpa el que me quedara embobada mirándolo – Gracias – le dije cuando me entrego el vuelto.

— Ey...chica — el chico pizza toco mi hombro cuando me gire y yo creí que había muerto y estaba en el cielo, volví a mirar a donde se encontraba el.

— Bella — le dije, dándole una sonrisa y cambiando mi peso hacia el otro pie.

— Bella — repitió sonriendo — ¿Me harías un enorme favor? — Me preguntó suplicante — Acabo de pedírselo a una señora — bufo — pero me cerro la puerta en la cara — Rodé mis ojos ¡Vieja loca que pierda oportunidades!

— Um, ¿Qué favor? — le pregunte enarcando una ceja, mientras cambiaba la pizza a mi otra mano.

Sonará burdo; pero créanlo o no, haría cualquier maldito favor que el me pidiera.

— Verás, se me descargó el teléfono — Levanto su mano mostrando un celular completamente empapado — Bueno, creo que se averió — agregó haciendo una mueca con sus labios — En fin, ¿Me prestarías tu teléfono? – me pregunto, sonriendo apenado.

— Ajá, claro — me hice a un lado para dejarlo pasar, el chico se saco la chaqueta roja que llevaba encima y la dejo afuera para no empapar la casa y entro.

— Me llamo Alec, por cierto — sonrió de una forma despampanante, y yo desaparecí en la sala para buscar el teléfono. Maldición, no encontraba el teléfono. Busque entre el sofá, debajo de la mesa de centro ¡Incluso tras la televisión! Absolutamente nada.

— Um, Alec, iré a ver arriba, no lo encuentro por ninguna parte – Rodé mis ojos, mientras subía la escalera. Y sobre la cama de Emmett estaba el bendito aparato. Ahora me pregunto, ¿Qué clase de persona deja a un completo extraño en su casa? Si, yo era una enferma.

Baje la escalera y ¡Vaya sorpresa que me encontré! Jacob estaba hablando con el chico pizza, bueno más bien parecía que lo interrogaba. Alec hacía gestos divertidos con su cara y Jake fruncía el ceño y sus labios repetidas veces.

— Uh, ten — le entregue el teléfono inalámbrico a lo que el me regalo una sonrisa y se alejo de nosotros — ¿Cómo entraste? — le pregunte a Jake.

— Por la puerta — me contesto rodando sus ojos. Golpee su brazo ligeramente — Con la llave que estaba en aquel macetero que tiene Renée — Cierto, mamá y sus 'extrañas partes para esconder la llave de recambio' — ¿Qué haces sola con el chico de las pizzas? — Me pregunto frunciendo el ceño, cuando Alec se acerco a nosotros y me entrego el teléfono.

— Muchas gracias Bella — hizo una especie de reverencia y volteo a Jacob — Y no, no soy ningún tipo de striper disfrazo de repartidor, adiós — le hizo un gesto con su mano y salio por la puerta. Suspire ensoñadoramente mientras veía salir al chico. Menuda suerte que me traía la lluvia.

— ¿Le preguntaste si era un striper? — Jake me siguió a la cocina y soltó una gran carcajada.

— Bueno, tenía que descartar todas las posibilidades ¿Qué persona deja entrar a un extraño deliberadamente a su casa? ¡Oh, tu! — agregó sarcásticamente. Abrí la caja de la pizza y le ofrecí un trozo. Lo tomó y lo echo de un sopetón a su boca — ¿Por qué estas sola? – me preguntó luego de haber tragado el trozo de pizza.

— Charlie y Renée tenían unas entradas para una obra sobre hielo en Seattle, y bueno, tu conoces a Emmett — me encogí de hombros y saque otro trozo.

— Fue con ellos — asentí — ¡Oh demonios! ¡Tu hermano es un maldito gay! — y se largo a reír.

— Solo espera a que llegue, te apuesto cualquier cosa que llegara llorando — Jake me observo con un brillo juguetón en sus oscuros ojos. Mierda.

— ¿Cualquier cosa? — me preguntó, poniéndose frente a mi. Asentí, no iba a perder y lo sabía ¡Emmett es Emmett! — Bien, llámalo — abrí los ojos — Llama a Emmett y pregúntale como esta la obra — insistió, entregándome su celular y cruzándose de brazos, con esa sonrisa de burla bailando en su rostro.

Marque el numero de Emmett lentamente, solo esperaba que no se hubiera quedado dormido. El tono sonaba y sonaba y nadie contestaba al otro lado. Colgué y marque una segunda vez, nada. Jake me quito el teléfono y le puso el altavoz, marco el número y esperamos.

— ¡Qué! — gruño una voz al otro lado... somnolienta.

— Ey, Emmett — Jake sonrió victorioso — Dime ¿Cómo esta la obra? — pregunto, acercándose más al auricular y apoyándose contra la encimera.

— Esta obra es una mierda — Emmett susurro, supuse que mamá y papá estaban cerca — Y esos hombres con malla, me dan escalofríos — Jake no pudo soportar la risa.

— Gracias Emmett, ¿Por qué no podías simplemente llorar como lo haces con esas cosas? Ahora tendré que hacer lo que Jacob me pida — Rodé mis ojos y resople enfurruñada.

— ¿Bella? ¿Cómo que tendrás que hacer lo que te pida Jacob? ¡Le pones un dedo encima y te mato! — Jake bufo y tomo el teléfono en sus manos.

— Nos vemos Emmett, y no te preocupes por Bella, esta en buenas manos — Colgó después de escuchar un gruñido por parte de Emmett — Bien Bella, vamos a la sala — hizo un gesto con su mano indicándome que pasara primero.

Caminamos hasta uno de los sofás dobles que había, Jake aun jugaba con el teléfono en sus manos y de repente hacía muecas chistosas. Yo solo pensaba en lo que me esperaba, Jake se estiro a lo largo del sofá y puso su cabeza en mi regazo y luego levanto el teléfono y sonrió de una forma que me dio miedo, me recordó a Alice.

— Ten, llama a Cullen — Mis ojos se abrieron por la sorpresa y Jake seguía sonriendo de esa forma – Dile...dile algo sucio — Jake mordió sus labios tratando de contener la risa. Yo estaba escuchando felizmente como caía la lluvia.

— ¿Sucio? — le pregunte, haciéndome la desentendida. Jake rodó sus ojos.

— Ya sabes, una de esa llamadas calientes — Oh mierda, mi cara ardía — Y le pones el altavoz, quiero escuchar lo que el maldito dice ¡Oh si que será divertido! — Exclamo sumamente entretenido, yo no le encontraba la gracia.

— Jacob Black, yo no puedo hacer eso —alegué, apretando el teléfono entre mis manos. Jake me quito el teléfono y comenzó a marcar, luego puso el altavoz y volvió a colocar el teléfono en mis estáticas manos.

Hice lo primero que se me vino a la mente, colgué.

— ¡Bella! Tu perdiste, esto es lo que tienes que hacer, no será tan difícil — tomo el teléfono nuevamente en sus manos — Um, recuerda cuando Emmett te hizo ver aquella película — Sus cejas se movieron sugestivamente y yo cerré mis ojos. Esa maldita película porno que me había traumado de por vida.

— Edward sabrá quien fue — Trate de hacerlo entrar en razón, más todo lo que le decía era en vano — Oh esta bien, pásame el maldito teléfono — espete enojada.

El tono me tenía los nervios de punta, hasta que él contesto y yo, literalmente, colapse.

— ¿Hola? — Su voz sonaba incluso más linda a través del teléfono ¡Wow, me volví cursi! ¡Yupi!

— Eh, Hola Edward — Mi vos sonó penosa, trataba con todas mis fuerzas de que saliera con normalidad; falle. Se escucho un tipo de movimiento al otro lado de la línea y luego silencio.

— ¿Bella? ¿Estas bien? — su tono preocupado me pareció de lo más tierno. Ow, Bella concéntrate. Bien, trate de rememorar aquella película que había borrado de mi switch, o sea, de mi cerebro.

— Uh, no — Jake levanto sus pulgares alentándome a seguir — Estoy sola y ¿Sabes? No es muy agradable — Carraspee y fruncí el ceño cuando Jake se tapo la boca con sus manos. Se escucho como Edward soltaba el aire por el teléfono.

— Y... ¿Quieres que te vaya a ver? — me pregunto, con indecisión. Jake rodó sus ojos y yo golpee su frente.

— Mm, no — hice una mueca con mis labios, pensando — Emmett me dejo una pila de películas que no sería nada saludable ver juntos, y menos estando solos — Jake estaba apunto de soltar algunas lágrimas por lo que yo estaba diciendo.

— ¿Q-que tipo de películas? — Edward carraspeo antes de preguntar con voz temblorosa, sonreí por inercia.

— Mm, tu sabes de esas películas — reí — Nunca pensé que una mujer pudiera hacer tantas cosas estando sola — Jake arqueo una ceja en mi dirección y yo me encogí de hombros. El quiso que hiciera esto, yo me estaba tomando el papel muy enserio.

De ahora en adelante, sucia seria mi segundo nombre.

— Oh — Edward volvió a carraspear — Tú, Bella tú...— quise reír cuando se trabo con sus palabras, pero debía guardar la compostura. Como si cada palabra fuera real.

Lo que no sabía era como mierda lo iba ver a los ojos después de esto.

— Hmpf, bueno. Estas cosas te prenden, gracias al cielo solo andaba con mi pijama — Suspire teatralmente.

— ¿A-andabas? — Oh, lo había captado. Jake corrió a esconderse a la cocina para liberar la carcajada que estaba atascada en su boca.

— Mhm, ya no hay pijama — solté, tratando de sonar seductora. Se escucho un golpe al otro lado de la línea y Jake asomo su cabeza por la puerta d la cocina, nuevamente levanto sus pulgares.

— Ya no hay pijama — soltó con voz ahogada.

— Nop, no pijama, no...Nada — me acomode en el sofá y proseguí con el 'juego' basta decir que mis mejillas se asimilaban a los farolitos de navidad — Y dime Edward ¿Qué debo hacer? — pregunte inocentemente, el silencio predomino por unos segundos.

— Ah, yo, Bella... — Su respiración se acelero un poco más de lo normal — Oh Dios Bella — murmuró, haciendo que se me erizaron los vellos de mis brazos.

— Vamos Edward, tu eres el experto en esto ¿No? — Agregué — Tal vez podrías enseñarme algunas cosas más — comenté, ¡Ja! ¡Como si hubiera hecho algo!

— Algunas cosas más — repitió nuevamente, con la voz ronca — ¿Eso quiere decir que... — paró súbitamente — Oh mierda Bella, será mejor que cortes ahora mismo si no quieres que vaya tu casa y haga algo de lo que no me arrepentiré — Un vaso se quebró en la cocina y mi respiración se quedo atascada en mis pulmones, podía estar morada y yo ni enterada. Sacudí mi cabeza y volví a tomarle atención al aparato.

— Um, esta bien, nos vemos Edward — dije con total naturalidad y colgué. Ahora no eran solo mis mejillas las que rebosaban de un color rojo ¡Era todo mi rostro! — ¡Jacob Black te detesto!— chille, casi ahorcando al pobre teléfono.

— Wow Bella, para una novata como tu ¡Vaya que eres sucia amiga! — Resople, sintiendo calentar mi rostro nuevamente — Ahora tenemos que esperar — me dijo, tomando asiento a mi lado nuevamente, ofreciéndome un vaso de jugo.

— ¿Esperar, que? — le pregunte, subiendo mis pies al sofá.

— A que venga Cullen — El jugo dio de lleno con su cara cuando dijo eso — ¡Bella! — chillo, limpiándose con el borde de mi polera.

— E-espera ¿Qué acabas de decir? — le pregunte temerosa, quitándole el borde de mi polera que había usado como pañuelo y ahora estaba de un color naranjo claro.

— Oh ¿Tu crees que el no vendrá? —moví mi cabeza frenéticamente en forma afirmativa. Jake rió sonoramente y acaricio mi cabello — Eres tan ingenua. Bien, el vendrá — sentencio sonriendo, encendiendo la televisión — Es hombre, vendrá, y cuando me vea a mi — Su sonrisa se acrecentó. Recién caí en la cuenta de lo que estaba tramando este idiota — Me gustaría tener palomitas para ver su rostro — agregó sin sacar la sonrisa de su rostro.

Ya no tenía uñas de tanto morderlas, Jake estaba enfrascado en un programa donde transmitían el partido de futbol de no se que equipo. Eso no era específicamente algo que me interesara, no ahora ¡Solo le rogaba a Dios que Edward no lo viniera! Bueno, aunque pensándolo bien, no era como si me importara...Oh, si, me importa lo que el piense de mi. Y si, estaba segura que si el veía a Jacob aquí y cosas erróneas se formaban en su cabeza por la estúpida llamada; Bien, Edward pensaría que soy una maldita cualquiera. Y Bella Swan no es una cualquiera, ramera, prostituta, mujer barata o como quieran llamarle.

— Bella, el timbre — Jacob me dijo, despertándome de mi caos mental — ¿Quieres que vaya a abrir? — En un abrir y cerrar de ojos yo estaba de pie frente al sofá, camine como un robot a la puerta e inhale aire tres veces antes de exhalar. Abrí la puerta de un tirón y ahí estaba él.

Y me retracto de todo lo que dije sobre el chico de la pizza.

Si, sonara cursi. Si, tal vez sea porque me gusta. Pero nadie se vería como el bajo la lluvia, con su respiración agitada, su cabello más revuelto que de costumbre y esos hermosos ojos verdes brillando con intensidad ¿Por qué? Porque nadie tiene esos ojos que te deslumbran con solo mirarlos una vez, porque nadie tiene ese maldito cabello que te dan unas ganas locas de jalar con tus propias manos, porque a pesar de que lo niegue; porque si, lo voy a hacer. A pesar de todo ello, nadie se compara con el idiota de Edward Cullen ¡Demonios! Y ahora me sentía mal por la estupidez que acababa de hacer, seducida por el maldito juego de 'te apuesto cualquier cosa' con Jacob. Edward dio un paso frente a mi e iba a hablar, puse mi dedo índice sobre sus labios haciéndolo callar.

— Solo, escúchame — Asintió, retirando mi dedo de su boca — Lo siento, lo siento, lo siento ¡Solo estaba jugando con Jacob! Y bueno, perdí. El me dijo que te llamara y...que hiciera ese tipo de conversación — Baje mi cabeza avergonzada — Tu sabes que yo no digo esas cosas ¡Y mucho menos vería esas películas de Emmett! – me estremecí de tan solo pensarlo.

— ¿Jacob sigue contigo? — Asentí confundida — Bien, me quedare en el Volvo y cuando se vaya vendré a hablar contigo, se que no te gustaría ver como lo despedazo — Rodé mis ojos. Lo que no me esperaba era que Edward me abrazara y besara la cima de mi cabeza.

Entré aún confundida y lo primero que hice fue ir donde se encontraba Jake desparramado sobre el sofá. Le quite el control remoto de un tirón y lo hice ponerse de pie.

— ¿Dónde esta Cullen? — me pregunto alzándose en la punta de sus pies, algo completamente absurdo dado que me ganaba en altura por...mucho.

— Tu te iras, para que yo pueda hablar con Edward y explicarle lo que hicimos — le dije calmadamente — Y así nadie saldrá herido — sonreí abiertamente empujando a mi querido amigo hacia la puerta.

— ¡Cochinona! Lo que tú quieres es quedarte con Cullen para hacer lo que dejaste inconcluso ¿no? — Lo mire como si estuviera loco. ¿Cómo hacia eso? El me había confesado que yo le gustaba como algo más que una simple amiga ¡Y hacia bromas de esa forma! Definitivamente le preguntaría que era lo que hacia para actuar con naturalidad. Bueno, cuando aceptara del todo el asunto Edward.

— Jake solo vete, te llamo luego ¿Si? — le dije, mirándolo con suplica. No era que quería estar a solas con Edward, simplemente quería aclarar las cosas y...eso.

— Claro, claro. Aunque lo único que quieres es que no le rompa la cara al estúpido ese — Jake se encogió de hombros — Después de todo es el chico que te gusta — añadió restándole importancia, jale de su hombro ferozmente y lo obligue a mirarme.

— ¿Qué has dicho? — un tic apareció en mi ojo derecho.

— Lo que escuchaste Bells, no soy idiota — Rodó sus ojos — Pero tranquila, que se la haré difícil — Me guiño un ojo y se fue por la puerta.

Ok, me recordé mentalmente que solo era cuestión de tiempo a que Edward volviera a golpear la puerta. Estaba avergonzada; Oh si que lo estaba, no era como si hubiera usado palabras toscas o desagradables, pero yo me había insinuado por teléfono ¡Era como si Edward hubiera llamado a los fonos de sexo que salen en televisión! Si, avergonzada era poco para como me sentía. Sentí unos suaves golpes en la puerta hacer contraste con la lluvia, suspire antes de abrir la puerta. Edward entro en silencio, colgó su chaqueta en el perchero y camino a la sala de estar.

— Bella, no sé como demonios lo hiciste, pero créeme; eras igual a esas chicas de... — chille tapándome mis oídos, roja de vergüenza.

— Lo sé, lo sé, solo cállate — le suplique, este era un pequeño 'apostemos-desliz' en mi vida que no se volvería a repetir. ¡Nunca volvería a aceptar una propuesta o apuesta! Primero debo zafarme de la lista.

— Esta bien — dijo soltando una risita.

— Um, ¿Quieres pizza? — le pregunte, cuando nos quedamos en silencio por unos segundos. Edward asintió y se puso de pie al igual que yo para ir a la cocina donde se encontraba aun la caja con algunos trozos de pizza — Ten — le entregué el trozo de pizza, el cual oloroso y lo acerco a sus labios lentamente; como si supiera lo que me hacían sus labios.

Dios, como me gustaría ser esa pizza ahora

¡Oh basta!

— Mm, ¿Bella? — Sacudí mi cabeza por casi enésima vez en el día, pasaba mucho tiempo perdida por la galaxia. Aunque fue un grave error hacerlo, hubiera preferido mil veces quedarme perdida que ver lo que tenia frente a mi, muy frente a mi.

— ¿Qué? — pregunte, tragándome el pedazo de pizza que aun quedaba en mi boca. Edward se inclino un poco más, haciendo que solo unos centímetros nos separaran, los vellos de mis brazos se erizaron, se me puso la piel de gallina cuando su aliento golpeo tenuemente con mis labios.

— ¿Tienes frío? — me pregunto, mirando de soslayo mis brazos que permanecían firmes apoyados en el borde de la encimera. Negué con mi cabeza y el se acerco más, sonriendo de esa forma que me dejaba aún mas boba.

Y lo que paso la otra vez en La Push iba a pasar de nuevo, si yo no lo impedía. Jo, como si fuera a impedirlo. No tenia escapatoria ya que estaba contra la encimera y su cuerpo me acorralaba, tampoco era que quisiera una escapatoria ¿Qué es más delicioso que besarse en un día de lluvia? Mas delicioso es sentir los labios de Edward sobre los míos en un día de lluvia, más delicioso es reaccionar estúpidamente al tacto de sus manos en mi cadera y demasiado delicioso era sentir su sedoso cabello entre mis dedos. Pero lo que no es delicioso fue, darme cuenta de que él hacia esto por algo, y yo lo sabia en mi retorcida cabeza. Agarre su cabello entre mis manos y los jale para separarlo de mí.

— ¿Por qué demonios haces esto? — le pregunte, con mi mejillas levemente arreboladas y mi respiración un poco agitada. Edward sonrió y apoyo su frente contra la mía.

— Yo...solo quiero probar algo — contesto encogiéndose de hombros. Y ahí se fue toda la magia de besarse en un día de lluvia.

Me importaba un mismísimo pepino lo que quería probar ¡Nadie me besaba porque quería probar algo! Cerré mis ojos y conté hasta días, para tratar de calmar mis humos y también para pensar en otra cosa que no fuera el sonido de...mis amiguitos, lo cuales estaban en mi cerebro y trataban con todas sus fuerzas de que el archivo 'Sentimientos de Bella' no pasara por la máquina trituradora de papel.

— ¿Probar algo? — Repetí, sin abrir los ojos aún — ¿Tu me besas porque quieres probar algo? — Aún sin abrir mis ojos me separe como pude de sus brazos — Edward Cullen, si no quieres que te de la cachetada del siglo será mejor que te vayas — Y créanme cuando decía la cachetada del siglo.

— Bella — abrí mis ojos y lo vi acercarse. No iba a llorar porque eso no funcionaba conmigo, por lo menos no delante de él o cualquier persona, tal vez lo haría patéticamente sola en mi habitación. Si, tal vez.

— Ey — se quedo estático en el lugar en donde estaba — Ya te dije que lo sentía por lo que hice ¿Esta es tu venganza? Porque digo, somos amigos — Rodé mis ojos — ¿Porque no vas a besar a...Kate, por ejemplo? A ella la puedes usar 'para probar algo' — enfatice haciendo comillas con mis dedos — Le encantaría que la usaras para probar algo — sisee entre dientes. Edward hizo ademán de acercarse y yo lo frene — Enserio, vete — suspiro y pasó su mano por sus cobrizos cabellos.

— Como te dije la otra vez, no lo siento — Y esas fueron sus ultimas palabras antes de irse.

Y yo solo tenía ganas de asesinarlo lentamente, con mis propias manos por jugar de esa forma conmigo.

¿Qué?

¿Acaso no se daba cuenta de cómo había dejado a mi persona por confundirme de aquella manera la primera vez que me beso, que además lo hace una segunda vez?

¿No se daba cuenta que en cualquier otro momento puedo sufrir de un infarto y todo por su culpa?

Jo, como se va a dar cuenta.


7. Insensible, ultra y malditamente insensible: Si quieren su corazón partido en dos, definitivamente llamen a Edward para que haga su labor. Créanme chicas que el solo las utilizara para beneficio propio, sin importarle si las daña o no ¡Después de todo es Edward Cullen! – Lauren, esto es sarcasmo – Es un maldito cerdo, infeliz, desgraciado...

Basta Bella, me dije cuando la punta del lápiz grafito se rompió. Es que, ¡Dios! El solo me hacía pasar por esos 'sustos', más bien me hacia tener los nervios de punta, temblar como una idiota y sudar como si estuviera en pleno desierto del Sahara ¡Para probar algo!

Hmpf, el me besaba, para probar algo, el se acercaba de esa forma a mi para probar algo, Todo lo que hacia era para probar algo.

¿Qué clase de persona sin corazón hace eso? ¡Oh! Edward, el chico que te gusta y lo hace porque no lo sabe y nunca lo sabrá.

Aplausos para ti, Bella.


(1)Es una marca que tiene muchos productos para el cabello :D

__________________________________________

Hola mis amores aqui les dejo otro capitulo!!!

Beth este capitulo te lo dedico para que comiences re bien,con todas las pilas la jornada de trabajo !!

Bessos

Lamb & LAP

1 comentario:

Beth dijo...

Gracias, bonita, pero lamento decir que es sábado tarde-noche. Pero no importa, porque me acostaré re feliz, después de seguir leyendo un rato más. porque mira que sois un buen grupo de talentosas, ojalá tuviera este talento, pero el mío es leer todo lo bueno que vais subiendo. Probablemente habrán muy buenas escritoras más, pero no llegué a leerlas. Con vosotras estoy servida.
PD: si hubiera escrito yo, Edward se hubiera echado encima de ella. Por eso no escribo, terminaría muy rápido las historias y soy muy predecible, así que...
Como siempre. insuperable.